"El martirio de nuestros cuatro hermanos es un grito de paz" "Amaron hasta el final": Maristas celebra el 25 aniversario de los mártires de Bugobe
Este domingo 31 de octubre se cumplen 25 años del asesinato de cuatro Hermanos maristas que dieron su vida por estar al lado de los miles de refugiados de Nyamirangwe, cercano a la región congoleña de Bugobe
Sus nombres eran Servando, Julio, Fernando y Miguel Ángel. En este 25 aniversario honramos su memoria y nos acordamos de todas las víctimas de la guerra y la sinrazón
En el momento de los ataques, optaron por vivir su fraternidad con los refugiados, por ser hermanos de esas personas y no abandonarles. Fueron hermanos hasta el final
Desde entonces, cada año, en estas fechas, los hermanos y laicos maristas de todo el mundo hemos conmemorado su ejemplo y testimonio de vida
En el momento de los ataques, optaron por vivir su fraternidad con los refugiados, por ser hermanos de esas personas y no abandonarles. Fueron hermanos hasta el final
Desde entonces, cada año, en estas fechas, los hermanos y laicos maristas de todo el mundo hemos conmemorado su ejemplo y testimonio de vida
(Maristas).- “Lo que está pasando es demasiado grave. A todos los refugiados de esta región que han abandonado los campos, se está juntando en este momento toda la población de Bukavu, que son otras 500.000 personas que están pasando por delante de nosotros ahora mismo sin saber dónde van por miedo a los ataques”.
Estas son las palabras del Hermano marista Servando Mayor en una entrevista en Radio COPE el 30 de octubre de 1996, un día antes de que fuera asesinado en el campo de refugiados de Bugobe (ex Zaire) junto a otros tres Hermanos, Julio Rodríguez, Fernando de la Fuente y Miguel Ángel Isla.
Este domingo 31 de octubre se cumplen 25 años del asesinato de estos cuatro maristas, que dieron su vida por estar al lado de los miles de niños, hombres y mujeres que vivían en el campo de refugiados de Nyamirangwe, cercano a la región congoleña de Bugobe (lo que entonces era Zaire, hoy República Democrática del Congo).
En este 25 aniversario honramos su memoria y nos acordamos de todas las víctimas de la guerra y la sinrazón. “El martirio de nuestros cuatro hermanos es un grito de paz, de compasión, de solidaridad y de fraternidad ante la violencia, la discriminación y el odio que siguen vivos en nuestro mundo”, expone el Hermano marista José María Ferre, portavoz hace 25 años de esta situación en los medios de comunicación españoles.
La misión de Servando, Julio, Fernando y Miguel Ángel había comenzado en 1995 respondiendo a la llamada de la Administración General marista en Roma, que los había convocado para abrir una comunidad de Hermanos maristas en el campo de refugiados y servir a los millares de personas que allí vivían en muy duras condiciones, asegurando la educación a los niños, ayudando en la liturgia y proporcionando multitud de servicios con el coche y con el molino.
Miguel Ángel Isla era burgalés, pero desde joven había vivido en Argentina; luego marchó al continente africano y estaba trabajando en Costa de Marfil. Fernando de la Fuente, también español, tenía nacionalidad chilena, país en el que llevaba viviendo y trabajando muchos años. Servando Mayor era burgalés, siempre trabajó en Andalucía como profesor y al frente de las actividades pastorales. Julio Rodríguez nació en Valladolid, trabajó en diversos colegios de la llamada Provincia de Madrid y llevaba ya varios años como misionero en el Congo.
Cuando llegaron a esta región fronteriza de la República Democrática del Congo, hacía poco tiempo del genocidio tribal que se produjo en Ruanda, muchas personas habían huido del país y se habían refugiado en territorios colindantes.
Los cuatro enfrentaron el reto de formar una comunidad religiosa de hermanos consagrados a Jesús y a la misión del fundador de los Hermanos Maristas, san Marcelino Champagnat. En el momento de los ataques, optaron por vivir su fraternidad con los refugiados, por ser hermanos de esas personas y no abandonarles. Fueron hermanos hasta el final. Una anciana lo testimoniaba diciendo: “Sois el único signo de que Dios no nos ha dejado y que nos sigue queriendo…”.
Desde entonces, cada año, en estas fechas, los hermanos y laicos maristas de todo el mundo hemos conmemorado su ejemplo y testimonio de vida. Este 2021 se están celebrando oraciones diarias a lo largo de esta semana en muchos de nuestros colegios. Por otra parte, la ONGD marista SED (Solidaridad, Educación y Desarrollo) ha puesto en marcha un proyecto para construir un edificio de aulas en Costa de Marfil, en el que figurará una placa conmemorativa por los Mártires de Bugobe.
“Los cuatro Hermanos de Bugobe han sido y siguen siendo nuestros profetas, con su vida y con su muerte. Y muchos otros con ellos. No podemos dejar de escucharlos ni permitir que se apague su grito” (Hno. José María Ferre).
La Provincia Ibérica Marista es una de las cuatro provincias que la congregación religiosa católica Hermanos Maristas de la Enseñanza tiene en España. Esta provincia está presente en siete comunidades autónomas (País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón, Castilla La Mancha, Madrid y Extremadura) y cuenta con 18 obras educativas. En la actualidad, más de 17.000 alumnos estudian en estas obras educativas, en las que trabajan alrededor de 1.300 profesionales, entre profesores y personal de administración y servicios.
Los hermanos y laicos maristas se identifican con unos rasgos característicos en cuanto a pedagogía y valores: sencillez, espíritu de familia, amor al trabajo, pedagogía de la presencia y hacer las cosas al estilo de María. La educación marista se inspira en los principios de su fundador, san Marcelino Champagnat, y participa de la misión evangelizadora de la Iglesia católica, promoviendo la educación integral de los niños y jóvenes.
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