"El Papa está promoviendo una imagen de Iglesia mucho más de acogida, de escucha y de comprensión" Álvaro Mota, presidente de la JEC: "Ante una Iglesia que afronta los retos, la gente responde"
(Jesús Bastante).- Frente a la "guerra de capillas", autenticidad, servicio y compromiso. Esos son los ejes de la Juventud Estudiante Católica (JEC), presente en buena parte de las universidades de nuestro país. Su presidente, Álvaro Mota, y el sacerdote José Moreno, vienen a hablarnos de su espíritu y vocación: "Ante una Iglesia que afronta los retos, la gente responde".
(RD) Hoy nos acompañan Álvaro Mota, presidente nacional de la JEC y José Moreno, sacerdote bloguero de Religión Digital. Bienvenidos. De tierras extremeñas a Madrid, para explicarnos la realidad de un movimiento como es la JEC, y su presencia en el mundo estudiantil. Empezamos por lo primero, las siglas.
(AL) La JEC significa Juventud Estudiante Católica. Es un movimiento de estudiantes en la Iglesia. En concreto, forma parte de la Acción Católica en su rama especializada. Es un movimiento enfocado fundamentalmente al trabajo en el ámbito educativo y social en la línea de una presencia en los centros educativos, en la universidad y en los institutos. Abarcamos tres etapas. Secundaria, institutos, centros de formación profesional, las universidades. Y luego las etapas que denominados de graduados: la gente que sigue estudiando pero ya con una presencia en el ámbito laboral.
(RD)¿Y qué presencia tenéis?
Ahora mismo por implantación territorial, estamos en la archidiócesis de Mérida-Badajoz, Plasencia, Palencia, Valladolid, Salamanca, Bilbao, Madrid, y Sevilla. También con proyectos de extensión y de convocatoria en nuevos sitios, pero en esas zonas es donde tenemos la presencia más consolidada.
(RD)¿Se hace difícil ser estudiante y católico?
Ser católico siempre es difícil, porque se parte de unos compromisos de vida y una radicalidad de opciones que en cualquier ámbito creo que es difícil. Y en el del estudio, más. Al final son planteamientos alternativos de cómo enfocar el estudio, que choca muchas veces con lo que es la inercia cultural más dominante.
(RD) Jose, tú que llevas muchos años trabajando con el entorno estudiantil y que has conocido a más de una generación. ¿Cómo son los católicos de hoy en comparación con los de otras décadas?
(JO) Yo llevo veinte años de presencia en la Universidad pública, desde el ámbito de la patronal universitaria. Como persona y como sacerdote. Acompañando a jóvenes estudiantes. La presencia de la Iglesia en la Universidad, y de los católicos, viene muy determinada por el tipo de Iglesia que somos y la visión del mundo que tenemos. Hay distintos modos de entender a la Iglesia y distintas presencias. Para que nos situemos, nosotros hemos estado trabajando veinte años con un tipo de presencia fiel a las orientaciones de la Conferencia Episcopal en la orientación de la Patronal universitaria. Que nos invitaba a ser "levadura", "grano de mostaza", estar en el medio. Y en el fondo hemos estado con un planteamiento de pensar en qué universidad pública queremos los cristianos.
(RD) Estamos hablando de cristianos en la Universidad privada, pero fundamentalmente pública. No estamos hablando de cristianos en las Universidades católicas.
(JO) Yo estoy ahora mismo en la universidad pública. Los cristianos nos preguntamos qué universidad pública queremos. La católica también debe preguntárselo.
Lo que ido viendo es que aquéllos estudiantes que se hacen un planteamiento de conexión fe-vida, son los que acaban insertándose en una visión de la universidad de acuerdo con lo que decía el papa Francisco en la universidad católica de Quito recientemente: queremos una universidad del cuidado de la naturaleza, de la humanidad, de los grandes problemas sociales, del sufrimiento de la gente. Y una presencia transformadora, de implicación. Yo creo que hay un planteamiento cristiano de ese tipo, pero que es minoritario. A veces hemos querido una presencia litúrgica o cultural, dentro de los campos de la universidad y de eso hemos hecho mucha más lucha.
(RD) Demasiado hincapié en el tema de capillas
(JO) Más bien, no hemos hecho mucho hincapié en lo que es la presencia transformadora de los cristianos en la Universidad. Tenemos miles de profesores universitarios que son católicos como decía Álvaro. Pero ¿tienen un sentido de conexión fe-vida?, ¿entienden la universidad desde el evangelio? Es el gran reto.
(RD) Nos quitamos el traje de católicos en el trabajo, en el centro de estudio.
