pensamos en tu Amor, que llevamos dentro.

mientras ya se va haciendo de noche.

Suena casi más la soledad que el viento.

leemos y rezamos tu nombre,

Jesús el Nazareno.

Al hacerlo nos llena tu Amor, lo sentimos,

como un fuego en la hoguera y ahí afuera,

con tanta gente muriéndose y sufriendo.

Sentimos que nos tomas de la mano,

te acompañamos y caminamos,

juntos, en tu  subir hasta  el Calvario,

a nuestro alrededor vemos, sentimos,

la expresión durísima del llanto,

pero Tú nos sigues tomando de la mano,

para que no nos quedemos solos ni a solas,

en esta Vida que muchas veces es inerte,

más cuando eres clavado en la cruz de pies y manos,

presagio y realidad misma de tu muerte.

solo las mujeres, a quedarse se atreven,

ese tiempo “eterno” en que todo se ennegrece.

te desclavan y de ese madero te descienden.

Tu Madre, en su regazo te abraza y te siente,

manchado de polvo y sangre en tu costado y en tu frente,

cuesta y duele ver y oír su llanto,

clamando al Padre “por qué nos has abandonado”.

Al tener que vivir ese sacrificio lento,

duro resulta, en verdad, todo ese momento.

cae la luz, se oculta el día, se rompe el cielo,

solo iluminado por las antorchas de tus amigos,

que en volandas te llevan hasta el sepulcro,

acompañando su caminar con ayes violentos,

hasta dejarte, sobre la dura piedra, yacer,

convencidos de que habías fallecido.

Pero tanto Amor, entrega, solidaridad y compasión,

de alguna forma muestran y avecinan tu Resurrección,

que será la derrota de tanta pena y tanto llanto,

pues te mostrarás ante TODXS como resucitado,

ya que tu AMOR ha destrozado por siempre a la muerte.

Marta Barbero y Juantxu Oscoz  - Abril de 2023.