El comisario pontificio del Instituto del Verbo Encarnado les pide 'sentire cum Ecclesia' Nuevo varapalo de Santos Abril al IVE: "Se ha obrado sin mi conocimiento en una lista de actuaciones ilegales interminable"
El cardenal Santos Abril, en su condición de comisario pontificio del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), envió el pasado 19 de abril -cuatro días antes de producirse el fallecimiento del polémico fundador, Carlos Miguel Buelda- una carta a todos los religiosos de esa institución en las que les muestra “algunas inquietudes que me parecen importantes”
Recalca la carta de Santos Abril que tanto él como su consejo asesor “hemos sido puestos de lado y se ha obrado sin nuestro conocimiento” por parte de los provinciales, en una lista de “actuaciones ilegales [que] sería interminable”
De nuevo, y como ya había hecho en misivas anteriores el comisario, expone que “con gran dolor he sido informado” de “la presencia del P. Buela en Acilia el pasado mes de marzo, presencia realizada sin mi conocimiento ni permiso”, un “hecho realmente grave” por la “continua desobediencia hacia las normas de la Iglesia con la continua promoción del P. Buela por parte de los superiores”
De nuevo, y como ya había hecho en misivas anteriores el comisario, expone que “con gran dolor he sido informado” de “la presencia del P. Buela en Acilia el pasado mes de marzo, presencia realizada sin mi conocimiento ni permiso”, un “hecho realmente grave” por la “continua desobediencia hacia las normas de la Iglesia con la continua promoción del P. Buela por parte de los superiores”
El cardenal Santos Abril, en su condición de comisario pontificio del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), envió el pasado 19 de abril -cuatro días antes de producirse el fallecimiento del polémico fundador, Carlos Miguel Buelda- una carta a todos los religiosos de esa institución en las que les muestra “algunas inquietudes que me parecen importantes”. Se trata de un nuevo varapalo tras la carta que le hizo llegar el 5 de octubre de 2022 y en la que ya se quejaba amargamente del "gobierno en la sombra" de antiguos responsables de esa organización.
Entre estas inquietudes que ahora expone, algunas tienen que ver con “una vida comunitaria de calidad”, indicando al respecto que en el IVE se han detectado “numerosas presencias, unas 70, que difícilmente se las puede llamar comunidades, con apenas uno o dos religiosos. Y del resto de las presencias, muchas de ellas ni siquiera están canónicamente erigidas”.
No menos de 3 religiosos por comunidad
Se trata de una situación que, como apunta el purpurado español, “afecta seriamente a la vida del Instituto”, recalcando que según las constituciones, “se está pensando en que lo normal serían comunidades de al menos 3 religiosos”, porque de lo contrario “se ven gravemente afectadas en la calidad de su vida fraterna”.
En ese sentido, el comisario pontificio recuerda que en los últimos años, “con información todavía incompleta”, 275 religiosos (la mayoría sacerdotes) han abandonado el IVE, ha habido 125 reducciones al estado laical, 52 incardinaciones en otras diócesis, 5 procesos levantados por Doctrina de la Fe, 11 expulsiones y casi 50 exclaustraciones.
Como consecuencia de estas numerosas presencias, Santos Abril muestra también su preocupación por “un mapa de IVE muy distorsionado”. “Partiendo de las estadísticas presentadas, el número de religiosos profesos en el IVE correspondería a dos provincias medianas de cualquier instituto religioso, mientras que en el IVE hay 13 Provincias y 4 Delegaciones”, que se extiende por “44 naciones y casi 100 Diócesis”.
Por ello, y de cara a “un desarrollo armónico del Instituto”, el comisario pide a los superiores provinciales “la prohibición de nuevas pre-fundaciones o fundaciones”, suprimiendo las que se hayan realidad a partir del 29 de junio de 2019; recuerda que sólo el Superior General con su Consejo tiene potestad para trasladar novicios y religiosos de un a provincia a otra; y se prohíbe el paso de religiosos de la vida apostólica a la monástica, y viceversa.
"Hemos sido puestos de lado"
Recalca la carta de Santos Abril que, en cuestiones procedimentales como las anteriores, tanto él como su consejo asesor “hemos sido puestos de lado y se ha obrado sin nuestro conocimiento” por parte de los provinciales, en una lista de “actuaciones ilegales [que] sería interminable”. Por ello, les recuerda que, en su calidad de comisario, a él le corresponden las funciones y atribuciones de Superior General del Instituto.
No menos preocupante le parece al cardenal la situación de la formación en el IVE, que “necesita una profunda revisión”, así como la “maduración de un correcto ‘sentire cum Ecclesia’ y la necesidad de un paso de conversión interior para lograrlo”. “Después de 30 años de intervenciones de la Santa Sede y siendo el cuarto Comisario Pontifico, las cosas poco han cambiado”, reconoce monseñor Abril.
De nuevo, y como ya había hecho en misivas anteriores el comisario, expone que “con gran dolor he sido informado” de “la presencia del P. Buela en Acilia el pasado mes de marzo, presencia realizada sin mi conocimiento ni permiso”, un “hecho realmente grave” por la “continua desobediencia hacia las normas de la Iglesia con la continua promoción del P. Buela por parte de los superiores”.
Por ello, les recuerda que Benedicto XVI prohibió a Buela “cualquier injerencia en el gobierno y en la marcha “del IVE, prohibición, añade, ratificada por Francisco, “y puestos a recordar, tengan todos los religiosos (y religiosas) presente que por el voto de obediencia se obligan a obedecer al Sumo Pontífice, como a su Superior Supremo”.
Una necesaria conversión
Finalmente, Santos Abril les envía a todos un saludo pascal lleno de paz, “pero una paz que sólo será posible si cada uno de los miembros del Instituto madura un sincero sentire cum Ecclesia dando el necesario paso de conversión interior para lograrlo”.
Cuatro días después de la fecha de esta notificación, Carlos Buela -el creador del IVE en 1984, en Argentina- fallecía en Génova a los 82 años. En 2010 fue separado de toda tarea de gobierno y enviado a residir en un monasterio, sin ningún tipo de contacto con su antigua obra, acusado de números delitos de abusos de poder y sexuales con miembros de la institución.
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