A través de una misiva le recuerda el compromiso de "acompañar, discernir e integrar" Francisco aconseja "paciencia" al cardenal luso que pidió abstinencia a los divorciados

El papa Francisco aconsejó al cardenal patriarca de Lisboa "sabiduría y paciencia" en su acompañamiento a los problemas conyugales de los fieles, después de que el cabeza de la iglesia lusa pidiera abstinencia para los divorciados católicos que contraen segundas nupcias.

Cuatro meses después del revuelo causado en Portugal por la recomendación del cardenal Manuel Clemente, considerado el jefe eclesiástico del país, Francisco le ha enviado una misiva en la que agradece su "profunda reflexión" sobre el asunto, según informó hoy el Patriarcado de Lisboa.

El papa se refiere en su carta a las "líneas operativas" que el cardenal dirigió en febrero a los religiosos para que sepan cómo acercar los sacramentos a los divorciados, a partir de una interpretación de la exhortación "Amoris Laetitia" del pontífice.

Manuel Clemente concluyó entonces que, en el caso de los divorciados, los sacramentos pueden suministrarse "en circunstancias excepcionales", aunque la iglesia "no debe dejar de proponer la vida en continencia" a los casados en segundas nupcias si su primer matrimonio no ha obtenido la nulidad eclesiástica.

En su carta, el papa Francisco asegura que la reflexión del religioso portugués le "llenó de alegría", porque demostró "el esfuerzo del pastor" y le anima a proseguir con "sabiduría y paciencia".

"Al expresarle mi gratitud, aprovecho para animar al hermano cardenal y sus colaboradores en el ministerio pastoral a proseguir, con sabiduría y paciencia, el compromiso de acompañar, discernir e integrar la fragilidad que de variadas formas se manifiesta en los cónyuges y en sus vínculos", dice la carta.

Se trata de un compromiso, admite, que requiere por parte de los pastores "no poco esfuerzo", pero que por otro lado les "regenera y santifica" ya que "todo es impulsado por la gracia del Espíritu Santo, que el Señor Resucitado concedió a los apóstoles para la remisión de los pecados".

El consejo del cardenal de Lisboa desató una gran polémica en Portugal, el país europeo con mayor proporción de divorcios y donde miembros de otras diócesis expresaron públicamente su desacuerdo.

RD/Agencias

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