Apóyate en lo sensible para relacionarte con lo invisible. 59 Año de Oración
Orar ante una imagen
59 Año de preparación para el jubileo 2025
Año de oración
Texto bíblico
“No os hagáis ídolos, ni erijáis imágenes o estelas, ni coloquéis en vuestra tierra piedras talladas para postraros ante ellas, porque yo soy el Señor, vuestro Dios” (Lev 26, 1).
Comentario: orar ante una imagen
En la historia de la Iglesia, se tardaron nueve siglos en aceptar plenamente la representación de Jesús, de la Virgen y de los santos. Las luchas de los iconoclastas costaron muchos mártires, ya que interpretaban que las imágenes eran ídolos. Sin embargo, se llegó a la conclusión de que las imágenes se referían al prototipo. Además, desde el Misterio de la Encarnación, al tomar el Verbo de Dios nuestra naturaleza, lo humano y lo material pueden representar lo divino.
En el posconcilio Vaticano II, se vivió un movimiento iconoclasta, desnudando las iglesias de imágenes de santos, dejando solo el Crucificado y la Virgen. Pero la piedad popular vuelve a centrar su mirada en las imágenes, aunque para muchos sea un recurso menos profundo. La corporeidad es esencial en la relación espiritual, y llamar a los cinco sentidos para que registren la relación orante es una pedagogía necesaria.
Sabemos que Santa Teresa era amiga de las imágenes: “Yo solo podía pensar en Cristo como hombre. Mas es así que jamás le pude representar en mí, por más que leía su hermosura y veía imágenes, sino como quien está ciego o a oscuras, que aunque habla con una persona y ve que está con ella porque sabe cierto que está allí (digo que entiende y cree que está allí, mas no la ve), de esta manera me acaecía a mí cuando pensaba en nuestro Señor. A esta causa era tan amiga de imágenes” (Vida 9, 6).
Propuesta
Apóyate en lo sensible para relacionarte con lo invisible.