El obispo de Alcalá denuncia que el postconcilio y el final del Franquismo trajeron “al enemigo al seno de la Iglesia” Reig Plá asegura que estamos ante un “sistema global” que busca “demoler la tradición católica” en España
![Rouco, junto a Reig, en el funeral del obispo de Zamora](/2019/09/30/vaticano/Rouco-Reig-funeral-obispo-Zamora_2163393655_13953468_660x371.jpg)
“Estamos ante una batalla cultural que, desde siglos, ha ido perfilando sus principios y sus dogmas. Más allá del marxismo o del liberalismo, de la ideología de género y sus consecuencias, la lucha se articula como una guerra desarrollada por los poderosos contra los débiles”
“En aquel momento [década de los 70], en España, se juntó el llamado postconcilio con el cambio de régimen donde se propició una actitud de aceptar todo lo 'nuevo' por ser nuevo sin pararse a distinguir entre lo 'bueno', lo 'menos bueno' y lo pernicioso o 'malo'”
“España, sin lugar a dudas, ha sido un campo a conquistar respecto a la secularización y un laboratorio donde ensayar toda la deconstrucción antropológica, la ideología de género, su derivación en la teoría 'queer', etc. , que después se ha transportado a Hispanoamérica”
“Todas las instituciones de la Iglesia católica en España fueron tentadas con estas propuestas y lograron penetrar en los ámbitos de la enseñanza e incluso en los proyectos pastorales referidos a la vida conyugal y familiar”
“El catolicismo social, con la presencia de los partidos políticos y los sindicatos, con el tiempo se ha ido disolviendo y sólo pueden contemplarse pequeños restos de un naufragio”
“España, sin lugar a dudas, ha sido un campo a conquistar respecto a la secularización y un laboratorio donde ensayar toda la deconstrucción antropológica, la ideología de género, su derivación en la teoría 'queer', etc. , que después se ha transportado a Hispanoamérica”
“Todas las instituciones de la Iglesia católica en España fueron tentadas con estas propuestas y lograron penetrar en los ámbitos de la enseñanza e incluso en los proyectos pastorales referidos a la vida conyugal y familiar”
“El catolicismo social, con la presencia de los partidos políticos y los sindicatos, con el tiempo se ha ido disolviendo y sólo pueden contemplarse pequeños restos de un naufragio”
“El catolicismo social, con la presencia de los partidos políticos y los sindicatos, con el tiempo se ha ido disolviendo y sólo pueden contemplarse pequeños restos de un naufragio”
“El catolicismo social, con la presencia de los partidos políticos y los sindicatos, con el tiempo se ha ido disolviendo y sólo pueden contemplarse pequeños restos de un naufragio (…). Hoy el enemigo está más diluido, e incluso se ha hecho presente en el seno de la Iglesia”. El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Plá, ha escrito una apocalíptica carta pastoral con motivo de un curioso jubileo recordando la victoria en la batalla de Lepanto, para denunciar “un sistema global” de “ingeniería social” que pretende acabar con la tradición cristiana en España, y que hunde sus raíces en “el llamado postconcilio y el cambio de régimen [del franquismo a la democracia] donde se propició una actitud de aceptar todo lo 'nuevo' por ser nuevo sin pararse a distinguir entre lo 'bueno', lo 'menos bueno' y lo pernicioso o 'malo'”.
En lo que supone una enmienda a la totalidad de la Iglesia del postconcilio y la lucha de la Iglesia española por la democracia, el obispo de Alcalá lamenta que “hoy los ataques no se sitúan en un territorio concreto, sino que han penetrado en el interior de las almas. Se trata de una situación, la nuestra, en la que se prescinde de Dios y se pretende 'deconstruir' la persona humana, la familia, la educación y el sentido cristiano de la vida social y política”.
"Una batalla cultural"
“Estamos ante una batalla cultural que, desde siglos, ha ido perfilando sus principios y sus dogmas. Más allá del marxismo o del liberalismo, de la ideología de género y sus consecuencias, la lucha se articula como una guerra desarrollada por los poderosos contra los débiles”, destaca el obispo ultraconservador, en una larguísima carta.
![Reig, en procesión en la calle el Día del Corpus](/2020/06/22/diocesis/Reig-procesion-calle-Dia-Corpus_2243185688_14718145_667x375.jpg)
En la introducción a la misma, Reig Plá repasa su vocación sacerdotal, y contrapone sus vivencias con las distintas realidades en la Iglesia del postconcilio y la España del final del franquismo. Ordenado sacerdote en 1971, el prelado recuerda con nostalgia los eventos multitudinarios en las parroquias, la “preparación individualizada” de los matrimonios o las catequesis. Un mundo idílico que pronto se vendría abajo. “De frente venía un vendaval arrollador del que había que defenderse y contrarrestar con propuestas concretas que siguieran un proceso continuado y que respondieran a las exigencias concretas de su vida”.
Y es que, escribe Reig, “en aquel momento, en España, se juntó el llamado postconcilio con el cambio de régimen donde se propició una actitud de aceptar todo lo 'nuevo' por ser nuevo sin pararse a distinguir entre lo 'bueno', lo 'menos bueno' y lo pernicioso o 'malo'”. En esos años, el joven sacerdote fue enviado a la Ciudad Eterna, donde “encontré un ambiente en ebullición”.
El disenso en Roma y España
“Eran los años del postconcilio y del disenso respecto a la Carta Encíclica del Papa San Pablo VI, Humanae vitae, referida al amor conyugal y a la procreación”, recuerda. “Si el ambiente romano era confuso, en España se estaba operando una 'deconstrucción' de la cultura cristiana galopante, fundamentalmente en la universidad y en algunos medios de comunicación. El ambiente de novedad, de disenso en algunos casos y de secularización penetró en el interior de la Iglesia, de tal modo que a mi regreso de Roma el ambiente que noté era ya muy distinto del que conocí en 1971”. ¿Qué había ocurrido? La democracia.