(JO) Ahora vamos a publicar en la universidad de Extremadura los resultados de un trabajo de investigación que hemos hecho con la pregunta de por qué y para qué estudian los universitarios. Ahí se tenían que significar los católicos. Nosotros estudiamos porque queremos ser personas y queremos que los demás también lo sean. Y estudiamos para transformar el mundo y para acabar con la pobreza. Eso sería el compromiso católico. Por ejemplo, algo específico y original como dice el Papa: pensemos el mundo y la universidad desde los que sufren, desde la misericordia. Ese es el gran reto. Y se va avanzando, hay movimientos y planteamientos eclesiales que van en esa dirección. Cómo generar jóvenes estudiantes que tengan esa sensibilidad y ese compromiso. Soy afortunado de haber estado trabajando con jóvenes universitarios que tienen esa sensibilidad. Los he acompañado y ahora tienen ese compromiso con el mundo y para mí son los testigos de Dios. Yo lo creo y creo en la Universidad. Así se llama mi blog.
(RD) Álvaro, tú que tienes como presidente una visión más amplia de las distintas situaciones de los estudiantes católicos en todas estas diócesis que has comentado antes: ¿Existen más dificultades en el entorno puramente urbano de las grandes ciudades que en otros lugares? ¿Se notan esas diferencias?
(AL) Sí que hay muchas diferencias. Por un lado de zonas, unos ambientes son de tradición más rural y también en los campus, donde también hay muchas diferencias por diócesis. En la línea de lo que ha comentado Pepe hay que distinguir entre una pastoral para universitarios y una pastoral universitaria. Nosotros entendemos esta última con ese modelo de presencia desde las estructuras, desde el compromiso. Es decir, frente a esa idea de reivindicación de los espacios que también es legítima, nosotros creemos que el planteamiento debe ser de más profundidad. En la línea de lo que dice el papa Francisco: esa primacía de los tiempos frente a los espacios. Creo que eso es algo que nos tiene que interpelar mucho a la pastoral universitaria.
Nuestra vocación no es tanto esa ocupación de espacios concretos, sino de poner en marcha procesos que se desarrollan en el tiempo. Esa es la línea en la que trabajamos. Una pastoral universitaria que sea transformadora desde el universitario. Como apuntan los documentos del Concilio Vaticano, el principal apóstol de los jóvenes tiene que ser el mismo joven. No entendemos la pastoral universitaria como una actividad donde el joven es usuario, sino que nuestra vocación dentro de la acción católica es la de educar dentro de un laicado adulto.
Son planteamientos que están en la línea de lo que dice el Papa Francisco, pero siempre suponen más esfuerzo, porque incluso en la cultura que tenemos en la sociedad de la Iglesia, que desgraciadamente no está exenta de ello, se tiende mucho a medir, desde los números, desde una actividad... Es la inmediatez de las repuestas a las actividades concretas. Al final esos procesos suponen una lectura más a largo plazo. Ésa es la clave de pastoral universitaria y de presencia en el medio que entendemos nosotros.
(RD)¿Y cual es el proceso de un chico de la JEC? Porque uno no es universitario toda la vida. ¿Qué camino se sigue después?
(AL) Hay que puntualizar que contamos con una inserción parroquial importante. Nosotros somos grupos de referencia, "Grupos de revisión vida" que llamamos, y que se reúnen muchas veces en el ámbito de las parroquias. Entendiendo que la universidad es el espacio de misión. Entendemos que tenemos que tener una comunidad de vida de la uno se alimenta y desde la que lee el mundo, pero luego un espacio de misión concreto. Nosotros trabajamos esos grupos de revisión de vida de universitarios. Insisto en que no sólo son universitarios, sino también de educación secundaria. yY a lo largo de los años de la universidad, se trabajan esos grupos que se reúnen semanalmente o cada quince días y se desarrollan actividades, como campañas en la Universidad, que normalmente son la herramienta que más nos lanza al medio.
Y respecto al proceso, es de crecimiento y de conocimiento. En el que se tocan temas como el del sentido de estudio y del compromiso. Toda la vivencia de una espiritualidad desde la acción.
Y al final de ese proceso cada uno va tomando sus caminos. Se te educa en una línea de laicado activa. Estamos llamados a un compromiso social y político en estructuras universitarias políticas y también eclesiales. Después de ser universitario y joven todo el tiempo, luego hay caminos. Tenemos mucha relación con otros movimientos de la acción católica, como puede ser el Movimiento de Profesionales Cristianos, en el que hay mucha gente que ha entrado.
(RD) Quizás sea la salida "natural" después de haberte formado para trabajar en un sitio.
