15 días antes de que regrese a la Casa Blanca y tras nombrar a un ultra embajador ante la Santa Sede Francisco mueve ficha ante Trump y le envía de ‘vecino’ como arzobispo de Washington al cardenal McElroy
Intenso día de Reyes Magos en el Vaticano, con históricos nombramientos y significativas designaciones, como es el caso del cardenal Robert W. McElroy (70 años), hasta ahora arzobispo de San Diego, como nuevo arzobispo de Washington, tras aceptar la renuncia por razones de edad de Wilton D. Gregory (77 años), el primer cardenal afroamericano de los Estados Unidos
Miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y también del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, su labor pastoral ha estado presidida también por una mayor inclusión de los marginados, los inmigrantes que carecen de estatus legal, los refugiados, las víctimas de abusos por parte del clero, los encarcelados y las personas que se identifican como LGBTQ+
Intenso día de Reyes Magos en el Vaticano, con históricos nombramientos y significativas designaciones, como es el caso del cardenal Robert W. McElroy (70 años), hasta ahora arzobispo de San Diego, como nuevo arzobispo de Washington, tras aceptar la renuncia por razones de edad de Wilton D. Gregory (77 años), el primer cardenal afroamericano de los Estados Unidos.
Y resulta un nombramiento muy significativo el de McElroy no tanto porque este eclesiástico, formado en las prestigiosas universidades de Harvard y Stanford, sea un fiel seguidor de la línea pastoral del Papa argentino -sigue sorprendiendo los que le ‘rezan a la contra- a Francisco en la Curia-, sino también porque su designación se produce justo dos semanas antes de que en Washington tome posesión por segunda vez como presidente de los Estados Unidos el próximo 20 de enero Donald Trump, que no sabemos si le reza, pero seguro que no le pone velas a Jorge Mario Bergoglio, conocidos sus desencuentros en tantos ámbitos.
No cabe duda del alineamiento del nuevo arzobispo de la capital de la principal potencia mundial con el Pontífice argentino. Durante la ordenación en 2023 de dos obispos auxiliares para su diócesis, McElroy glosó lo que hace a un buen pastor: “Para ser un buen obispo -dijo- debes caminar verdaderamente con el rebaño de Dios como nos ha instado el Papa Francisco: caminando a veces al frente para guiar; caminando a veces en medio del rebaño para experimentar las realidades de la vida diaria; y caminando a veces en la retaguardia para abrazar y caminar con aquellos qu e luchan por seguir el ritmo”.
Sí cree en la sinodalidad: ha convocado tres
Firme partidario de la sinodalidad -denigrada hoy con la boca pequeña por no pocos eclesiásticos-, McElroy aseguró en un escrito en la revista América que esta práctica (que no se ha inventado Bergoglio, por otra parte), “es el camino más prometedor disponible hoy para sacarnos de esta polarización en nuestra Iglesia”.
“Una cultura así puede ayudar a relativizar estas divisiones y prismas ideológicos al enfatizar el llamado de Dios a buscar, ante todo, el camino al que estamos llamados en unidad y gracia”, remarcó. De hecho, su apuesta por la sinodalidad le llevó a convocar tres sínodos diocesanos en apenas una década al frente de San Diego.
Choques con Trump por los migrantes sin papeles
Miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y también del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, su labor pastoral ha estado presidida también por una mayor inclusión de los marginados, los inmigrantes que carecen de estatus legal, los refugiados, las víctimas de abusos por parte del clero, los encarcelados y las personas que se identifican como LGBTQ+.
Prácticamente todos ellos temas con los que, de alguna manera, chocará con Donald Trump en la vecina Casa Blanca (como ya había chocado antes, desde San Diego), empezando por la anunciada deportación masiva de unos once millones de inmigrantes irregulares.
Pero si McElroy no se muerde la lengua hacia afuera, tampoco lo hace hacia adentro. Así, aún resuenan sus palabras en el país que vio desatarse el monumental escándalo de los abusos sexuales por parte del clero hace ya más de dos décadas, sobre el manto de inmpunidad que había cubierto durante años a los abusadores en la Iglesia.
“Es esencial que todos tengamos en cuenta que fue el fracaso moral de quienes abusaron directamente de niños y adolescentes, y el fracaso moral igualmente grande de quienes los reasignaron o no estuvieron atentos, lo que llevó a las heridas psicológicas y espirituales que todavía aplastan los corazones y las almas de tantos hombres y mujeres en medio de nosotros”, señaló hace unos meses el purpurado.
La vergüenza de los abusos
“Que Dios nunca deje pasar esta vergüenza de nuestra vista, y que la ternura de Dios envuelva a los niños y adolescentes inocentes que fueron víctimas”, añadió al respecto de los abusos en la Iglesia el próximo vecino de Trump tras la designación de hoy por parte del papa Francisco.
Y si este nombramiento se produce dos semanas antes de la toma de posesión de Trump, tiene lugar también dos semanas después de que el magnate nombrase a Brian Burch, un católico ultra, presidente y cofundador del lobby CatholicVote, como nuevo embajador de los Estados Unidos ante la Santa Sede.
Precisamente allí, en la Santa Sede, el Papa recibirá el próximo viernes, 10 de enero, al presidente saliente Joe Biden, un católico practicante y para quien, junto a otros renombrados políticos demócratas, como Nancy Pelosi, ex presidenta del Congreso, algunos políticos obispos estadounidenses pidieron su excomunión por su apoyo al aborto.
Contrario (como el Papa) a la excomunión de Biden
No contaron, sin embargo con el apoyo del nuevo arzobispo de Washington. McElroy ha sido de los pocos pastores de aquella Conferencia Episcopal que se mostraron abiertamente contrarios a esa campaña, criticó a sus promotores señalando que los obispos no deberían meterse en política y cuestionó, además, que el tema del aborto fuese la prioridad "más destacada" del Episcopado estadounidense, obviando otras cuestiones relevantes también como el racismo, la pobreza, la inmigración y el cambio climático.
Tampoco Bergoglio prestó oídos a ese petición de excomunión. De hecho, tras un encuentro con el Papa en el vaticano en 2021, Biden desveló que había tratado el asunto con Francisco: “Hablamos sobre el hecho de que él estuviera contento de que yo fuera un buen católico y que debería seguir recibiendo la comunión”, afirmó el todavía inquilino de la Casa Blanca.