¿Iglesias medio llenas o medio vacías? Iglesias hoy.

Para los optimistas las Iglesias medio llenas, para los pesimistas, solo medio vacías.
A pesar del pesimismo en el que nos encontramos sucumbidos en estos momentos, siento que sigue habiendo y constituyendo una esperanza y alegría.
Posiblemente la Iglesia como institución no se encuentre en su mejor momento y quizá algo debilitada, pero recordemos que ésta la formamos todos y somos personas con defectos y virtudes.
También es verdad que siempre se ha caracterizado por ir a “años luz de la sociedad”, en algunos aspectos, pero es tarea de todos el conseguir que el fermento sea fecundo.
Quizá está muriendo una forma histórica de cristianismo, pero la fe sigue latente y el Espíritu sigue soplando, aunque en ocasiones parezca que le cuesta más por nuestra poca receptividad, pero sigue latente.
Surgen nuevas identidades, nuevas formas de vivir la fe, pero aún por reafirmar. Falta “darles forma”, aunque ya empiezan a tener voz propia. En nuestras manos está el alentarlas a florecer o impedir su crecimiento. No nos empeñemos en echar piedras sobre nuestro propio tejado y pongámonos en actitud de escucha. Estoy convencida que ello nos servirá para cambiar nuestra mirada, haciéndolo desde la esperanza y sabiendo ver donde antes no veíamos.
Recordemos que la luz siempre brilla venciendo en medio de las tinieblas.
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