Con Santiago, dos de los cinco templos con privilegio de celebrar Jubileo perpetuo La Vera Cruz de Caravaca se une a mivela.com
(Mi Vela).- Desde ayer, día de la exaltación de la Vera Cruz, es posible encender una vela a la histórica y popular Cruz de Caravaca en Mivela.com. "Lignum Crucis", reliquia de la verdadera Cruz en la que Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado. Junto a Santiago, ya son dos de los cinco templos del mundo que tienen el privilegio de celebrar un Jubileo perpetuo los que se unen al proyecto de lampadarios digitales (los otros son Roma, Jerusalén y Santo Toribio de Liébana). Este año, además, tanto Caravaca como Santiago celebran Año Jubilar.
Damos la más cordial bienvenida a los numerosos devotos de esta advocación y esperamos que nuestro servicio sea de su agrado y les acerque un poco más aun a su imagen, dondequiera que se encuentren. Sólo pinchando aquí:
Breve historia de Caravaca
"... y entonces el rey miró hacia el altar y vio la Santa Vera Cruz y dijo ¿es ésta que está en el altar? Y entonces el clérigo miró hacia el altar y tomó la cruz y comprendió que esto era un gran milagro que venía de Dios y adoró la Cruz con gran devoción..."
Garci López de Cárdenas, comendador de la Orden de Santiago en Caravaca, 1432-34
La Cruz de Caravaca, "lignum Crucis", es un trozo de la autentica Cruz de Cristo, el símbolo cristiano por excelencia. Se conserva en un relicario en el Real Alcazar Santuario de la Vera Cruz, en el pueblo de Caravaca de la Cruz en Murcia.
El nombre oficial de la reliquia es el de Vera Cruz , nombre que solamente se aplica al leño de Jerusalén encontrado en el Siglo IV por Constantino o por su madre Santa Elena. Dividido originalmente en tres trozos, uno quedaría en Jerusalén entregado al patriarca de la ciudad, mientras que los otros dos fueron enviados uno a Constantinopla y el otro a Roma.
La Cruz de Caravaca es un pequeño trozo del madero santo, de los denominados patriarcales, que se conserva guardado en el interior de un estuche-relicario de metal, también en forma de cruz, que permite verlo a través de un cristal. La parte frontal y exterior del relicario lleva engarzadas varias líneas de piedras preciosas. Estos relicarios eran portados por los Patriarcas de la Iglesia oriental y parece ser que el lignum Crucis de Caravaca fue el usado como pectoral por el Patriarca Roberto, primer obispo de Jerusalén después de la Primera Cruzada (1099) cuando la ciudad fue conquistada a los musulmanes.
Según se relata en un escrito redactado entre los años 1432-34 por Garci López de Cardenas, comendador de la Orden de Santiago en Caravaca, el 3 de mayo de 1231, durante la dominación islámica de la zona, este trozo de la Santísima Vera Cruz apareció en al castillo-alcázar de Caravaca:
"Como en el tiempo del rey Ceyt-Abuceyt, siendo a la sazón poderoso rey de Caravaca, tenía cautivo un clérigo de misa (...) le preguntó el rey que le dijese qué cosa era clérigo o por qué decía misa y él dijo: Señor, debéis saber que todo clérigo que es ordenado de misa, después que es vestido con aquellas vestiduras sagradas y dice aquellas santas pa labras, que Jesucristo dijo el jueves de la Cena, que de aquella hostia que alza, se hace carne y del vino (...) pura sangre y así hace el clérigo, cuerpo de Dios puro y verdadero; y el rey dijo: que no lo creía que lo hiciese ver, y el clérigo dijo: si haces traer todos los ornamentos que son menester para decir misa, yo te lo haré ver; y el rey mandó que lo pusiese todo por receta (escritos todos los objetos para conseguirlos) y el clérigo lo hizo así, menos la cruz que se le olvidó y el rey envió a su mandadero y trajo todos los ornamentos, salvo la cruz; al otro día por la mañana el clérigo se levantó y rezó sus horas (litúrgicas del Breviario que rezan los sacerdotes) y se puso con el rey en una torre, que, es, en el castillo (...) donde la Santa Vera Cruz está (se entiende en los tiempos de Cárdenas, es decir, ahora por 1432-34) y el clérigo se revistió (...) e llegó al altar para adorar la Cruz (el crucifijo del altar de misa) y no halló ninguna se puso triste y volvió su cara hacia el rey y dijo: Señor, una de las cosas mejores (más importantes) para decir misa me falta (mengua) y dijo el rey: qué cosa es; y dijo el clérigo: Señor, la Cruz (y) es hecha de (esta) manera, y con sus dedos hizo la figura de la cruz (figuró), y entonces el rey miró hacia el altar y vio la Santa Vera Cruz y dijo ¿es ésta que está en el altar? Y entonces el clérigo miró hacia el altar y tomó la cruz y comprendió que esto era un gran milagro que venía de Dios y adoró la Cruz con gran devoción y empezó a decir misa y cuando alzó la hostia, el rey se quedó fijo y vio en las manos del clérigo una criatura muy blanca y hermosa y el clérigo acabó su misa y en aquella hora el rey Ceyt vio que rea cosa Santa la ley de los cristianos y se volvió cristiano, él y sus vasallos que quisieron hacerlo y dio toda su tierra a los cristianos y al rey le dieron la torre de Abuceyt (Cuenca) y allí está enterrado. Esta es la primera historia de la Santa Vera Cruz."
A partir de ese momento se comenzó a venerar en Caravaca, y en toda la comarca, la sagrada reliquia. Su rápida difusión atrajo a numerosos peregrinos que acudían desde múltiples lugares.
Esta Cruz tiene concedido por la Iglesia Católica el culto de latría, por lo que se le dispensa la misma importancia que a otras reliquias relacionadas directamente con la pasión y muerte de Jesucristo.
El culto y la devoción a la Vera Cruz de Caravaca a lo largo de casi ocho siglos a desembocado en el reconocido por parte de la Santa Sede a través de diversos privilegios e indulgencias papales, tanto al Santuario como a la Cofradía de la Vera Cruz. El día 9 de enero de 1998 Su Santidad Juan Pablo II hizo concesión de un Año Jubilar, cada siete años, perpetuamente, al Santuario de la Vera Cruz de Caravaca. Dio comienzo en el año 2003, y desde entonces se conceden Indulgencias Plenarias a los fieles que visiten el Santuario durante ciertos días y participen en las celebraciones litúrgicas con devoción.