Hay que limpiar el "templo" de hoy.

DOMINGO TERCERO DE CUARESMA AÑO B. 04.03.2018.

(Jn.2,13-25;Mt.21,12-17;Mc.11,15-19;Lc.19,45-49)


Hoy hay mucha gente con la cual no es fácil trabajar apostólica y pastoralmente.
Esta gente practica menos y es menos religiosa. No están viendo un testimonio atrayente de Cristo por parte de los hombres y mujeres Iglesia, incluso tienen una opinión crítica de la acción y del compromiso pastoral y evangélico de sacerdotes y de la misma jerarquía.

Quisiera en primer lugar hablar del Templo de Dios que es el mundo, el país y la tierra en que vivimos. Sabemos que Dios se hizo Hombre y se encarnó en el mundo para salvarlo con su amor de muerte y resurrección. Y Jesús al resucitar sigue por su Espíritu Santo presente en el mundo. Por eso, es que para los creyentes, el mundo, el país, la tierra y todo lugar es Casa de Dios: Templo de Dios.

La gente quiere un mundo mejor, pero ven la incapacidad de cristianos y la inconsecuencia de políticos, que se dicen católicos, para realizar y responder a sus anhelos de autenticidad, de verdad, de liberación, de justicia y de fraternidad, que harían un mundo mejor. En el fondo no confían en aquellos que tienen la responsabilidad de decidir más directamente sobre la marcha del mundo. Ante esta situación, en varias elecciones ilegítimas, por hacerse sin cambiar la ilegitimidad dejada por dictadura , han comenzado a abstenerse de votar, para manifestar su desacuerdo, pero faltando en ellos organización, unión y movilización que busque un mundo más feliz, más libre, libre de hipocresía, con más igualdad, justicia, y sin apego al dinero y al lucro exacerbado. Yo diría, que hay rechazo y que se quiere un mundo más franco, libre, justo, fraterno, sin exclusión, y no con competencias calculadoras de poder y de dinero que marginan a los pobres excluyendo a hombres, mujeres y familias del pueblo. Pero insisto, el sólo rechazo y abstención, sin acción y compromiso real y sin una organización unitaria y activa, no hará la "limpieza del "templo" de nuestra sociedad.
Más bien, en el pueblo, ha habido pesimismo ante la incapacidad de hombres y mujeres del mundo político, para realizar y poner en la práctica sus justas demandas, ante la falta de comunión y fraternidad. Y esto porque queriendo un mundo mejor, ven que aquellos que tienen la responsabilidad de decidir sobre la marcha de nuestra sociedad, mienten, y con egoísmo, buscan sólo su propio bien, acomodándose en forma inconsecuente con su cargo de bien público, simpatizando con una minoría poderosa, individualista y coludida también con intereses foráneos, con los que convierten el "templo del mundo o del país" en "refugio de ladrones".

Ante esta realidad quiero hacer ver la importancia de los jóvenes de hoy, esperando de ellos un compromiso radical y fecundo en la construcción de un nuevo "templo".
Hemos sido testigos, hace un tiempo reciente, de un despertar juvenil ante la situación del "templo" de la sociedad, especialmente en la Educación. Esperamos que esto no haya sido un sólo despertar, para volver a caer en un desánimo somnoliento. Aquí creo que viene bien recurrir a algunas citas de Puebla.

"Por otra parte, es indudable que hay jóvenes que se han visto defraudados por la falta de autenticidad de algunos de sus líderes o se han sentido hastiados por una civilización de consumo. Otros, en cambio, como respuesta a las múltiples formas de egoísmo, desean construir un mundo de paz, justicia y amor. Finalmente, comprobamos que no pocos han encontrado la alegría de la entrega a Cristo, no obstante las variadas y duras exigencias de su cruz". (Puebla 1177).

La toma de conciencia de la juventud acerca de la problemática del mundo de hoy, los hará - no a todos - a tomar posición y compromiso frente a la realidad actual de la sociedad empecatada.
Los hemos visto movilizarse, en un tiempo anterior y cercano, y protestar. Esto causó molestia e incomodidad, porque estaban acusando, con su mayor presencia, a los adultos, a aquellos que ocupan puestos de poder en la política y en otros niveles de la vida del país.

