El ser agradecido creo que siempre ha sido importante para una relación personal. La gratitud entendida como dar las gracias, pero también como el sentimiento de sentirse agradecido. Creo que es una forma de ser y de estar en la vida, pero parece que hoy eso se ha perdido. ¿Alguien se le ocurre dar las gracias cuando te sujetan una puerta, te dan una información o se preocupan de ti? Poca gente…
La mayoría de las personas, sobre todo jóvenes, han perdido ese hábito y la respuesta ante la atención dispensada es el silencio.
Quizá podríamos empezar tomando conciencia de todo aquello que nos rodea y que recibimos gratuitamente: una buena compañía sin solicitarla, una palabra, un presente, una comida echa en casa, el estar al lado de una persona sin que te lo pida… tantos detalles al cabo del día y que seguro que sabéis muchísimo más que yo, pero muchas veces quizá por la cercanía o la rutina, no tomamos conciencia de lo afortunados que somos al recibir tanta gratitud de personas sobre todo queridas y cercanas a nosotros.
Pienso que merece la pena que reflexionemos ahora que estamos a principio de año y que nos encanta hacer tantos propósitos y cambiemos un poco nuestra forma de proceder y ser ante con los demás.