(JO) Y también los contextos, hay gente que acaba en movimientos rurales, en movimientos obreros, o en el ámbito profesional. Cada uno decide. Otros en grupos de comunidad parroquial y punto. Y desde ahí hacen también un planteamiento de evangelización.
El horizonte es, que después de un proceso en el que uno ha trabajado su persona, su ser de estudiante, de profesional, de cristiano, acabe decidiendo dónde se va a comprometer, dónde va a ser Iglesia y dónde va a ser mundo. Porque al final lo que Papa nos dice es que se trata de hacer una Iglesia que salga afuera. No se trata de hacer cristianos para adentro, sino gente bien constituida, con experiencia de Cristo, que van a construir el mundo según Dios.
(RD) Habláis mucho del papa Francisco. Una de las cosas que vemos cuando salimos del entorno eclesiástico, es que el mundo laico ve con agrado e interés la figura de este Papa. Que se puede hablar de él sin parecer un bicho raro. ¿Cómo estáis notando esto? ¿Sirve como herramienta para un acercamiento mayor?
(AL) Indudablemente sí. Hemos pasado a un escenario en el que el Papa está promoviendo y perfilando una imagen de Iglesia mucho más de acogida, de escucha y de comprensión. Eso da más cabida y cauce a toda nuestra actividad y nuestro mensaje. E integrando de manera natural. En la sociedad actual percibo que en los jóvenes, a veces hay un rechazo y una indiferencia a la Iglesia. Pero también hay claramente unas búsquedas grandes de trascendencia y profundidad cuando planteamos estas cuestiones del sentido del estudio, o hablamos de temas profesionales que afectan a los jóvenes como puede ser el desempleo. Estamos desarrollando una campaña sobre e la falta de perspectivas vitales, y de cómo preservar unas opciones vocacionales. Esto toca a la gente, es algo que interesa. Y muchas veces ese rechazo inicial a la Iglesia choca con propuestas y con planteamientos que sí que tienen un trasfondo, pero que no están elaborados, pero sí latentes. Y ante una Iglesia que da respuesta a eso, la gente sale. Esta nueva línea que está dando el Papa propicia una imagen que da cabida a un acercamiento mayor.
(JO) Hay una anécdota que contamos y nos reímos. De cuando organizábamos un gran evento en la Universidad y a lo mejor venían diez personas. Entonces reflexionábamos y decíamos, "Bueno, pero hemos hecho la voluntad del Padre". Y en una ocasión organizamos un acto de formación para alumnos. Lo organizaron ellos en las aulas y acudieron como ciento cincuenta personas. Y el organizador, que estaba a mi lado me decía: "Pepe, qué alegría cuando cumplimos la voluntad del Padre, pero qué alegría cuando la voluntad del Padre coincide con la nuestra".
Y de alguna manera con el papa Francisco nos sucede algo de esto. Llevábamos un discurso de trabajar en la Universidad, de proceso. De trabajar el proyecto de vida, de inserción en el medio y de anunciar el Evangelio. Hacerlo desde lo positivo. Y a veces la gente te decía: "Es que vosotros sois otra Iglesia" Y nosotros: "No, no. Nosotros somos la Iglesia, no hay otra. Estamos todos unidos en la misma Iglesia.
Y ahora viene un Papa con el que te identificas y da alegría que lo que está diciendo, lo entendemos perfectamente y lo estamos haciendo. Aunque sea simplemente por el lenguaje que utiliza. Que seguro que los otros papas también lo decían, pero ahora es muy fácil leerlo.
En Alandar han sacado un número extra sobre la JEC, y una alumna de primero de Ciencias ambientales hace un artículo de cómo ve ella la "Laudado si". Que una joven universitaria de primero de carrera se lea un documento del Papa de cincuenta páginas y conecte con él, es algo nuevo.
(RD) Para los sacerdotes, que en cierto modo sois mediadores entre Dios y los hombres, que a un Papa se le entienda una encíclica, ¿conlleva algún tipo de riesgo en la eliminación de determinadas mediaciones, o es una oportunidad?
(JO) Yo creo que es una reafirmación. Por ejemplo, trabajo en la Facultad de Educación y he acompañado un trabajo fin de grado de una alumna. Ella quiso hacer "La enseñanza religiosa escolar y la cultura actual". Le pregunté qué valor le gustaría trabajar y dijo que la ecología. Le pregunté si quería trabajar el último documento del Papa y me preguntó si lo iba a entender. Cuando lo empezó a descubrir, comenzó a mandarme correos electrónicos, porque le pareció bonito y claro. En realidad, más que desplazarme, esto me reafirma y me motiva. Lo importante es que la persona crezca y se encuentre con una buena noticia. Cada vez que una persona no creyente me dice: "oye, como este Papa siga hablando así, me voy a tener que convertir", me da alegría.