Hay jóvenes que ven con simpatía a Cristo actuando en el Templo, como lo muestra el Evangelio de hoy. Este Evangelio les hace sentir una verdadera atracción por Cristo. Y les llama particularmente la atención este Jesús "violento", que hace tabla rasa de los mercaderes del templo y que vuelca los bancos de los cambistas. Al respecto, una mayor explicación acerca de ese Jesús "violento".

"La juventud camina, aún sin darse cuenta, al encuentro de un Mesías, Cristo, quien camina hacia los jóvenes (Cfr. Pablo VI). Sólo Él hace verdaderamente libre al joven. Este es el Cristo que debe ser presentado a los jóvenes como liberador integral (Cfr. Gál. 5,13; 4,26.31; 1 Cor.7,22; 2 Cor.3,17): quien por el espíritu de las Bienaventuranzas ofrece a todo joven la inserción en un proceso de conversión constante; comprende sus debilidades y le ofrece un encuentro muy personal con Él y la Comunidad, en los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía. El joven debe experimentar a Cristo como amigo personal que no falla nunca, camino de total realización. Con Él y por la ley del amor, camina al Padre común y a los hermanos. Así se siente verdaderamente feliz". (Puebla 1183).

Sabemos que no podemos absolutamente apoyar sobre este episodio evangélico la defensa de la violencia o de acciones con armas; sería deformar el Evangelio. Pero es verdad que este Jesús enérgico, sin términos medios, y profeta, gusta a los que queremos un cambio más radical del "templo", y debemos hacerlo ver así, en toda su autenticidad, contraponiéndolo a una clase política poco auténtica, que miente y se mantiene en la mentira autoconvenciéndose a sí mismo, y buscando su propio beneficio, no sirviendo al bien de todos, idolatrando el poder y el dinero, y aplicando, en la práctica, el inmoral principio: "el fin justifica los medios" y sosteniéndose en el armatoste institucional de la dictadura, mintiéndose a sí mismos haciéndole solo meras "reformas" que no nos hace salir de situación de ilegitimidad institucional.

Hay casos de actualidad reciente que son una prueba gráfica de la clase política que el pueblo rechaza y no le hace encontrar aquella sociedad auténtica, límpida, trasparente, propia de una nación de convivencia, justa y fraterna.


1°. La aprobación de una nueva Ley Electoral. Para romper con la injusta y excluyente Ley Electoral Binominal, se aprobó romper con el binominalismo, aumentando en forma considerable el número de Parlamentarios. Esto acarrea más gastos en sueldos millonarios de más Diputados y Senadores. Y estos sueldos son pagados con el dinero de todos y cada uno de los chilenos, haciendo aún más abismático y sideral la brecha entre pobres y ricos. Los Parlamentarios, son considerados, con los grandes empresarios, como los hombres de poder y de dinero, coludidos con poderes foráneos.
Ante esta gran injusticia marginal de chilenos,sin canales de participación verdaderos,¿por qué no una Ley Electoral Proporcional con un Parlamento Unicameral, con menos integrantes, beneficiando así, con menos gastos, con el dinero de todos los chilenos, a muchos hombres y mujeres que sufren la pobreza y la miseria?

2°. Los ya conocidos y todavía impune casos Penta y Soquimich es otra muestra del "pecado social" y de la mentira de los hombres del poder y del dinero injusto. Se han evadido impuestos para beneficiarse los grandes empresarios y así ayudar sin riesgos económicos a candidatos al poder en las elecciones, con boletas falsas, en resumen, con falta de moral. Esta evasión de impuestos, dinero de todos los chilenos, fue sorprendida ahora, y cada vez se va sabiendo más de estas maniobras turbias. Con razón la clase política ha ingresado a participar junto a los empresarios en esa minoría que hace la pobreza y secuestra a la mayoría: El"templo país", por estas razones, se estaría transformando desde hace tiempo, como dice el Evangelio de este domingo en un "refugio de ladrones".
Con una mano se exigen impuestos con una Reforma Tributaria, y con otra mano se evaden impuestos con maniobras turbias y sin ética o moral. ¿No es esto una grave inconsecuencia? ¿Qué autoridad moral de estos empresarios y de la lista de políticos favorecidos en elecciones? Así, menos se cree en los que tiene la responsabilidad de la buena marcha del país. Además de lo que ha hecho la Justicia, en estos graves casos, ¿no sería un deber moral, la renuncia de los políticos elegidos y favorecidos por un dinero mal habido y, la nunca más postulación de los mismos a cargos públicos?

