El Nuncio no termina de encontrar candidatos al episcopado entre el clero El Papa sigue apostando por prelados-pastores: Luis Ángel de las Heras, nuevo obispo de León
El religioso claretiano, tras cuatro años y medio en Mondoñedo-Ferrol, pasa a ocupar la sede leonesa, como paso previo a diócesis de más peso
Prelados en la cincuentena, con experiencia pastoral y conocimiento de la realidad social y política: éste parece ser el modelo de obispos, tras los 'ascensos' de Iceta, Escribano o De las Heras
Omella, Osoro y Auza se esfuerzan por encontrar candidatos al episcopado con claves pastorales, dispuestos a trabajar por la sinodalidad y la reforma de la rígida estructura de la Iglesia española, pero la tarea está resultando complicada: son varias décadas de formación en seminarios y presbiterios netamente conservadores
Omella, Osoro y Auza se esfuerzan por encontrar candidatos al episcopado con claves pastorales, dispuestos a trabajar por la sinodalidad y la reforma de la rígida estructura de la Iglesia española, pero la tarea está resultando complicada: son varias décadas de formación en seminarios y presbiterios netamente conservadores
En esta ocasión, se guardaron las formas, y el nombre únicamente se supo cuando, apenas 24 horas antes de hacerse oficial, la diócesis de Mondoñedo-Ferrol anunciaba la comparecencia de su todavía obispo, Luis Ángel de las Heras, cmf. ¿Para qué? Hoy lo sabemos: para valorar su nombramiento como obispo de León, en sustitución de Julián López. Desde hace días se venía barruntando la sucesión en la sede, pero casi nadie sabía el nombre del elegido.
Una decisión que ha sorprendido mucho -en los mentideros eclesiales se hablaba de él como futuro arzobispo de Compostela-, pero que tiene mucho que ver con las dificultades que el Papa Francisco -y, en su nombre, el nuncio Auza y los cardenales Omella y Osoro- están teniendo a la hora de encontrar candidatos al episcopado que puedan afrontar la necesaria sucesión en las diócesis de nuestro país, y que apuesten por la reforma en clave pastoral y sinodal, y lejos de la rígida estructura forjada durante décadas.
¿Dónde están los candidatos a obispo?
La tarea está resultando complicada: son varias décadas de formación en seminarios y presbiterios netamente conservadores. Esta es la razón por la que todos los nombramientos -con la salvedad del obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, elección personal de Omella- del nuevo Nuncio son ascensos entre obispos (auxiliares o residenciales) ya consagrados.
Y es que, si algo tienen en común las últimas designaciones episcopales, es la de optar por prelados en la cincuentena, con experiencia pastoral y conocimiento de la realidad social y política. Éste parece ser el modelo de obispos, tras los 'ascensos' de Iceta, Escribano o De las Heras a Burgos, Zaragoza y, ahora, León.
Una biografía por escribir
El nuevo prelado de la diócesis de San Froilán y la Virgen del Camino nació en nació en Segovia el 14 de junio de 1963, según su biografía oficial.
A los 14 años entró en el Seminario Menor de los Misioneros Claretianos en Segovia. En 1981 comenzó el año de noviciado de la extinta provincia claretiana de Castilla, integrada hoy en la de Santiago, en Los Negrales (Madrid), donde hizo su primera profesión el 8 de septiembre de 1982.
Este mismo año inició los estudios filosóficos y teológicos en el 'Estudio Teológico Claretiano' de Colmenar Viejo (afiliado a la Universidad Pontificia de Comillas). Emitió la profesión perpetua el 26 de abril de 1986, año en el que conluye la licenciatura en Estudios Eclesiásticos.
Al acabar la formación inicial, fue destinado al grupo encargado de la Pastoral Juvenil en la provincia claretiana de Castilla, conjugándolo con los estudios de la licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia de Comillas, título que obtuvo en 1992.
El 29 de octubre de 1988 fue ordenado sacerdote en la parroquia de San Antonio María Claret de Madrid.
En 1989 fue destinado a las parroquias confiadas a los Misioneros Claretianos en Puente de Vallecas (Santo Ángel de la Guarda y Nuestra Señora de la Aurora), donde ejerce como párroco “in sólidum”. Una de sus principales encomiendas fue el trabajo pastoral con adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión social y con personas marginadas. En 1990, con otros claretianos y laicos de la parroquia, constituyó la Asociación “Proyecto Aurora” (dedicada a la acogida, acompañamiento y apoyo a la rehabilitación de tóxico-dependientes que realizaban el programa “Proyecto Hombre”), de la cual fue director durante seis años.
Durante nueve años colaboró con el equipo de JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación) de la provincia claretiana de Castilla. También acompañó al grupo de reflexión y acción de CONFER España, en el área de Justicia y Paz.
En septiembre de 1995 fue nombrado auxiliar del prefecto de estudiantes en el Seminario Claretiano de Colmenar Viejo (Madrid). Destinado a Los Negrales (Madrid) en 1996, fue allí formador de postulantes, superior y maestro de novicios.
Trasladado de nuevo a Colmenar Viejo en 2004, siendo consultor y vicario provincial de la provincia de Castilla, fue nombrado prefecto de estudiantes (profesos temporales) en una comunidad formativa intercultural de composición y proyección congregacional.
Desde 1998 hasta 2012 fue profesor en el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) y en la Escuela 'Regina Apostolorum' de Madrid, con una pequeña colaboración docente con esta última hasta 2016.
Fue también delegado del Superior para la Formación en la Confederación Claretiana de Aragón, Castilla y León (2004-2007). En 2007 fue elegido consultor y prefecto de Espiritualidad y Formación de la provincia claretiana de Santiago, siendo nombrado también vicario provincial de la misma.
Hasta su nombramiento como obispo de Mondoñedo-Ferrol (16 de marzo de 2016), era superior provincial de los Misioneros Claretianos de la provincia de Santiago (2012-2016) y presidente de CONFER España (2013-2016).
A nivel regional, es el obispo responsable de Cáritas, de la Pastoral Vocacional y la Vida Consagrada en Galicia.
En la Conferencia Episcopal Española, es presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada desde el 4 de marzo de 2020.