Una película sobre la fama con actuaciones sobresalientes Blonde o la banalización de la religión
"Los cines de La Habana volvieron a llenarse luego de estos años de aislamiento para ir a ver Blonde (Rubia), el filme biográfico sobre Marilyn Monroe. Para los cubanos representó un plus especial ver a la criolla Ana de Armas encarnando a Monroe"
"La escena donde Marilyn baja de su auto para la presentación de Los caballeros las prefieren rubias introduce la figura de un sacerdote católico admirando a una mujer que está deseosa de quitarse el traje de estrella"
"La lectura de esa escena nos habla de un fetichismo moderno en el cual los artistas son convertidos en una especie de ídolos, influencers, casi dioses"
Blonde nos narra la vida de una mujer que es capaz de asumir con naturalidad la violencia sobre ella como parte de su ascenso en una industria que la llevaría al éxito
"La lectura de esa escena nos habla de un fetichismo moderno en el cual los artistas son convertidos en una especie de ídolos, influencers, casi dioses"
Blonde nos narra la vida de una mujer que es capaz de asumir con naturalidad la violencia sobre ella como parte de su ascenso en una industria que la llevaría al éxito
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
Los cines de La Habana volvieron a llenarse luego de estos años de aislamiento para ir a ver Blonde (Rubia), el filme biográfico sobre Marilyn Monroe. Para los cubanos representó un plus especial ver a la criolla Ana de Armas encarnando a Monroe, y varios especialistas ya se han interrogado en sus escritos sobre la posibilidad de la talentosa joven para acceder a un premio Óscar por su actuación.
No es ejercicio fácil sostener la concentración sobre cada escena de la película, cuando hablamos de casi tres horas de duración. Pero, los que buscan como alquimistas la perspectiva espiritual en cada producto artístico que consumen, de seguro se percataron de un momento del filme que construye un debate interesante.
Se trata de la escena donde Marilyn baja de su auto para la presentación de Los caballeros las prefieren rubias. El público la acoge con sobresalto, pero Monroe sufre las consecuencias de una fama que le arranca los pocos pedazos de inocencia que le quedaban. Andrew Dominik, el director de la película, introduce en un primer plano detrás de la protagonista, como abrumado por su presencia, la figura de un sacerdote católico, fácil de distinguir por su clériman.
El sacerdote, sobresaliente entre la multitud, como una especie de Zaqueo moderno, aparece "zombificado", admirando a una mujer que, lejos de sentirse a gusto con su posición de rubia codiciada, está deseosa de quitarse el traje de estrella, con sus apretados escotes de fama, para así convertirse en una persona “normal”. Ingmar Vázquez, jesuita cubano, escribió que: “el discernimiento de los espectadores es esencial ante cualquier producto que consume, porque no todo el espíritu proviene de Jesús, el medio y sus posicionamientos son el mensaje que debemos descifrar”.
Sin adentrarnos en los pensamientos de Dominik, la lectura de esa escena nos habla de un fetichismo moderno, en el cual los artistas son convertidos en una especie de ídolos, influencers, casi dioses para sus fans, mientras en su interior se sienten vacíos, pues la estructura que los sostiene es algo tan banal como la fama. El ser famoso no tiene que ser sinónimo de tristeza interior, pero Jesús puso varios ejemplos de las consecuencias de vivir el apego a lo material, por encima de cuidar lo espiritual.
"La fama puede ser un engaño, pero también herramienta potente para prestar micrófono, en la tarima de este planeta globalizado, a personas que coloquen mensajes impulsores de valores positivos"
Blonde nos narra la vida de una mujer que es capaz de asumir con naturalidad la violencia sobre ella como parte de su ascenso en una industria que la llevaría al éxito. El espectador agudo podrá ver, en ocasiones con mucha crudeza -como en las escenas de los abortos- lo triste que se siente llegar a la cima cuando todo alrededor se torna frívolo.
Estamos ante una película que tiene actuaciones sobresalientes y le ofrece, según su guionista, materia prima de primera al movimiento feminista, que ha logrado poner en debate varias de las vejaciones que sufrió en vida Marilyn Monroe. La cubana De Armas, sin dudas, ya ha ganado un premio especial, el cariño recibido en redes sociales por parte de un pueblo que se siente orgulloso de ver a una coterránea triunfar, a nivel internacional, en una de las empresas de mayor competitividad.
La fama puede ser un engaño, pero también herramienta potente para prestar micrófono, en la tarima de este planeta globalizado, a personas que coloquen mensajes impulsores de valores positivos, con capacidad de generar cambios tangibles en las estructuras banalizadas y líquidas cuyo papel hegemónico es el día a día de la humanidad.
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