(RD) En Madrid hemos tenido en los últimos años una polémica en Pastoral universitaria con el tema de la profanación de la capilla de Somosaguas. Una de las personas que estuvo supuestamente en la profanación, hoy es la portavoz del Ayuntamiento de Madrid. En este sentido hay infinidad de discursos. Me pareció muy interesante el de Carlos Osoro. Tiene un discurso muy sereno. Dice que estas cosas pasan a veces y que lo que hay que hacer es trabajar para que entre todos nos podamos entender en esta cultura de encuentro.
Estos enfrentamientos resultan de cierta pulsión entre posturas demasiado desconocedoras la una de la otra, en un ambiente curiosamente tan laico como el de la Universidad. ¿Qué opinión os merece?
(JO) Cuando llegué a la Pastoral universitaria, tenía mis ideas sobre ello. Y había un catedrático viejo que ya ha fallecido, cristiano de verdad. Me dijo: "mira, Pepe, aquí no venimos a pedir cosas. Venimos a servir, y a que nos conozcan porque queremos hacer la mejor Universidad".
En la Pastoral he hecho celebraciones. Hace dos días, la del aniversario de un alumno de económicas que murió después de llevar un cáncer durante cuatro años. Su familia no es creyente, pero me llamaron para celebrar su entierro y hemos celebrado el aniversario en mi parroquia. A veces hemos celebrado en la Universidad cosas de alegría y de tristeza. Y yo creo que han sido lugares de encuentro y de evangelización. Y la gente creyente y no creyente ha salido disfrutando de ello.
Pienso que hay maneras de hacer liturgia en la Universidad y de hacer capilla. Lo importante es el modo de hacerlo. Estamos "sirviendo a" y esto es lo que tenemos que cuidar. Yo creo que es compatible totalmente. La gran guerra no creo que deba ser la de que tengamos un espacio para que haya una gran cruz, sino que los cristianos estemos activos en el medio, que es lo realmente evangelizador. Lo demás vendrá por añadidura.
(RD)¿Cuáles son los planes inmediatos de futuro de la JEC?
(AL) Ahora mismo acabamos de lanzar las campañas. Tenemos tres campañas que inciden en tres medios concretos: el mundo de la Educación Secundaria: los institutos y la Formación Profesional, la Universidad y la de los Graduados. En la revista tenemos un poco el desglose de cada una de ellas.
En secundaria la idea es la reacción hacia las injusticias. Esta etapa de la educación, tan compleja, es una etapa en la que se necesitan referentes. Y Jesús puede ser un referente de reacción ante las injusticias.
La campaña de la Universidad va también en esa línea de participación y compromiso en la política universitaria.
Y en graduados continuamos en la línea del año pasado. Si somos juventud empleada o empeñada. Poner sobre la mesa la situación de los jóvenes, que hemos invertido tiempo en una formación y en planteamientos vocacionales, con opciones fuertes, y la realidad te lleva al desempleo y al exilio. Cómo encajar eso.
Y como punto de inflexión, trabajaremos el estado de estas campañas, y conectando de forma transversal con el Año de la Misericordia, tendremos el encuentro de Semana Santa. Cada año tenemos un encuentro nacional, donde están convocados todos los miembros de la JEC de España, y nos gusta que sea en esta semana, que es la celebración más importante del año litúrgico. Este año queremos conectar esas tres ideas. Las campañas para esas fechas estarán un poco más sólidas.
(JO) Estaremos en Ávila, vamos a hacerlo en la Universidad de la mística. Del 23 al 27 de marzo. Está abierto a todos los jóvenes universitarios que quieran buscar y encontrar.
(RD) No te he preguntado qué estudias
(AL) Soy músico. Terminé la carrera de piano el año pasado. Y ahora compagino el servicio al Movimiento con estudios de música antigua. Estoy estudiando claves de música barroca en el Conservatorio de Atocha, mi campo final es la música. El arte.
(RD)¿Dónde os podemos encontrar en la web?
(AL) En www.jec.org.es, ahí tenemos el material y vamos compartiendo las campañas. Y luego en las redes sociales Facebook y Twitter
Álvaro, ha sido un auténtico placer conocerte. Pepe, siempre aquí. En la Universidad y también en RD. Mucha suerte a la JEC en esta nueva etapa. Que sigáis trabajando con el impulso del Papa y con el impulso de todos. Porque al final el Papa no deja de ser uno más.
(JO) Son los jóvenes estudiantes cristianos que se arriesgan y se comprometen
(RD) Que no falte, en la Universidad y en el mundo. Muchas gracias.