Iglesia católica inglesa, tan diferente

La asistencia a la celebración jubilar como sacerdote de un gran amigo me ha permitido, en un rápido viaje, tomar de nuevo contacto con la Iglesia católica inglesa, una realidad cuyas grandes diferencias con la Iglesia católica española merece un pequeño comentario.


Shrewsbury es una capital mediana inglesa, que le da nombre a una extensa y antigua diócesis católica, situada por debajo de la línea que forman Manchester y Liverpool, casi en el centro de toda la alargada isla británica. En esta diócesis está la población que ahora he visitado, Heald Green, prácticamente una barriada de la gran ciudad de Manchester, capital que sin embargo ya forma parte de otra diócesis católica inglesa diferente. Heald Green es una población totalmente típica del país, con una extensión muy amplia de casas de uno o dos pisos, todas con su pequeño jardín, habitadas por clase media ya menos joven. No recuerdo haber visto ningún edificio alto de pisos, con un caserío por tanto muy igual de casas matas (terreras, en Canarias), apartamentos y bungalows, cansinamente iguales. El territorio de la población está del todo inmediato al aeropuerto de Manchester, por lo cual la cruzan sin cesar los aviones que entran y salen de las pistas.


La diócesis de Shrewsbury tiene una población estimada de 187.378 católicos (formando parte de un conjunto de habitantes muchísimo más amplio, por supuesto millonario), de los que asiste semanalmente a misa un total de 31.413 personas, una proporción media por tanto del 16,76 por ciento del total de la población católica. Estos datos figuran con todo rigor en la Guía de la Diócesis, que precisa igualmente con detalle la población católica estimada de cada parroquia. Ya conviene destacar que: 1) existe una Guía de la Diócesis anual, perfectamente editada, con una concreción de nombres, fechas, direcciones, teléfonos, E-Mails y demás detalles realmente exhaustiva; 2) en esta Guía no se hurtan los rasgos de ningún tipo, sean más o menos amables; 3) la información sobre los departamentos diocesanos y sobre cada una de las parroquias es meticulosa, dejando constancia de una casi perfecta organización diocesana y dando fe de una primera característica que siempre se destaca en la Iglesia católica inglesa, su esmerada organización administrativa.


Para una población católica tan reducida (con parámetros españoles), hay un total de 98 parroquias y 145 sacerdotes, lo que da una media global de 1.912 católicos por parroquia (320, si se consideran sólo los asistentes a la misa semanal) y 1.292 católicos por sacerdote (216 asistentes a la misa dominical). Aunque las medias estadísticas siempre son engañosas, el cuadro general ya es muy distinto del español, pues, aunque allí se quejan de la gran carestía de sacerdotes (de hecho, sirven a las parroquias 10 sacerdotes extranjeros y 23 religiosos, y 28 están ya además jubilados), la situación comparativa con la Iglesia católica española es del todo diversa, con una población en España por parroquia y por sacerdote muchísimo mayor. Viniendo al detalle, en la parroquia que yo he visitado ahora, Heald Green, corresponden al único sacerdote que la regenta 1.800 católicos teóricos y 500 personas que asisten realmente cada semana a las Eucaristías, y se puede añadir que vive allí en sacerdote jubilado que ayuda también cuando hace falta.


Por completar la visión de conjunto de toda la diócesis de Shrewsbury, con la población católica total teórica de 187.378 personas, se dieron en concreto en 2.012 unas cifras totales de 2.095 defunciones, 3.070 bautismos de menores, 1.120 confirmaciones, 499 matrimonios y 184 conversiones desde otras iglesias o confesiones. La diócesis cuenta con 112 escuelas confesionales católicas, que atienden a un total de 44.575 estudiantes de enseñanza primaria y secundaria, todos con un régimen de concierto con la Administración Educativa bastante más generoso en lo económico que el español. Los seminaristas existentes en toda la diócesis son actualmente sólo 8.


Las cifras son frías, pero elocuentes si se las mira con detalle. Por ser muy minoritario en el conjunto de la población británica, el catolicismo inglés es mucho más practicante que el existente en España, más tradicional probablemente en las formas, actualmente preocupado por su progresivo envejecimiento, pero ofreciendo unas cifras de conjunto que testimonian una mayor atención y un objetivo desarrollo mayor que el catolicismo medio español.


El aspecto externo de las personas asistentes a las Iglesias, el pintoresquismo de las indumentarias, lo que se ve y se detecta en una rápida visita, es todo bastante diferente, pero esto no dimana del catolicismo inglés sino de la esencia y de la forma de ser británicas, tan diferentes a la española.
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