Arranca la cuarta congregación a la espera de si llegará ya Lehmann Sodano da vía libre a los cardenales para informarse sobre el "Vatileaks"
(Jesús Bastante, enviado especial al Vaticano).- Miércoles plomizo, con viento recio y amenaza de lluvia en la plaza de San Pedro. Los cardenales han optado en esta ocasión, en su gran mayoría, por el automóvil, y apenas se han dejado ver en la entrada del Aula Pablo VI. Prosigue el silencio "ad extra", aunque en el interior de la sala,y tras las presiones de cardenales norteamericanos, brasileños y, en especial, de Schonborn y Kasper, el decano Sodano ha dado vía libre a los purpurados a que puedan preguntar a los cardenales "007" sobre algunos contenidos del "Vatileaks".
Más que decidir cuándo arranca el Cónclave, las congregaciones generales están girando en torno a tres cuestiones base: la nueva evangelización, una mayor colegialidad y diálogo entre la Curia, el colegio cardenalicio y los episcopados nacionales; y el conocimiento de los escándalos más allá de los titulares de prensa.
Aunque Benedicto XVI dejó dicho que las conclusiones del informe sobre el "Vatileaks" encargado a los cardenales Tomko, Herranz y De Giorgi sólo serían reveladas al próximo Papa, varios cardenales presionaron para, al menos, tener la libertad de conocer algunos criterios generales y formarse una opinión lo más cercana posible a la realidad. Tras escuchar varias intervenciones, el decano del Colegio cardenalicio, Angelo Sodano, aceptó que los purpurados tendrían libertad para preguntar a los "007".
Entretanto, ya se empiezan a ver distintas actitudes a la salida del precónclave. Pese a la imposición del silencio general, que la mayor parte de los cardenales están cumpliendo, los obispos norteamericanos enlazan briefing tras briefing en su sede, reclamando más información y dejando caer que necesitan "más tiempo" antes de convocar el Cónclave, con la idea de que éste sea corto y se pueda entrar al mismo con pocos candidatos reales. Porque, a diferencia de hace ocho años, los "papables" crecen a cada rato.
Muchos purpurados latinoamericanos, comandados por el grupo brasileño, también han solicitado una mayor información sobre las filtraciones de papeles secretos del Vaticano. "No podemos elegir a un Papa sin tener la absoluta seguridad de que no va a aparecer al día siguiente en un papel, y que además ese papel sea conocido por los investigadores. Sería absurdo", proclama, desde el anonimato, un cardenal elector del sur de América.
Entre los purpurados de este continente está causando cierta perplejidad la actitud de los cardenales españoles, que prácticamente no intervienen en las congregaciones, y que al parecer han dejado claro que a ellos no les interesa demasiado conocer más aspectos del "Vatileaks". Quieren un Cónclave tranquilo y se posicionarán con la mayoría.
También resulta extraño que, días después de la Sede Vacante, ayer faltaran aún cuatro cardenales: el alemán Karl Lehmann, el obispo de Hong Kong, John Tong Hon, el vietnamita Jean-Baptiste Pham Minh Mân y el polaco Kazimierz Nycz. Se comprende la situación de los asiáticos, y no parece muy relevante la ausencia de Nycz.
Pero la falta de Lehmann sorprende, y mucho. Desde entornos vaticanos se desconoce si se trata o no de una "estrategia" del purpurado alemán, quien fuera sumamente crítico con la elección de Joseph Ratzinger (no acudió a la primera comida ofrecida por el entonces nuevo Papa a los purpurados) y que recientemente ha pedido públicamente el acceso de la mujer a puestos de responsabilidad en la Iglesia, y ha declarado que el Cónclave "será largo". ¿Podría haber retrasado su llegada con este objetivo?, se preguntan a las puertas del Aula Pablo VI.
Sea como fuere, parece que hoy tampoco sabremos la fecha de entrada en la Sixtina. Por la tarde, los cardenales se unirán en oración en la basílica de San Pedro. Este mediodía, nuevo briefing del portavoz Lombardi. Y, antes, de nuevo la salida de los cardenales. Que, si nada lo evita, continuarán en silencio absoluto ante la prensa.