Obispos USA agradecen las ayudas a las víctimas del coronavirus Iglesias de Cuba y EE.UU. piden a Trump levantar el embargo por el coronavirus
"Solicitamos al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento inmediato del bloqueo económico financiero y comercial que por más de 60 años ha sido impuesto a Cuba así como a otras naciones", han pedido ambas Iglesias en conjunto
Consideran que estas políticas "genocidas" frenan y limitan la respuesta global a la pandemia
Por su parte, los obispos de EE.UU. quienes elogian a los miembros del Congreso y al Presidente por aprobar y firmar una histórica ley de ayuda económica, para aliviar la presión de quienes sufren los efectos de la crisis del coronavirus
Por su parte, los obispos de EE.UU. quienes elogian a los miembros del Congreso y al Presidente por aprobar y firmar una histórica ley de ayuda económica, para aliviar la presión de quienes sufren los efectos de la crisis del coronavirus
| EFE/Vatican News
Iglesias de Cuba y Estados Unidos se han unido en una petición al Gobierno de Estados Unidos para que levante el embargo financiero y comercial al país ante la crisis que supone la pandemia global del coronavirus causante de la enfermedad Covid-19.
"Solicitamos al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento inmediato del bloqueo económico financiero y comercial que por más de 60 años ha sido impuesto a Cuba así como a otras naciones", pidieron el Consejo de Iglesias de Cuba y su homólogo de Estados Unidos en un comunicado divulgado este domingo por medios estatales del país caribeño.
Asimismo, pidieron que "pare toda manipulación y uso de los intereses políticos y económicos" ante la crisis humanitaria global actual, agudizada y visibilizada por la pandemia de la COVID-19.
También extendieron su llamado al movimiento ecuménico internacional, a todas las iglesias y religiones en los propios Estados Unidos y el mundo, a los gobiernos, a las Naciones Unidas y a todas las personas de buena voluntad, para que se unan en al esfuerzo por una petición global para el levantamiento "inmediato" del "bloqueo", como se denomina en Cuba a esa política de Washington.
Los Consejos de Iglesias cubano y estadounidense se pronuncian además por el cese de toda sanción sobre cualquier país o región, al considerar que estas políticas "genocidas" frenan y limitan la respuesta global a la pandemia del coronavirus.
La misiva suscrita por los presidentes de ambas organizaciones religiosas, Antnio Santana y Jim Winkler, señala que ambas organizaciones religiosas han trabajado juntas en unidad por muchos años por "el derecho a la vida, la salud y el bienestar de todos los habitantes de este mundo".
Recuerdan que la actual crisis humanitaria que atraviesa el mundo provocada por el coronavirus acontece a pocos días de la Semana Santa de 2020 (5-11 abril), la más importante celebración del cristianismo.
Esta semana un grupo de cubanos residentes en Estados Unidos inició una campaña en línea que también pide al presidente de esa nación, Donald Trump, el levantamiento de las restricciones económicas a Cuba, endurecidas por su Administración, mientras dure la epidemia de coronavirus.
Esa petición avalada por más de 7.500 firmas considera que las medidas del embargo establecidas por EE.UU. hacia Cuba impiden que la isla adquiera equipos médicos, alimentos y medicinas y aboga para que Washington "extienda una mano amiga y solidaria al pueblo cubano".
El gobierno del presidente Trump ha desmantelado el acercamiento a la isla que había impulsado su antecesor, Barack Obama
Cinco años después del histórico anuncio del "deshielo" diplomático, Cuba y Estados Unidos pasan por una de las etapas más bajas en su relación bilateral, en la que el gobierno del presidente Trump ha desmantelado el acercamiento a la isla que había impulsado su antecesor, Barack Obama.
La escalada de tensiones se ha ido incrementando en los tres últimos años a medida que EE.UU. ha endurecido no solo la retórica, sino también el embargo de sesenta años con nuevas sanciones que han repercutido con dureza sobre la economía cubana, y en especial sobre la industria turística y los viajes de estadounidenses al país caribeño.
EE.UU.: Gratitud de los obispos ante las ayudas a las víctimas del coronavirus
Mientras en Cuba la sanción estadounidense dificulta el acceso de material médico y alimentos, la Conferencia Episcopal de EE.UU. ha elogiado a los miembros del Congreso y al Presidente por aprobar y firmar la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica ante los efectos del coronavirus, un histórico paquete de ayuda de emergencia para quienes sufren los efectos de la crisis del coronavirus.
