Los pacientes no son  ni jóvenes ni viejos sino personas necesitadas de cuidados que tienen nombre. Es una falta de respeto dirigir las personas ricas en años  con nombres estúpidamente cariñosos: abuelito/a, reina, jefe, porque, antes, no se han interesado por el nombre de la persona con quien están tratando. Toda persona de cualquier edad que sea tiene un nombre y por él hay que dirigirse a ella.  No importan los muchos años sino vivirlos muy bien. Para eso lo primero es que cada uno se repete a sí mismo comiendo sano y solo lo necesario, no fumar y no beber en demasía.  La conferencia estuvo cargada de anécdotas y de referencias implícitas a los estudios médicos y antropológicos sobre el trato que diferentes sistemas sanitarios y diferentes culturas dispensan a las personas cargadas de años. Todo esto dijo, y otros muchas cosas dio a entender, Ana Pastor, jefa del servicio de neurocirugía del Complejo hospitalario de Ourense quien dictó una conferencia sobre el edadismo.  Quienes la conocen decían a la salida: “Habló con la misma sencillez, sin prejuicio de la complejidad del tema, que habla con cada uno de los pacientes que van a su consulta. Con cada uno tiene un trato personalizado, está vez habló para todos. El acto, organizado por Antonia y sus 14 compañeras, responsables de echar a andar “Asociación Mujeres+60” llenó el salón noble del Liceo de Ourense.