Concluye el II Congreso Mundial de Peregrinaciones y Santuarios Acompañar a los peregrinos en su camino
Esta mañana concluía en el Palacio de Congresos de Santiago el II Congreso Mundial de Pastoral de Peregrinaciones y Santuarios destacando la necesidad del peregrino de ser acompañado en su camino hacia el santuario y en el camino de la vida. Entre las conclusiones, se indica que el acompañamiento que comporta la condición de peregrino puede darse desde el inicio del camino o a la llegada al santuario. Por eso, "el santuario se muestra así como un tiempo y un espacio privilegiado para descubrir algo que Dios ya nos ha dado, como uno de los caminos que Él emplea para salirnos al encuentro".
Durante estos tres días, los 250 participantes de 70 países han confirmado que existe una gran diversidad de peregrinos: en lo generacional, en los niveles de formación religiosa y en el sentido de aquello que se viene a buscar en el corazón del santuario.
Así, el congreso concluye clasificando las motivaciones de los peregrinos en tres tipos: "aquellos que vienen solamente a encender una vela, tocar una imagen, beber
el agua del santuario, cumplir una promesa o pedir una gracia, manifestando así una religiosidad popular que es común a muchas tradiciones; valorando y acogiendo estas manifestaciones, otros irán un poco más lejos en sus expresiones religiosas, vinculadas a las devociones más tradicionales de la Iglesia, como son la de rezar el
rosario, participar de las procesiones, o hacer el vía crucis y otras prácticas devocionales. Finalmente, un tercer grupo de personas motivadas y comprometidas
eclesialmente que hacen de la celebración de la reconciliación y de la Eucaristía el centro de su peregrinación.
Pero para este congreso el peregrino tiene una meta: el encuentro con Dios por medio de Cristo, en el que todas las aspiraciones hallan respuesta y como indica
Benedicto XVI, "la celebración de la Eucaristía bien puede considerarse la culminación de la peregrinación".