“Nosotros estamos agradecidos por muchas disposiciones que aliviarán a los pobres y vulnerables, incluidas varias resoluciones que ayudarán a los empleadores a retener a sus trabajadores”, lo afirma Monseñor Paul S. Coakley, Arzobispo de Oklahoma City, Presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano en nombre los Obispos de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB).
Monseñor Paul S. Coakley señaló que estamos en un momento de dos crisis simultáneas y de propósito común. “Mientras experimentamos una de las peores crisis de salud pública mundial en nuestras vidas – precisó el Prelado – también estamos experimentando la que puede ser la peor crisis económica desde la Gran Depresión”. Sin embargo, y a pesar de la rápida difusión del Covid-19 en todo el mundo, estamos unidos en el objetivo común de cuidar a los enfermos, buscar una cura y elevar el espíritu humano. “Es inspirador – subrayó el Arzobispo de Oklahoma – ver los esfuerzos incansables de los proveedores de atención médica, los empleados de supermercados y otras personas que trabajan para mantenernos seguros y saludables”.
Asimismo, el Presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB afirmó que, el Gobierno de los Estados Unidos ha estado trabajando intensamente para hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus. Por ello, los “miembros del Congreso y el Presidente deben ser elogiados por trabajar juntos durante largas horas y hasta altas horas de la noche para lograr este acuerdo bipartidista, que ofrece alivio de emergencia a millones de estadounidenses que están sufriendo”. Dadas las extraordinarias necesidades de este momento, precisó Monseñor Coakley, este paquete de $2.2 trillones es la acción legislativa más costosa en la historia de Estados Unidos.
Por todo ello, la Iglesia en los Estados Unidos manifestó su gratitud por muchas disposiciones que aliviarán a los pobres y vulnerables, incluidas varias resoluciones que ayudarán a los empleadores a retener a sus trabajadores. También por las provisiones que asistirán a muchas personas que desafortunadamente han sido despedidas y quienes necesitarán ingresos inmediatos, cuando las circunstancias actuales hacen que obtener un nuevo trabajo sea mucho más difícil. “Es bueno que haya asistencia financiera directa para los estadounidenses de bajos y medianos ingresos – subrayó el Arzobispo de Oklahoma – y que habrá una inyección de recursos financieros para hospitales e instituciones de caridad a los que se les pedirá que hagan más que nunca durante esta crisis”.
A pesar de que la ley CARES ACT servirá de ayuda para un buen sector de la sociedad en los Estados Unidos, los Obispos señalan que será necesario ulteriores medidas para afrontar esta crisis, ya que existen algunas áreas donde la ayuda y el alivio pueden mejorar. Por ello, los Prelados afirman: “continuaremos abogando por los más necesitados, por la seguridad alimentaria, por las personas sin hogar, por los prisioneros, por los enfermos que tienen grandes facturas médicas, por todos los estadounidenses que luchan para llegar a fin de mes, y por aquellos que han perdido amigos y seres queridos”. Fue decepcionante que cierta ayuda y socorro no se extendiera a los indocumentados, y extremadamente preocupante que se les negara la prueba y el acceso a la cobertura de atención médica a ciertos inmigrantes. La salud y el bienestar de todos en esta crisis se ve amenazada si alguien se excluye categóricamente de obtener ayuda.
Finalmente, recordando la reflexión que realizó el Papa Francisco este viernes en la Basílica de San Pedro durante el momento de oración, adoración y bendición, centrado en el relato del Evangelio en el que Jesús calma la tormenta en el mar. Monseñor Coakley dijo que, ahora es un momento de gran ansiedad y angustia. Tenemos menos control de lo que pensábamos. Por ello, invitó a vivir esta Cuaresma como un tiempo para volver cada vez más a nuestra fe, para confiar en el Señor incluso en medio de todos estos problemas. Y citando al Papa Francisco, dijo: “el Señor ‘no nos dejará a merced de la tormenta’. Le pedimos al Señor una vez más que nos diga: ‘No temas’ (Mt 28, 5). Y debemos aceptar el consejo de San Pedro: Echa todas tus preocupaciones sobre él porque se preocupa por ti”. (1 Pe 5,7)”.