El observador vaticano hace un llamamiento en favor de los pueblos indígenas avasallados por una violencia que requiere medidas urgentes Caccia, ante la ONU: La crisis climática no es una amenaza lejana, sino un reto presente

Inundaciones en Rabush,  Armenia
Inundaciones en Rabush, Armenia

Son las palabras de monseñor Gabrielle Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, durante su intervención en la Asamblea General de la ONU en Nueva York

"Los efectos del cambio climático son devastadores. Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías y tormentas tropicales, son cada vez más frecuentes y graves" , los pueblos menos desarrollados, en particular, están sufriendo los efectos devastadores"

En un segundo discurso, hace un llamamiento en favor de los pueblos indígenas: contra ellos formas de violencia que requieren medidas urgentes

(Vatican News).-Los actuales problemas climáticos que afectan al planeta centraron el discurso del observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, monseñor Gabriele Caccia, durante el segundo comité de la 79ª Asamblea General de la ONU en Nueva York. Reiterando lo dicho por el Papa en su exhortación apostólica Laudate Deum, el arzobispo señaló que «a pesar de todos los intentos de negar, ocultar, minimizar o relativizar la cuestión, los signos del cambio climático son cada vez más evidentes.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Los efectos del cambio climático son devastadores

Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías y tormentas tropicales, son cada vez más frecuentes e intensos y causan pérdidas de vidas y medios de subsistencia sin precedentes. Son los países menos desarrollados y menos responsables del cambio climático los que sufren las consecuencias, en particular los que tienen salida al mar, añadió el arzobispo. Por último, es necesaria una transformación cultural, como subrayó el Papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti, recordando que «no hay cambios duraderos sin cambios culturales».

En línea con la afirmación del Papa, monseñor Caccia señaló tres ámbitos que, en su opinión, deben experimentar cambios culturales: el estilo de vida, la producción y el consumo. Es innegable que las elecciones que hagamos hoy determinarán el mundo que dejemos a las generaciones futuras.

Protección del medio ambiente y respeto de los pueblos indígenas

Las cuestiones climáticas y la protección de los pueblos menos desarrollados, con especial atención a la cuestión de los pueblos indígenas, fueron también objeto de la intervención de monseñor Caccia durante el debate general de la Tercera Comisión del 79º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En este sentido, el nuncio señaló que estas comunidades se enfrentan a desafíos como la amenaza del cambio climático, la pérdida de tierras debido a la agroindustria y la urbanización y los procesos de asimilación, agravados por el turismo insostenible.

El aumento de las temperaturas y la degradación del medio ambiente están desestabilizando los ecosistemas, provocando pérdida de biodiversidad, inseguridad alimentaria y desplazamientos masivos. Por desgracia, son los pobres y las personas en situación de vulnerabilidad quienes sufren las peores consecuencias de estas catástrofes.

El hombre debe respetar las leyes de la naturaleza

Caccia, citando la encíclica Laudato si', recordó que «la responsabilidad por la tierra de Dios significa que los seres humanos, dotados de inteligencia, deben respetar las leyes de la naturaleza y los delicados equilibrios existentes entre las criaturas de este mundo». En esta perspectiva, tres puntos clave deben guiar la respuesta de la comunidad.

Corresponsabilidad, solidaridad y cambio cultural

Continuando su discurso, el prelado subrayó que cada nación tiene la responsabilidad de proteger el clima para las generaciones presentes y futuras. El cambio climático afecta a todas las naciones y ningún país está en condiciones de hacer frente por sí solo a los cambios que se están produciendo, por lo que la cooperación internacional para hacer frente a la actual emergencia climática es de suma importancia. En esta perspectiva, es necesario que «cada país haga su parte, empezando por cumplir sus compromisos climáticos». El cambio climático es también «una cuestión de justicia y solidaridad», afirmó Caccia.

Estosretos, incluida la inseguridad alimentaria y los daños causados por las pruebas nucleares, son el resultado de una falta de respeto, descrita por el Papa Francisco en Hermanos Todos como una «forma de violencia» que requiere medidas urgentes.

Los pueblos indígenas aislados de la Amazonía: los más vulnerables -  Entreculturas

Volver arriba