Francisco dejó atrás su estado de gravedad y ahora la pregunta es si le acompañarán las fuerzas ¿Cómo será la vuelta a la actividad del Papa?

Cabe preguntarse en qué condiciones saldrá realmente Francisco del hospital, si seguirá teniendo el ritmo de trabajo que lo caracterizó, si continuará viajando y si considera que está en condiciones como para gobernar la Iglesia o preferiría renunciar
(Valores Religiosos).- El boletín médico de este lunes pasado indica que se ve la luz al fondo del túnel: el papa Francisco no está en peligro inminente de vida, aunque la situación sigue complicada. Tampoco se sabe cuándo le darán de alta de manera que pueda volver a la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, pero la tendencia es a mejorar. Levantar el "pronóstico reservado" significa que fue superada la fase en la que los médicos no podrían prever las chances de recuperación.
El boletín del hospital tendrá a repetirse y probablemente será menos frecuente, los médicos aprovecharán para tratar de que salga lo más en forma posible y gracias la dieta que está siguiendo, con menos peso, favoreciendo a sus rodillas y los consecuentes desplazamientos.
La pregunta entretanto que se plantea es en qué condiciones saldrá realmente el Santo Padre, si seguirá teniendo el ritmo de trabajo que le ha caracterizado, si logrará realizar viajes, si él considera que será adecuado para gobernar la Iglesia o preferiría renunciar.
Una eventual renuncia podría no ser inminente
Hay que tener presente que una eventual renuncia podría no ser inminente: los privilegios espirituales que concede el Jubileo 2025 actualmente en curso están directamente ligados a la persona del Pontífice, como indicó Mons. Rino Fisichella, responsable de la organización del Jubileo, en rueda de prensa algunos meses atrás. O sea que si el Pontífice renunciara o falleciera, el Jubileo quedaría suspendido.

Las palabras que el Papa quiso grabar el jueves, destinadas a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, que rezaban el rosario cotidiano por su recuperación, emocionaron hasta las lágrimas, pero el hilo de voz, débil e irreconocibles, difícil de entender, incluso para quien habla el mismo idioma del Pontífice, causó también temor de que después de su recuperación -que se prospecta larga- Francisco pudiera no tener las fuerzas suficientes para sujetar el timón de la Barca de Pedro.
“Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias”, dijo en la grabación el papa Francisco.
Nueva perspectiva
Por su parte, el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos y la Familia puede sentirse más tranquilo, es él quien tiene en sus manos la carta de renuncia que le firmó y le presentó en el 2013 el papa Francisco, previendo una eventual situación de incapacidad permanente para gobernar la Iglesia. Y en el caso de que la situación del Pontífice empeorara y tuviera que ser entubado, con el consecuente coma inducido, el camarlengo, este cardenal podría aceptar la renuncia firmada. Ante la nueva perspectiva médica, eventualmente sería el mismo Francisco quien decidiría.

“En el Policlínico Gemelli estamos preocupados pero viviendo un ambiente muy bueno, todos sabemos que el Papa Francisco está aquí, y los médicos y enfermeros, como el personal que trabaja, rezamos y ofrecemos los pequeños sacrificios de cada día pidiendo por la salud del Santo Padre”, declaró un médico del hospital interrogado por Valores Religiosos
El temor expresado por diversos especialistas en entrevistas publicadas por diarios italianos, es que si se restablece, no pueda llevar una vida normal. Actualmente está con períodos de oxigenación y algunas horas al día con ventilación mecánica, con una máscara que cubre boca y nariz y un aparato que bombea rítmicamente aire a los pulmones, permitiendo oxigenar y expulsar el Co2.
Despachos con Parolin
Mientras tanto prosigue en Roma el Año jubilar, este domingo fue con el Jubileo de los Voluntarios. Siguen además los principales empeños en agenda. El cardenal secretario de estado Pietro Parolín, está visitando al Sucesor de Pedro con una cierta regularidad y probablemente despachando algunos asuntos urgentes.
Entre las ausencias más sentidas fue la del Miércoles de Ceniza en la Ciudad Eterna con la tradicional peregrinación en el monte Aventino, desde la basílica de San Anselmo hasta la cercana Basílica de Santa Sabina, esta vez pero, sin la presencia de Francisco, que en los dos últimos años allí la esperaba para celebrar la misa y el rito de las cenizas, aunque ya sin participar en la procesión como en años precedentes.
Y mientras la salud del papa Francisco se encuentra estable pero no enteramente fuera de peligro, la maratón de oraciones prosigue no solo en el Vaticano con el rosario de la noche. Desde todo el mundo llegan noticias de las oraciones de católicos, cristianos y de otras religiones, que le desean una completa recuperación.
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