"Me devora el Celo de tu Casa".

Así como, con razón, se ha condenado el pecado y el abuso de algunos sacerdotes, miembros de la Iglesia, ¿no sería consecuente condenar el abuso de poderosos contra los más pequeños y pobres de Chile? No más impunidad.

3°.El ya conocido caso CAVAL. Sólo lo recuerdo. Sobran las palabras ante un hecho que evidencia la injusticia, la estafa, la discriminación y un insulto para los pobres marginados de esta sociedad, hecho por personas parientes del poder Ejecutivo con poderosos.

Sabemos que la lista de ejemplos de la mentira, del robo, de la injusticia, de un Chile ilegítimo institucional, es larga, y que nuestro "templo" hoy se ve sucio e inmoral, agregando, para terminar, los casos de altos jefes del Cuerpo de Carabineros con turbios movimientos y maniobras del dinero chileno; el mentiroso e injusto caso "Huracán".


El compromiso de un verdadero cristiano, en su radicalismo y búsqueda de un mundo con verdad y sin hipocresía, nos enseña a todos, sean estos políticos: hombres y mujeres católicos o no, que Jesús no vino a construir templos, ni a hacer discursos difíciles, sino a construir la fraternidad humana, fundamentada en la verdad, libertad y justicia. Pero eso no sólo lo enseñan los "inconformistas" justos y verdaderos, sino también los pobres, porque en su nivel no se hacen discursos complicados; sus problemas son simples y esenciales, de una verdad más grande que una Catedral. Esto es lo que esperamos haga sentir tanto a los hombres y mujeres, a los jóvenes y a los pobres, que el verdadero centro es Jesús, que viene y vendrá a hacer con ellos comunión y no exclusión.

Voy a citar Puebla con respecto a los jóvenes. Cita también valedera para los pobres y para todo hombre o mujer con un corazón limpio de toda mentira e hipocresía; cita también para la Iglesia:

"Los jóvenes deben sentir que son Iglesia, experimentándola como un lugar de comunión y participación. Por eso, la Iglesia acepta sus críticas, porque se sabe limitada en sus miembros y los hace gradualmente responsables en su construcción hasta su envío como testigos y misioneros, especialmente a la gran masa juvenil. En ella los jóvenes se sienten pueblo nuevo; el de las Bienaventuranzas, sin otra seguridad que Cristo; un pueblo con corazón de pobre, contemplativo, en actitud de escuchar y de discernir evangélicamente, constructor de paz, portador de alegría y de un proyecto liberador integral en favor, sobre todo, de sus hermanos jóvenes. La Virgen Madre, bondadosa, la creyente fiel, educa al joven para ser Iglesia". (Puebla 1184).

Los jóvenes que protestan,manifestando legítimamente su discenso, dan fastidio porque no pueden hacer menos que acusar con su misma presencia, a los adultos, a aquellos que
tienen puestos de mando y poder en la política, en la religión y en la sociedad actual. Pero al mismo tiempo, para hacer un mundo más justo y más humano se encuentran con la dureza de la historia real.

Los cristianos y los hombres de buena voluntad deberíamos meditar esta acción de Jesús en el Evangelio de hoy. Es una acción de un profeta y Mesías: es una acción admirable:acusa y denuncia a los cambistas, a los mercaderes, a aquellos que se aprovechan directamente; pero también igualmente a los responsables del templo, los sacerdotes, pues ellos han dado permiso, para colocar esas bancas de negocio en el templo. Y para dar permiso han recibido seguramente alguna suculenta propina.

Hay jóvenes que quisieran hacer un poco de limpieza, no de manera violenta, sino volviendo a la autenticidad del Evangelio, pero se ven a menudo incomprendidos. Hay que animarlos diciendo que las incomprensiones ya están previstas por Cristo. El que quiere seguir el Evangelio será mal comprendido: dará su vida por la causa de Cristo y su Reino, y el Señor se la devolverá. Jesús le dará vida y vida en abundancia.

