El Simposio sobre juventud en Barcelona, "motivo de esperanza para la Iglesia y el continente" Bagnasco insta a los jóvenes a "hacer valer todos los componentes de la realidad europea tan dañada"

(C. Doody/Agencias).- "Un motivo de esperanza para la Iglesia y por supuesto para el continente". Este es el balance que ha hecho el arzobispo de Génova y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Angelo Bagnasco, sobre el Simposio sobre el acompañamiento de la juventud que se ha clausurado este viernes en Barcelona.

El Simposio, promovido por las Conferencias Episcopales de Europa, se convertirá en "punto de inflexión" para la preparación del Sínodo de Obispos de octubre de 2018, que analizará los desafíos de jóvenes en la Iglesia global.

Lo ha explicado el cardenal Bagnasco antes de participar en las conclusiones del encuentro y en una atención con los medios, en que ha remarcado que este encuentro es un "camino preparatorio" para el encuentro del próximo año, aunque no solo.

"La juventud se ha mostrado muy educada y con ganas de existir en la sociedad, lo que supone un motivo de esperanza para la Iglesia y por supuesto para el continente", ha afirmado el cardenal.

"Es necesario que en un mundo cada vez más globalizado, donde separar es perder el camino, que los jóvenes, que son el futuro de la vida, hagan valer todos los componentes de la realidad europea tan dañada", ha añadido, antes de insistir en que hay un lugar privilegiado en la rejuvenecimiento del continente reservado para muchachos y muchachas con especial energía.

"Los jóvenes con turbulencias interiores son los misioneros natos para transmitir el Evangelio de Jesús en este mundo cansado", ha manifestado el arzobispo de Génova.

Bagnasco, que este jueves pronunció una homilía en una misa en la Sagrada Familia de Barcelona, ha destacado así el papel de los jóvenes en la Iglesia, y ha remarcado que Europa sigue siendo un "continente grandioso por su historia, su belleza" y por raíces cristianas.

En sus palabras en la basílica dedicada por el Papa Benedicto XVI, destacó: "La familia es una escuela de humanidad y de fe, el primer gimnasio de virtudes humanas y cristianas, donde se aprende a amar y ser amado, para tener confianza en nosotros mismos, en los demás, en la vida".

El simposio ha acogido más de 275 expertos participantes con un peso destacado de 33 delegaciones de juventud de la diócesis de Europa -además de a 32 obispos del viejo continente, entre ellos cuatro cardenales- y ha servido para realizar aportaciones y elaborar documentos de trabajo para el encuentro de obispos en el que se debatirá sobre los desafíos de los jóvenes y su acompañamiento en la Iglesia.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Europea, Duarte da Cunha, ha explicado: "Los jóvenes son decisivos para la vida de la Iglesia y de la sociedad. Poseen numerosos dones que desean compartir y que es necesario valorizar: dedicación, creatividad, generosidad, deseo de conocer al otro y acogerlo".

Según Da Cunha, la vida de un acompañante de los jóvenes no debe ser perfecta, sino que debe mirar a Dios y vivir con compromiso la realidad presente.

Volver arriba