El ex prefecto de Doctina de la Fe se ve necesario "para evitar un cisma" Müller arremete, por tercera vez en una semana, contra la decisión del Papa de cesarle

(J. Bastante/Aica).- Dice que "se necesitan puentes para evitar un cisma", pero es la tercera vez, en apenas una semana, en la que arremete contra las formas y el fondo de su cese al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El cardenal Gerhard Müller, antiguo defensor de la Fe, apunta en declaraciones a Passauer Neue Presse que tras 'Amoris Laetitia' se ha abierto "una profunda grieta" en la Iglesia.

Y se ofrece a cerrarla, aunque para ello quiera enmendar la plana al propio Francisco y proponer un encuentro entre los tres cardenales díscolos de las "dubia" (Caffarra, Burke y Brandmuller) y el Papa, en el que él ejercería de introductor, pues afirma tener "la competencia y el sentido de responsabilidad necesarios".

Pese a ello, no duda en amparar a los críticos con Francisco, y en arremeter contra dos de los cardenales que más han defendido al Pontífice y a AL: "La enseñanza de la Iglesia y la práctica pastoral de Walter Kasper, Christoph Schönborn y otros no son convincentes", subraya.

Ni una palabra de su sucesor y anterior colaborador, el jesuita español Luis Ladaria, sj., quien ha viajado a Argentina para participar en el Simposio Internacional de Catequesis que se llevará a cabo del 11 al 14 de julio en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina.

Antes, presidió una misa en la catedral basílica de Salta y Santuario del Señor y la Virgen del Milagro, en la que apuntó que "Jesús nos dice, en primer lugar, que son bienaventurados los pequeños, los pobres, los humildes y no, quienes se creen ser algo en este mundo. Y con esto, el Señor nos está hablando de sí mismo, que vino al mundo y se nos presentó en la humildad; no desde el poder violento, sino desde el poder de la bondad, de la persuasión, como Dios, nuestro Padre".

"Y de ahí viene precisamente el núcleo fundamental, revelándose Jesús con esta pobreza, con esta humildad nos dijo la palabra última y definitiva sobre Dios, nos dijo que Dios es su Padre y que Él es el Hijo y, que entre el Padre y el Hijo, existe un mutuo conocimiento que va más allá de lo que nosotros podamos pensar, pero que es una intimidad profunda de amor en el Espíritu Santo", añadió el nuevo prefecto de Doctrina de la Fe.

"Nuestra filiación -añadió más adelante- lleva consigo inevitablemente nuestra fraternidad, somos hijos del mismo Padre, somos hermanos. Somos los hermanos de Jesucristo, somos hermanos entre nosotros y ahí tenemos esta profunda unión que el Señor nos ha enseñado entre el amor de Dios, el amor al prójimo", indicó.

El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe concluyó su homilía pidiendo al Señor "le conceda a la Argentina, en esta fecha tan señalada en su historia que hoy se celebra, que la vida cristiana este aquí siempre presente y que esta unión de las divinas personas que el Señor quiere comunicarnos a nosotros, nos ayude a ser partícipes de este gozo y de esta unión, que fructifique en frutos de fraternidad, de amor, de paz, de justicia entre todos".

Volver arriba