Para inaugurar la Mega Ofrenda de la Basílica de Guadalupe, el cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, sus Obispos Auxiliares y un número importante de presbíteros de la Arquidiócesis de México hicieron el rezo de las segundas Vísperas, que en la Liturgia de las Horas es la oración de la tarde. Posteriormente, el Arzobispo de México hizo la dedicación del altar a la Divina Misericordia.
Cabe señalar que la Mega Ofrenda de la Basílica de Guadalupe está dedicada a los muertos de los tiempos actuales, mismos que están representados a través de imágenes: víctimas de la violencia, policías muertos en cumplimento de su deber, periodistas, sacerdotes, activistas, migrantes, jóvenes con problemas de adicción, personas depresivas, desaparecidos, y muchos otros grupos de nuestra sociedad actual.
Memorial del Papa Francisco
Con la inauguración de la Mega Ofrenda “Memorial para difuntos” se abre también la oportunidad de usar la aplicación “Franciscus Memorial” o “Memorial del Papa Francisco”, un proyecto multiplataforma que busca conservar la memoria de nuestros difuntos, y al mismo tiempo sirve como herramienta de apoyo para la transmisión de la fe a las nuevas generaciones.
Los fondos que se recauden por el uso de la aplicación serán utilizados para financiar obras concretas en favor de los adultos mayores vulnerables, personas desamparadas y familias en dificultades, a través del fondo de caridad de la Santa Sede.
Dedicación del Altar
El Arzobispo de México dedicó a la Divina Misericordia la Magna Ofrenda que se realizó como recuerdo del amor de Dios manifiesto en todas las personas que han partido de este mundo ya se encuentran en su presencia.
“Bendice este altar -dijo el Cardenal Aguiar a manera de súplica a Dios-, testimonio de la oración y de la comunión de tu Iglesia, para que el pensamiento de los vivos se eleve a la esperanza de lo eterno. Y que desde aquí suban hasta ti las oraciones de los fieles, como sufragio para los que duermen en Cristo, y como alabanza incesante a tu amor”.
Finalmente, el Cardenal Carlos Aguiar pidió a Dios fortaleza para todos los fieles, y “la certeza de la vida futura que tendremos como herencia en Cristo, tu Hijo, Nuestro Señor”.