II Congreso Latinoamericano de Religiosidad Popular Blázquez y Braulio reivindican el carácter religioso de la Semana Santa
La dimensión teológica que acusa la liturgia de la Semana Santa, como elemento central de las celebración de los misterios pascuales, han defendido esta mañana los arzobispos de Toledo y de Valladolid Braulio Rodríguez y Ricardo Blázquez, por encima de las manifestaciones de religiosidad popular.
"No niego nada, pero las procesiones no se pueden entender como simples actos culturales, estéticos o folclóricos", ha sostenido el arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, durante la ponencia inaugural del II Congreso Latinoamericano de Religiosidad Popular, organizado por la Universidad de Valladolid.
El carácter sacro de las imágenes escultóricas que salen en pasos por las calles de España durante la Semana Santa "procede siempre de una contemplación interior que es previa a la exterior", ha añadido monseñor Rodríguez al tratar de preservar las celebraciones de los misterios pascuales de un excesivo contenido mundano frecuentemente ligado al turismo, el ocio y la cultura.
Sin ese misterio pascual, que los cristianos creen como una verdad concreta a través de la fe, "la Semana Santa se reduciría a un tiempo de ocio" dentro del calendario anual de la sociedad.
Precisamente de esa fe, según ha explicado por su parte el arzobispo de Valladolid, emana esa religiosidad popular que en forma de ceremonias, cultos, besapiés, desfiles, adoraciones o traslados, entre otras manifestaciones, protagonizan los fieles durante el tiempo de Pasión.
"La fe entonces se hace pueblo, elocuencia y belleza a través de las tallas", por eso la Semana Santa "es un monumento de creencias, de piedad y cristianismo", ha reflexionado Blázquez durante la inauguración de un congreso que hasta el sábado analizará la liturgia, la música y el rito de esa época del calendario cristiano.
Para Blázquez, "lo más importante es la raíz permanente de la Semana Santa, la celebración de la fe", ya que "malamente pueden inspirar las imágenes que no han sido inspiradas" a sus creadores, por eso en cada paso "podemos fijar la mirada del artista, a la vez que del creyente en lo que es una síntesis admirable de fe, de cultura, de tradición y de la expresión del alma de un pueblo".
Dentro de ese debate que el congreso pretende establecer entre las perspectivas teológica y antropológica (manifestación popular) de la Semana Santa, los alcaldes de Medina de Rioseco y de Valladolid se han decantado más por esta última tendencia.
El de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, ha observado esa época del año como "un compendio de manifestaciones heterogéneas", no estrictamente litúrgicas, un espacio "donde conviven una religión basada en la fe y potenciada por fieles y cofradías, junto a unos valores artísticos, turísticos y culturales que son incuestionables".
Por su parte, Francisco Javier León de la Riva, regidor de Valladolid, ha manifestado que tanto la Semana Santa como la ciudad constituyen "dos realidades inseparables prácticamente desde hace seis siglos", con el resultado de "una experiencia única, inexplicable y profunda" inspirada desde "la mejor imaginería religiosa del mundo".
ElII Congreso Latinoamericano de Religiosidad Popular va dirigida a profesores de antropología, teología, sociología, historia, filosofía, humanidades, religión, derecho y educación, entre otras disciplinas académicas y espirituales, así como a cualquier persona interesada en la cultura hispánica.
Participan como ponentes profesores y catedráticos de las universidades españolas de Jaén, Madrid (Complutense, Autónoma y Rey Juan Carlos I), Salamanca, Sevilla, Tarragona (Rovira i Virgili), Valladolid, Valencia, así como de las italianas de Foggia, Mesina y Roma (La Sapienza); de las estadounidense de Yale y Notre Dame; de la argentina de Buenos Aires, y de la Universidad de Filipinas.(RD/Ep)