"Francisco es un faro de misericordia y tiene paciencia infinita", asegura el decano de la Rota Monseñor Pinto: "Las 'dudas' de los cuatro cardenales son una bofetada en la cara al Papa"
(Cameron Doody).- Aunque no dijera que los cuatro cardenales disidentes Burke, Caffarra, Meisner y Brandmüller podrían perder su cardenalato, el Decano de la Rota Romana, monseñor Pío Vito Pinto, sí carga contra ellos en una nueva entrevista con katholisch.de, llegando a calificar el escándalo que han creado es una "bofetada en la cara" al Papa Francisco.
"No son un concilio con algún tipo de competencias", afea Pinto a los purpurados ultras, recordando no solo que, por el hecho de ser cardenales, estos "están ligados al Papa en mayor grado de lealtad", sino también que la figura del pontífice "representa al don de la unidad, el carisma de Pedro". "Por supuesto que pueden escribir al Papa y mandarle sus preguntas, pero obligarle a que responda y que publique el caso ya es otro asunto".
Para la máxima autoridad de la Iglesia en procesos de nulidad de matrimonio, aunque fuera un acto "muy serio" que los cuatro purpurados publicaran su carta y sus "dudas", no está en cuestión que Francisco les vaya a quitar sus birretas cardenalicias. "Francisco es un faro de misericordia y tiene paciencia infinita", dijo Pinto. "No creo que haga eso. (...) Siendo Papa, podría hacerlo. La manera en la que conozco a Francisco, no lo hará".
Pese a que, según Pinto, los purpurados ultraconservadores no corren el riesgo de quedar fuera del colegio cardenalicio, eso no significa que no merezcan críticas. Empezando con el cardenal Raymond Burke, quien llegó a amenazar a Francisco con hacerle "un acto formal de corrección de un error grave" por algunos de los propósitos que contiene Amoris laetitia.
"Es una locura", insistió Pinto. "Tal concilio de cardenales que pudiera pedirle cuentas al Papa no existe. La tarea de los cardenales es ayudar al Papa en el ejercicio de su oficio, y no bloquearle o darle preceptos". Es más: "Francisco no solamente está en completo acuerdo con la doctrina, sino también con todos sus predecesores del siglo XX, y esa fue una era dorada con papas excelentes: empezando con Pío X".
"Burke, hemos trabajado juntos: me pareció una persona amable", reflexionó Pinto sobre su trato con el prelado americano. "Ahora me gustaría preguntarle: "Eminencia, ¿por qué hizo eso?"".
El prelado italiano tampoco se ahorró reproches para el cardenal Joaquín Meisner, con cuyo proceder Pinto afirma estar igualmente "escandalizado". "Meisner fue un gran obispo de una diócesis importante (Colonia): qué triste que ahora con esta acción ponga una sombra sobre su historia. Meisner, ¡un gran líder espiritual! Que llegara a esto, no me lo esperaba". Por su cercanía a Juan Pablo II y Benedicto XVI, añadió Pinto, el prelado alemán debería haberse dado cuenta de que "Benedicto XVI y Francisco están totalmente de acuerdo sobre el análisis y conclusiones en lo relativo a la cuestión del matrimonio".