¿sabemos pasar desapercibidos?
Pasar desapercibido no siempre es fácil, “no se lleva”. Entregarse sin buscar segundas intenciones desde el silencio, cuesta. Y sobre todo, cuando en un momento de tu vida fuiste “alguien” pero ¿qué es ser alguien? si el tiempo y los años te hacen quedarte en la retaguardia…
Es importante que aprendamos a trabajar desde “atrás”. No arriesguemos más de lo necesario, porque los aplausos si tienen que llegar, llegarán, no os preocupéis.
Pienso en este momento en personas con un ego tan sumamente fuerte que ni ellos son conscientes de ello. Prefieren ponerle otra palabra llegando incluso hasta arriesgar su salud por esos primeros puestos sin pensar que la vida es una y que cuando no estemos en este mundo, tan solo dirán: “pobre” sin ser conscientes que esta seguirá de igual forma porque nadie es imprescindible, aunque así lo creamos y los únicos que habrán perdido habrán sido ellos.
Los reconocimientos solo sirven para aumentar un ego falso. No arriesguemos la vida por medallas que quedarán colgadas sin más…No merece la pena. Os lo aseguro.