El 'tesorero de Francisco' está contento en Roma, aunque le "costó salir" de África Juan Antonio Guerrero: "Al Papa le preocupa que el dinero pueda corrompernos"
"En el nivel espiritual, el Papa es muy consciente de que el dinero es una de las tentaciones universales del ser humano y que puede ensuciar la misión de la Iglesia; por ello le preocupa el modo como los hombres de Iglesia nos relacionamos con él y que pueda corrompernos"
"Al Papa, más que las finanzas, le preocupan sus consecuencias para las personas: que unas finanzas que no pongan a la persona en el centro dejen rezagados o descartados, que impidan a las personas vivir vida de hijos e hijas de Dios"
| Jesuitas/J. Lorenzo
Es 'el tesorero del Papa', el hombre designado por Francisco para poner orden en las convulsas finanzas vaticanas desde la Secretaría de Economía del Vaticano. Una labor en sí ya muy meritoria viniendo de dónde se partía, de ahí que el nombramiento del español Juan Antonio Guerrero sorprendiera en su día -para bien- porque no se trataba de nadie que venía del mundo financiero puro y duro, de los conciliábulos del dinero, sino de África, de compartir con los que menos tienen, una salida de un continente y de su gente, que, como confiesa en el número de verano de la revista 'Jesuitas', le costó sao suyo.
Preguntado por cuál es la mayor preocupación del Papa en el tema de las finanzas vaticanas, Guerrero señala que, "en el nivel espiritual, el Papa es muy consciente de que el dinero es una de las tentaciones universales del ser humano y que puede ensuciar la misión de la Iglesia; por ello le preocupa el modo como los hombres de Iglesia nos relacionamos con él y que pueda corrompernos".
Unas finanzas que resten credibilidad
"Concretando en las finanzas del Vaticano -prosigue Guerreo-, creo que lo que le preocupa es que no estén bien ordenadas al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia, que no seamos generosos y resten credibilidad a la misión. Más en general, saliendo del Vaticano, creo que al Papa, más que las finanzas, le preocupan sus consecuencias para las personas: que unas finanzas que no pongan a la persona en el centro dejen rezagados o descartados, que impidan a las personas vivir vida de hijos e hijas de Dios, en fraternidad, que sean destructivas del entorno...".
"También estoy contento en Roma"
"A África fui con mucha ilusión y me costó salir, pero en Roma también estoy contento. He tenido muchos cambios de este tipo a lo largo de la vida. En la Compañía de Jesús, desde el noviciado, se nos acostumbra a ello. El sitio donde estamos o la actividad que desarrollamos son un poco secundarios, te puede gustar más un sitio o una actividad que otros, pero lo importante es que todos te pongan en relación con el Señor, que es quien te envía", añade el jesuita extremeño.
África me conectaba con un aspecto importante de mi vocación jesuita, poder servir y estar cerca de los más pobres
En todo caso, Guerrero confiesa en el número de la revista de la Compañía de Jesús en España que, "estos cambios, aparentemente desestabilizadores, me gustan porque te centran en lo que importa y ponen el corazón en su sitio. Al final solo hacemos una cosa, siempre la misma, buscar a Dios, escucharle, tratar de servirle a Él y a los hermanos lo mejor que sabemos. África me conectaba con un aspecto importante de mi vocación jesuita, poder servir y estar cerca de los más pobres. El servicio de ahora en Roma permite ejercer otro aspecto muy central de la propia vocación: obedecer al Papa de un modo que es un privilegio".
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