Santiago Cantera espera la orden directa del Papa antes de dar su brazo a torcer El Supremo desestima los recursos de la Abadía y deja claro al prior que debe permitir la exhumación de Franco

La sala del Tribunal Supremo que ha avalado la decisión del Gobierno de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos ha dejado sin efecto este jueves la suspensión cautelar sobre el decreto del Ejecutivo que aún pesaba sobre tres recursos pendientes sobre este asunto, han señalado a Europa Press en fuentes jurídicas.

Se trataba de los presentados por la Fundación Franco, la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos y el instado por la Comunidad los Benedictina en el Valle. El prior del Valle, Santiago Cantera, se queda así sin argumentos jurídicos -más allá de recursos al Constitucional o a Estrasburgo que, no obstante, no paralizan la ejecución de la sentencia-, para impedir la salida de los restos de Franco.

La Sala argumenta su decisión en que la medida debe levantarse tras la resolución del recurso de la familia de Francisco Franco, ya que "una vez resuelto el primero de los recursos se han alterado los presupuestos" sobre los que se acordó la suspensión, por lo que una vez "atendidos los intereses en conflicto" han de prevalecer "los intereses generales".

Cantera quiere que el Papa le obligue

Sin embargo, Cantera permanece firme en su postura, y por el momento tiene decidido que sólo permitirá el acceso a la basílica si se lo ordena directamente el Papa. De nada sirve que la Santa Sede, por boca de su portavoz, Matteo Bruni, volviera a repetir, ayer y hoy, la misma consigna de fechas anteriores: “La Santa Sede no se opone a la exhumación de Francisco Franco sí así lo deciden las autoridades competentes”.

El prior no observa más autoridad que la de Jorge Mario Bergoglio, y sólo obedecerá sus órdenes, a no ser que el fallo del Supremo provoque una 'caída del caballo' en la hasta ahora firme resolución de Cantera a no permitir la salida de Franco.

Malestar en Roma y en Añastro

La postura de Cantera ha generado un fuerte malestar tanto en Roma como en España, aunque hasta el momento ninguna de las instituciones eclesiásticas haya alzado la voz en público para conminar al prior a obedecer la ley. No obstante, algunos obispos consultados esperan que, una vez el Supremo falle sobre el recurso concreto presentado por la Abadía, y el Gobierno ponga fecha a la exhumación, los monjes anuncien los respectivos recursos al Constitucional (incluyendo, como ha hecho la familia, la suspensión cautelarísima) y posteriormente a Estrasburgo, pero admitan que no pueden oponerse a acatar la ley. Por el momento, la Abadía no ha emitido opinión sobre el último fallo del Supremo.

De hecho, el prior está sumamente molesto por haber sido acusado de “desacatar” la orden del Alto Tribunal, lo que hace entrever que, finalmente, podría acabar por abrir las puertas de la basílica. “Dará su brazo a torcer, no puede hacer otra cosa”, apunta, en privado, un obispo español. Otros eclesiásticos, en cambio, temen que Cantera “vaya hasta el final”, y podamos asistir a la grotesca imagen de un religioso detenido a las puertas del templo. “Eso provocaría un gran problema Iglesia-Estado”, nos cuentan, pues el Vaticano tendría que protestar formalmente si se produce algún episodio desagradable en recinto sagrado.

Carmen Calvo: "Sólo queda fijar el día y la hora"

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunció este mediodía que “nos quedan días para ver el final". "Solo queda fijar el día y la hora", ha precisado Calvo, dando a entender que la decisión se tomará en el Consejo de Ministros de este viernes. 

La vicepresidenta ha informado que ella misma llevará el asunto, una vez ultimados los detalles pendientes del procedimiento: entre otras cosas, si se utilizará un helicóptero para el traslado o las opciones que tendrán los medios de comunicación para seguir un evento que ella misma ha calificado de "muy importante para la democracia española".

La vicepresidenta ya adelanta que no habrá cámaras en el momento de la exhumación, porque el Gobierno pretende una ceremonia "discreta y respetuosa". A su entender, "políticamente son los restos del dictador. Pero desde el ámbito del derecho son los restos de alguien, que tiene una familia, que estará en lugar que quiera". 

Calvo ha recordado que el proceso ha sido "muy trabajoso". Que han sido "muchos días para sacar adelante un objetivo necesario para la justicia, el perdón y la restitución de la dignidad de unas víctimas y sus familias que no pueden consentir que el dictador esté en el mismo lugar de enaltecimiento en el que están las victimas de los dos bandos". 

El ejecutivo no ve que tenga que pedir "permiso a nadie", en referencia a las objeciones puestas por el prior de la Abadía del Valle, Santiago Cantera. Calvo dice que ya había confirmado con el Vaticano que no se oponían a la salida de los restos "otra cosa es el trabajo que ellos tengan que hacer. El prior ni ha sido ni va a ser un obstáculo", sentencia Calvo, que el fin de semana tuvo ocasión de ser recibida por el Papa y que afirma que el Supremo ha dicho ya lo que tenía que decir. 

El Gobierno insiste que es ya está a punto de alcanzar su objetivo: "Que esta democracia no tenga al dictador en un monumento que sea lugar de enaltecimiento de su figura y de inmenso dolor. Lo haremos con eficacia y respeto".