El final del Evangelio de este domingo es un poco triste, pero muy ejemplar y enseñador:

"Pero Jesús no se fiaba de ellos,porque los conocía a todos y no necesitaba que alguien le informara de los otros,porque él sabía lo que hay en el hombre".

La dificultad de la juventud y de aquellos que quieren acompañarlos está ahí. Deben elegir una ideología, un programa, un líder, si quieren trabajar por una sociedad más humana, justa y fraterna. Por otra parte, deben estar atentos a no dejarse aprovechar y no a llegar a ser como los poderosos políticos actuales.Porque no vale la pena haber vivido una juventud llena de ideales y de compromiso para llegar, en cuanto se sube a los niveles de poder político, a olvidar a los pobres y mantener las cosas tal como estaban. ¿Acaso esto no sucedió con los dirigentes estudiantiles que después llegaron a ser Diputados? Hago esto como pregunta porque no pretendo meterlos a todos "en el mismo saco".
Creo que el Jesús del Evangelio de hoy ayudará y nos ayudará a no dejarnos instrumentalizar,especialmente a los jóvenes,y hará que uno permanezca siempre joven, y joven de espíritu.


Quisiera, ahora, referirme a otros puntos, importantes de considerar, tomando desde otros ángulos el Evangelio de hoy: Jesús actúa y nos habla del "templo". Podría decir que se trata de un Evangelio acerca de los "templos de Dios" como ya señalé anteriormente. Y esto lo digo con cariño a un hermano Obispo que consideró "laaaaargo" mi escrito del domingo pasado.

El Templo de Jerusalén era para los judíos el Templo único del único Dios. En cada ciudad tenían sinagogas para reunirse, leer la Biblia y cantar los salmos, pero solamente en el Templo los sacerdotes ofrecían los animales sacrificados y celebraban el culto verdadero. Un edificio de regular tamaño era el centro de todo el conjunto. En él entraban sólo los sacerdotes para ofrecer el incienso, mientras que la gente se agolpaba en los patios pavimentados que habían alrededor. En estos patios se habían introducido los vendedores y cambistas que proporcionaban los animales y las aves para los sacrificios.
El Templo era el lugar en que descansaba la presencia de Dios, y desde ahí protegía y santificaba la Ciudad Santa y a todo el pueblo judío. Pero los hombres no saben vivir en presencia de Dios.Y al mismo tiempo que se ponen fanáticos para defender su religión,no se esfuerzan por dirigirse a Dios en forma sincera y limpiar sus iglesias de todo lo que impide la oración verdadera.Había vendedores en el Templo,y también hombres poco interiorizados en sus ceremonias y rezos. Los sacerdotes se habían acostumbrados a todo esto, y el jefe de los sacerdotes, Caifás, sacaba buenas entradas con las autorizaciones que daba para vender en el Templo.
Jesús no era sacerdote ni guardia del Templo. Pero ese Templo era la casa de su Padre. Por eso se hizo de un látigo con cuerdas y los echó afuera a todos.

"Será llamada casa de oración para todas las naciones".

Y eran precisamente los patios destinados a los extranjeros, los que ocupaban los vendedores. Limpiar el Templo significa tener una Iglesia abierta y acogedora para todos.

"Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y también a los cambistas, sentados detrás de sus mesas. Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo con ovejas y bueyes, y derribó las mesas desparramando el dinero por el suelo. A los que vendían palomas les dijo: Saquen eso de aquí y no hagan de la Casa de mi Padre un lugar de negocios.
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "Me devora el celo de tu Casa".


Jesús no había empezado todavía su predicación cuando se dirige al Templo de Jerusalén, que es como el corazón del pueblo judío y el símbolo de su religión. Pero también es el lugar donde se ha establecido la corrupción y el afán de poder. Es el lugar donde solamente los sacerdotes ejercen las funciones sagradas;ahí es donde el pueblo necesita recurrir a su ministerio para ofrecer sus víctimas: del Templo deriva la autoridad y el poder de los sacerdotes. El Templo es el lugar donde se hacen las ofrendas y los dones de todo el país: los jefes de los sacerdotes disponen de este tesoro. Además son ellos los que aprovechan los impuestos que pagan los vendedores y los cambistas del Templo.
De este contexto turbio nace de la boca de Jesús, como denuncia el Salmo 69:

"El celo por tu casa me devora, los insultos de los que te insultaban caen sobre mí".

