A pesar del incidente, Antonio Fernández manifiesta que en la ciudad la situación es de normalidad. «Hombre, se nota que falta gente porque no hay peregrinos, pero los autóctonos siguen haciendo vida normal.Las tiendas siguen abiertas, salvo las que se dedican exclusivamente al turismo o las peregrinaciones, y los niños continúan yendo al colegio todos los días», resume el sacerdote.
De igual modo, él también pronto empezará sus clases. «Tendremos visitas arqueológicas todas las semanas», afirma. «La idea es visitar los lugares fundamentales, que están sobre todo en el entorno bíblico de Jerusalén y los alrededores». Las visitas incluyen también Galilea y, además, este año, «vamos a profundizar en toda la parte del sur, del Negev, que está relacionada con el Antonio Testamento, con el viaje del éxodo».
Vigilia de oración
El curso, sin embargo, comenzó con la Jornada de Ayuno y Oración convocada por el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, para el lunes 7 de octubre, a la que se sumó el Papa Francisco y quien posteriormente la abrió para toda la Iglesia.
«Aquí se organizaron diversos encuentros en distintas iglesias de Jerusalén, pero todos ellos con el rezo del rosario. Date cuenta de que el 7 de octubre celebramos la fiesta de la Virgen del Rosario», concluye Antonio Fernández. «La oración y el ayuno es muy importante, porque es el Señor el que hará que surja la paz en los corazones de los hombres».