¡Feliz sábado! De nuevo llegamos al día en el que escuchamos siempre música dedicada a la Virgen. Y hoy vamos a hacerlo de la mano de uno de nuestros compositores que, si bien no son de los de primera fila, deberían serlo con justicia.

Se trata de Fernando de las Infantas (1534-h. 1610), compositor español nacido en Córdoba. Nació en una familia acomodada y, además de dedicarse a componer, era teólogo. No se sabe con certeza si llegó a estar en contacto con la capilla musical del primer templo cordobés. Durante gran parte de su vida solo se dedicó a la música, incluso cuando servía a la corona. Ello le llevó a Italia (en 1572) como diplomático de Felipe II. Allí se quedó varios años más y eso le permitió publicar sus volúmenes de composiciones e incluso tratados musicales muy estimados por sus contemporáneos. Sus últimas publicaciones no fueron obras de música, sino tres tratados teológicos, impresos en París en 1601. Varias de esas obras teológicas fueron prohibidas por la Inquisición.

Disfrutemos de su motete titulado Dignare me laudare te. Es un impresionante himno para siete voces que nos da pie a escuchar fragmentos polifonía que miran directamente al barroco. Fue publicado en una colección titulada Sacrarum varii Styli Cantionum que apareción en Venecia en 1579. La obra posee una gran riqueza y sonoridad a pesar de su brevedad. Está compuesta alrededor de un ostinato en la septima pars, que es justo la voz central, una de las técnicas preferida de nuestro compositor cordobés de hoy.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de The Bevan Family Consort.