Y, en realidad, el odio de los jefes de los sacerdotes llevará a Jesús a la muerte. Y ante esa amenaza, Jesús dijo a los judíos:

"Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.
Ellos contestaron: Ya demoraron cuarenta y seis años en la construcción de este templo, ¿y tú piensas reconstruirlo en tres días?
En realidad, Jesús hablaba de ese otro templo que es su cuerpo".


En ese tiempo los apóstoles no podían comprender estas palabras: para ellos no había cosa más sagrada que el Templo y la Biblia. Pero algún día sabrán que la más insignificante palabra de Jesús tiene tanto peso como toda la Escritura. Y también comprenderán que "Jesús es el verdadero Templo". Hasta entonces los hombres se construían templos y buscaban lugares donde encontrar a Dios y lograr sus gracias y favores. Ahora, Dios se ha hecho presente en Jesús: Él es el que nos entrega todas las riquezas de Dios:

"Esa plenitud suya es la que todos recibimos en una sucesión de gracias y favores".(Jn. 1, 16).

Y así:

"Solamente cuando resucitó de entre los muertos,sus discípulos recordaron lo que él había dicho y creyeron tanto en la Escritura como en estas palabras de Jesús". (Jn.2,22).

Como les decía, este Evangelio de hoy, es el Evangelio de los templos. Y todo comienza con Jesús que da testimonio de su amor y respeto por la Casa de Dios. El no puede soportar que los templos sean usados por hombres, como los banqueros, mercaderes y otros.
Inmediatamente después, valiéndose de este suceso en el templo, Jesús explica el total significado de "ser templo de Dios". En primer lugar, Él declara su humanidad como el definitivo "templo de Dios", símbolo de todos los templos materiales, pues un templo es un lugar sagrado para adorar a Dios. Es un lugar que representa la presencia de Dios entre la gente. El templo es un lugar donde Dios, de una manera especial, ofrece su gracia salvadora. Y ciertamente, la humanidad de Dios es el Sacramento de Dios. Es Dios mismo habitando entre su pueblo. Jesús es la fuente de toda gracia salvadora y santificadora: desde que Él vino, todas las iglesias materiales lo representan a Él, como el gran regalo y don de su gracia.
Y nosotros los hombres y mujeres, como cristianos estamos identificados profundamente con Jesús.Y nos hemos convertidos en miembro de su "Cuerpo Místico". Somos, por el bautismo, "templos de Dios" y moradas de su Espíritu. Somos "habitados" por Dios. Somos su "habitación": templos de Dios y su Espíritu. ¡Qué hermoso es ser "habitación" de Jesús y ser "habitados" por Él! Ojalá podamos decir con San Pablo:

"para mí el vivir es Cristo"; "ya no soy yo quien vive en mí, es Cristo quien vive en mí". (Filip.1, 21; Gal. 2,20).

San Pablo continuamente escribe a los primeros cristianos que ellos son "Templos del Espíritu Santo" y " Miembros de Cristo", y que por lo tanto, los cristianos debemos vivir y actuar de acuerdo a esta profunda realidad de nuestra fe.
Esto continúa estando vigente en todos nosotros, los discípulos de Cristo.
Esta verdad es una ayuda en nuestra lucha para reformar y santificar nuestras vidas, mientras va avanzando y progresando nuestra Cuaresma. Que nuestra Cuaresma sea un progreso de nuestras vidas, en gracias, favores y santidad y en Jesús, el Dios hecho Hombre: Presencia y Templo de Dios en nuestro mundo y en nuestra vida y realidad actual. Que así sea.


Pbro. Eugenio Pizarro Poblete+


P.S. En este escrito están presente de una u otra forma los comentarios de Biblia de América Latina y también de los teólogos pastoralistas Paoli y Galilea.
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