Cada vez que nace un niño es que Dios sigue creyendo en el hombre

Estamos en Navidad, por lo menos eso dice el calendario y los comercios, pero estaréis de acuerdo conmigo que el aura no es de Navidad, yo diría casi de viernes Santo.
Solo tenemos que saber mirar a nuestro alrededor y ¿Qué es lo que vemos? Crisis, hambre, terrorismo, guerras, muertes de civiles y niños, venganza…
Todo esto lo que hace es ensombrecer las luces de la verdadera Navidad, el ambiente de alegría e inocencia infantil que todavía queda. Pero no olvidemos que Él se mezcló con el destino de todas estas vidas destruidas. Él mismo nació en un pesebre o cuadra, que llamamos hoy, para animales porque no había lugar para María en ninguna posada. Sin embargo, más tarde, ese mismo Jesús nos dirá: “Quien recibe a estos mis hermanos más pequeños, me recibe a mí”. Solo será Navidad cuando de verdad se dé esta acogida.
No olvidemos que Dios no es un juez que juzga todas nuestras acciones. Es un niño y como tal, no juzga a nadie, no amenaza, solo quiere vivir y ser querido.
Una vez una persona me dijo una frase que hoy quiero compartir con vosotros: “Todo niño quiere se hombre. Todo hombre quiere ser rey. Todo rey quiere ser “dios”. Solo Dios quiso ser niño”.
¡Feliz Navidad a todos y cada uno de vosotros!
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