Lombardi reconoce que se ha optado por la "reserva" para "tutelar la reflexión" Sodano y Bertone impusieron el silencio a los cardenales estadounidenses a cambio de informar sobre el Vatileaks
(J. Bastante, enviado especial al Vaticano).- La salida de la cuarta congregación de cardenales dejó en los ambientes periodísticos un mal sabor de boca, toda vez que, salvo casos aislados, ningún cardenal quiso -o pudo- ofrecer información alguna sobre lo debatido en el Aula Pablo VI. Un silencio que, según fuentes vaticanas, ha sido la condición impuesta por los cardenales Sodano y Bertone para permitir el acceso a ciertas partes del Vatileaks. Especialmente dirigido a los cardenales norteamericanos, que anularon sus briefings apuntando estar "comprometidos con la transparencia".
Tanto fue así, que buena parte de las preguntas del briefing con Federico Lombardi giraron en torno a este silencio. ¿Impuesto? Al parecer sí, que "en armonía con el resto del Colegio se establezca sí y cómo comunicar".
Causó especial malestar la anulación de los briefings de los purpurados norteamericanos. En este punto, Lombardi insistió en que "las congregaciones no son un sínodo ni un congreso de los que se intenta dar la mayor información posible, si no un camino conjunto de maduración para llegar a la decisión de elegir al Romano Pontífice".
"En este sentido -prosiguió-, la tradición de este camino es la de reserva para tutelar la libertad de reflexión de cada uno de los miembros del Colegio cardenalicio que tiene que tomar una decisión tan importante".
"No me sorprende, por tanto, que a lo largo de este camino haya, al principio, momentos de apertura y comunicación, y que después, en armonía con el resto del Colegio se establezca sí y cómo comunicar", concluyó.
Horas después,, la Conferencia Episcopal estadounidense apuntaba que "debido a la preocupación por las filtraciones que se han producido en la prensa italiana que, incumplen la confidencialidad, el Colegio de Cardenales ha acordado no dar entrevistas".
En esta segunda comunicación, firmada por la jefa de prensa de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos, la hermana Mary Ann Walsh, purpurados norteamericanos defienden la transparencia y la información a la prensa y al público en general.
"Los cardenales de EE.UU. están comprometidos con la transparencia y han tenido el placer de compartir una un proceso de visión general de su trabajo con los miembros de los medios de comunicación y con el público, con el fin de informar al tiempo que se garantizaba la confidencialidad de las Congregaciones Generales", señala el comunicado, que deja en evidencia de nuevo la política comunicativa de la Santa Sede.
Otro argumento para este silencio ha sido la fecha del Cónclave. O su ausencia. "En el Colegio -ha precisado Lombardi- hay una gran voluntad de preparación, seria, profunda y sin prisas. Quizás por esa situación no ha parecido oportuno plantear todavía una votación sobre la fecha del Cónclave que, buena parte del Colegio, podría sentir como algo forzado en su dinámica de discernimiento. También hay que tener en cuenta que faltan todavía algunos cardenales por llegar y sería una muestra de respeto hacia ellos esperar hasta que el Colegio estuviera completo". Sí podría votarse mañana, cuando los cardenales se reunirán en sesiones de mañana y tarde.
En todo caso, todavía faltan por llegar dos cardenales con derecho a voto: el de Varsovia, que lo hará esta tarde, y el vietnamita, que lo hará mañana. Al fin, apareció Lehman.
Por último, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha confirmado que "el anillo del pescador ha sido rayado", es decir inutilizado.