Publica una nueva diatriba anti-Bergoglio, un mes después de sus primeros ataques Viganó quema sus naves y se lanza, a tumba abierta, contra Francisco

(J. Bastante/Agencias).- Un mes después de lanzar su 'bomba' y esconderse, el ex nuncio Carlo Maria Viganò ha vuelto a salir de su escondrijo para volver a arremeter, a tumba abierta, contra el Papa Francisco, en lo que asegura, en tono apocalíptico, es "una batalla contra el viejo dragón".

Sin revelar dónde se encuentra, ni ofrecer más prueba que sus palabras, Viganó vuelve a atacar a Francisco y a alguno de sus colaboradores, como el prefecto de la Congregación de Obispos, Mac Ouellet, a quien acusa de"rendición" frente a los postulados de Amoris Laetitia y le conmina a "que testifique la verdad", sacando a la luz "documentos clave" sobre McCarrick que, insiste, obran en poder del purpurado.

Sobre Bergoglio, Viganó asegura en su nueva carta que "ni el Papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio". Al ex nuncio parece molestarle sobremanera que el Papa no le haya respondido directamente, aunque cree que sí lo ha hecho en las homilías de Santa Marta.

"La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a las peticiones de rendición de cuentas por parte de los fieles difícilmente concuerdan con sus llamados a la transparencia y la construcción de puentes", asegura, utilizando las mismas comparaciones con el conglomerado mediático rigorista que lo soporta.

"¿Se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y sobre los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saberlo", culmina Viganó.

"El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y así evitar nuevas víctimas, se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia", vuelve a clamar el ex nuncio, autodenominado luchador por la 'verdad'.

"Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al mismísimo sucesor de Pedro, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi testimonio es verdad", añade el prelado, que se compara con el mismísimo Jesucristo:" Cristo murió por la Iglesia, y Pedro, Servus servorum Dei, es el primero llamado a servir a la esposa de Cristo".

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