![Reig Plá, en Paracuellos](/2019/11/20/diocesis/Reig-Pla-Paracuellos_2178692116_14102486_667x375.jpg)
“Pocos años fueron suficientes para ir desmoronando un edificio (la propia Iglesia católica) que se mostraba compacto y, a su modo, fecundo”, recuerda el hoy obispo de Alcalá, quien insiste en que tras la Humanae Vitae “las nuevas propuestas de la anticoncepción, el divorcio, el aborto y todo lo que ha venido después con la reproducción asistida, la ideología de género, la transexualidad, etc., estaba ya sembrado por un déficit antropológico”.
Opus, Kikos, CL... los guardianes de la moral
Frente a ese edificio “desmoronado”, Reig encontró movimientos como el Opus Dei, el Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación, renovación Carismática, la obra de María, etc... que “fomentaban la familia cristiana y la natalidad”, como él hizo, años después, al frente del Instituto Juan Pablo II (del que fue recientemente descabalgado por el mismo Papa Francisco).
“A lo largo de todo este tiempo el Señor me ha concedido ser testigo privilegiado de cuanto sucedía en España respecto a los temas de la dignidad de la vida humana y los referidos a los ámbitos del matrimonio y de la familia”, escribe Reig, que describe cómo“el afán demoledor de la cultura cristiana respecto a estos temas en España ha sido y es tremendo”.
![Reig Bendice Alcalá con el Santísimo](/2020/03/24/diocesis/Reig-Bendice-Alcala-Santisimo_2216188399_14441974_667x375.png)
“España, sin lugar a dudas, ha sido un campo a conquistar respecto a la secularización y un laboratorio donde ensayar toda la deconstrucción antropológica, la ideología de género, su derivación en la teoría 'queer', etc. , que después se ha transportado a Hispanoamérica”, asevera Reig, quien explica todo un “sistema global diseñado como ingeniería social” que busca “favorecer al máximo el secularismo en la cultura, la vida social y al interior de la Iglesia” para “demoler una sociedad homogénea de tradición católica para convertirla en una sociedad multicultural, pluriétnica y dominada por el relativismo moral”.
Para ello, afirma, “los medios de comunicación social y de masas han conseguido ideologizar las mentes y atravesar el alma de los españoles, destruyendo su patrimonio espiritual acumulado por siglos de tradición católica de nuestro pueblo”.
"Movida", drogas, pornografía...
“Para lograr estos fines, los objetivos se han ido sucediendo en nombre de una libertad destructora de la misma libertad: los ataques a la vida humana naciente o terminal, la disolución del matrimonio, la deconstrucción de la familia, una determinada “liberación de la mujer” y su empoderamiento; la deconstrucción de la unidad cuerpo-espíritu con la ideología de género, etc...”, añade el prelado, quien vincula este supuesto proyecto con “la presencia creciente de la drogadicción, la pornografía invasiva, el desarraigo de los jóvenes de sus familias con la “movida” y la creación de ámbitos propios para los jóvenes (en la música, ocio nocturno, introducción de las redes sociales, la navegación en internet etc.); la promiscuidad sexual en las leyes y en las costumbres lejos de la vocación al amor fiel y desprestigiando las virtudes, en especial la castidad”.
“Todas las instituciones de la Iglesia católica en España fueron tentadas con estas propuestas y lograron penetrar en los ámbitos de la enseñanza e incluso en los proyectos pastorales referidos a la vida conyugal y familiar”, asegura Reig, quien insiste en que “el catolicismo social, con la presencia de los partidos políticos y los sindicatos, con el tiempo se ha ido disolviendo y sólo pueden contemplarse pequeños restos de un naufragio en el que han ido desapareciendo los pilares en los que se asentaba la tradición católica y la inspiración cristiana en el campo de la empresa y del trabajo”.
![Abascal, Reig y Arsuaga, juntos en la entrega de los premios HazteOir](/2019/04/03/el_baron_rampante/Abascal-Reig-Arsuaga-entrega-HazteOir_2109399041_13486851_667x375.jpg)
“Tampoco las universidades promovidas por la Iglesia, por las congregaciones religiosas o por los laicos católicos han logrado hasta el momento generar un pensamiento crítico capaz de afrontar las ideologías hegemónicas y preponderantes en España”, añade.
"¿Qué nos ha pasado a los católicos españoles?"
“Lo cierto es que la fe de nuestro pueblo está con heridas muy graves y no llega a conformar la vida humana ordinaria y la actividad de las personas”, admite el prelado quien se pregunta: “¿Qué nos ha pasado a los católicos españoles? ¿Cómo hemos podido estar tan poco atentos a las voces proféticas de San Juan Pablo II y Benedicto XVI? ¿En qué momento nos encontramos ahora y qué podemos hacer?”. La respuesta la tiene clara: “Un naufragio”.
“Lo que caracteriza a nuestro momento actual, fruto de lo dicho anteriormente, es una crisis profunda de fe y una ausencia de pensamiento crítico auspiciado por la misma fe en Cristo”, denuncia Reig, quien añade cómo “la Iglesia en España ha continuado dando la fe por supuesta por la apariencia del catolicismo sociológico, y no ha sabido arbitrar, más allá de las minorías, propuestas serias de iniciación cristiana”.
Para leer la carta completa, pincha aquí:
![Reig Pla](/2018/07/06/vaticano/Reig-Pla_2028107288_12099909_667x375.jpg)