Los salesianos celebran hoy el 132 aniversario de la muerte de su fundador “No con golpes, sino con amor”: el revolucionario mensaje de Don Bosco, más vivo que nunca
Don Bosco fue mucho más que un sacerdote que fundó una congregación: trabajó en multitud de oficios, escribió una treintena de libros y miles de cartas y fue el primero en defender los derechos de los niños, de los trabajadores y de las personas desde la perspectiva cristiana
“Tira una línea desde Pekín a Santiago, haz centro en el corazón de África y tendrás una idea exacta de cuánto deben hacer los salesianos…”
| Misiones Salesianas
El mundo entero celebra hoy la fiesta de Don Bosco 132 años después de su muerte, pero su espíritu y su mensaje siguen más vivos que nunca entre los jóvenes de los cinco continentes. “No con golpes, sino con amor” fue el revolucionario método de enseñanza que puso en práctica por primera vez un Día de la Inmaculada de 1841 cuando al joven Bartolomé Garelli le preguntó si sabía silbar y se lo ganó para siempre con un avemaría. Ahí empezó, con el Sistema Preventivo, todo lo que festejamos hoy.
Don Bosco fue mucho más que un sacerdote que fundó una congregación: trabajó en multitud de oficios, escribió una treintena de libros y miles de cartas y fue el primero en defender los derechos de los niños, de los trabajadores y de las personas desde la perspectiva cristiana. De hecho, es el patrono de multitud de trabajos, regiones y hasta países por su carisma y su entrega a los jóvenes más desfavorecidos “hasta su último aliento”, como él mismo decía.
Durante todo el mes de enero la figura de Don Bosco ha presidido todo tipo de iniciativas colegiales: concursos de todo tipo, competiciones deportivas, actividades solidarias,… pero el fundador de los Salesianos es mucho más y su influencia y la celebración se extienden también a parroquias, centros juveniles, clubes deportivos, hogares, albergues, comedores, residencias, universidades, hospitales y hasta emisoras de radio… y no sólo de los Salesianos, sino también de otras ramas de la Familia Salesiana, que incluye Hijas de María Auxiliadora, ONG, plataformas sociales, fundaciones y, por supuesto, a los antiguos alumnos.
El sueño que tuvo a los 9 años, y que sólo supo interpretar su madre, Mamá Margarita, marcó su vocación y fue el inicio de la realidad salesiana que alcanza hoy todo el mundo: “He aquí tu campo, he aquí donde tienes que trabajar. Hazte humilde, fuerte, robusto; y cuanto veas que ocurre ahora con estos animales feroces lo deberás hacer tú con mis hijos”, le dijo una mujer inmaculada.
Años después, su espíritu misionero también tuvo su sueño: “Tira una línea desde Pekín a Santiago, haz centro en el corazón de África y tendrás una idea exacta de cuánto deben hacer los salesianos…” que hoy se ha traducido en más de 14.500 salesianos repartidos en casi 2.000 presencias de más de 130 países y que atienden a millones de personas cada día, especialmente en el ámbito de la educación y sobre todo a los más débiles, desfavorecidos y vulnerables.
El sistema de enseñanza de Don Bosco consistía en desarrollar el sentido de la responsabilidad, en suprimir la desobediencia, en saber apreciar los esfuerzos de los chicos y en una gran amistad. El “Padre y Maestro de la Juventud”, como lo bautizó san Juan Pablo II en 1988, sigue de actualidad y formando a “buenos cristianos y honrados ciudadanos” por todo el mundo y bajo la protección de la Virgen Auxiliadora.