Audiencia del Papa a la comunidad del Pontificio Colegio Urbano De Propaganda Fide Francisco: "Los misioneros no son creíbles por el vestido que llevan, sino por su sencillez y sinceridad"
Dirigiéndose a la comunidad del Pontificio Colegio Urbano "de Propaganda Fide", que forma al clero destinado a los territorios de misión, el Papa invita a quitarse la máscara y ser como Jesús, creíble por la sintonía que en Él se daba entre lo que anunciaba y lo que hacía, a salir de sí mismo para encontrarse con los demás y abrirse al diálogo
| Tiziana Campisi
(Vatican News).- "Ser discípulos-misioneros cercanos a Dios y a los demás requiere el valor de la autenticidad, la capacidad de salir de uno mismo y la apertura al diálogo". Francisco lo ha señala este sábado, 21 de enero, a la comunidad del Pontificio Colegio Urbano De Propaganda Fide, con la que se reunió en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico.
Son superiores y alumnos del seminario fundado en 1627 por Urbano VIII para la formación del clero destinado a los territorios de misión, que este año, 400º aniversario de la creación de la Congregación De Propaganda Fide, reflexionan sobre la "relación viva y personal con Jesús como fuente espiritual de toda misión, inspirándose en el lema: 'Para que estén con él... y para enviarlos a predicar'".
El valor de la autenticidad
Hablando del coraje de la autenticidad, el Papa los invita a despojarse de las máscaras que llevamos "tal vez para parecer perfectos, impecables y obsequiosos o mejores". "Las máscaras -les dijo- no son necesarias, queridos hermanos: ¡no son necesarias! Presentémonos a los demás sin pantallas, tal como somos, con nuestras limitaciones y contradicciones, superando el miedo a ser juzgados por no corresponder a un modelo ideal, que a menudo sólo existe en nuestra mente. Cultivemos 'la sinceridad y la humildad de corazón, que nos permiten mirar con honestidad nuestras fragilidades y pobrezas interiores'. Recordemos que uno es un misionero creíble no por el vestido que lleva o las actitudes externas, sino por un estilo de sencillez y sinceridad. Transparencia, eso es lo que es", apuntó en su alocución.
"Francisco exhortó a los estudiantes a no tener miedo de mostrarse en su autenticidad, especialmente ante sus formadores"
El ejemplo está en Jesús, les dijo Francisco. La credibilidad que le reconocían "las personas que se encontraban con Él provenía de la armonía que se veía en Él entre lo que anunciaba y lo que hacía", "armonía y coherencia", recordó Francisco, exhortando a los estudiantes a no tener miedo de mostrarse en su autenticidad, especialmente ante sus formadores, y citando a san John Henry Newman, antiguo alumno del Colegio Urbano, que "advertía contra la actitud de quienes 'querrían actuar con dignidad y en cambio dejan de ser ellos mismos'".
La capacidad de salir de uno mismo
El discípulo-misionero debe entonces ser capaz de salir de sí mismo, porque, explica el Papa, "la vida de fe es un continuo 'éxodo', una salida de nuestros esquemas mentales, del encierro de nuestros miedos, de las pequeñas certezas que nos tranquilizan", porque de lo contrario se corre el riesgo de adorar a un Dios que es sólo una proyección de las propias necesidades, un ídolo, por tanto, "y de no vivir encuentros auténticos ni siquiera con los demás".
En cambio, es bueno aceptar el riesgo de salir de uno mismo, señala el Papa. Es lo que hicieron Abraham, Moisés y los pescadores de Galilea cuando fueron llamados a seguir al Maestro. Formar parte de una comunidad abigarrada, "con tantas culturas, lenguas y sensibilidades" como la del Pontificio Colegio Urbano, es un gran don del que uno puede enriquecerse abriéndose a los demás, a su mundo, observó el Papa, que los animó a "vivir sin miedo el desafío de la fraternidad, incluso cuando exige dificultades y renuncias".
"Nuestro mundo, y también la Iglesia, necesitan testigos de fraternidad: que vosotros lo seáis, ya desde ahora, cuando volváis a vuestras diócesis y países"
"Nuestro mundo, y también la Iglesia, necesitan testigos de fraternidad: que vosotros lo seáis, ya desde ahora, cuando volváis a vuestras diócesis y países, a menudo marcados por divisiones y conflictos. Y también testigos de la alegría: 'a alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de discípulos'; la 'alegría misionera' que 'tiene siempre la dinámica del éxodo y del don'.
Apertura al diálogo
Por último, les dijo el Pontífice, es necesario abrirse al diálogo "con Dios, en la oración, que es también un éxodo de nuestro yo para acogerle". Entonces, aclaró Francisco, abiertos "al diálogo fraterno, en una apertura radical al otro". Y si Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris missio enseña que "el estilo propio del misionero" debe ser el diálogo, añade el Papa, "Jesús nos lo mostró haciéndose hombre, abrazando los dramas, los interrogantes y las expectativas de la humanidad doliente en busca de paz".
"El mundo necesita diálogo, necesita paz. Y necesita hombres y mujeres que sean sus testigos. Os animo a poneros en la escuela de esos 'mártires del diálogo' que, incluso en algunos de vuestros propios países, han recorrido valientemente este camino para ser constructores de paz. No tengáis miedo de recorrerlo también hasta el final, yendo a contracorriente y compartiendo a Jesús, comunicando la fe que Él te ha dado".
Etiquetas