Los Blogs religiosos de Periodista Digital

Sin el menor afán de polémica con compañeros de Blog voy a hablar de algunos. Porque me ha impactado, una vez más, lo que cuenta un misionero comboniano sobre aquella espantosa realidad.

Yo personalmente no conozco a casi ninguno de los que han asumido la responsabilidad de mantener, con mayor o menor esfuerzo, estas páginas.

Me tengo por amigo del responsable de todo este tinglado ya muy importante, José Manuel Vidal, del desaparecido Juan Rubio, de Luis Fernando Pérez Bustamante y del misionero comboniano. A los demás no les he visto en mi vida. Aunque de algunos de ellos me sienta muy próximo.

De los amigos apenas voy a decir nada. José Manuel Vidal, que además de ser el piloto general lleva dos Blogs de los más leídos, puede parecer, y seguramente estará, en posiciones muy distintas de las mías. Pero he de decir dos cosas. La primera es que, gracias a su generosidad, yo estoy aquí. Y con un eco que jamás me había imaginado. La segunda es que cuando nos encontramos, y ya hace algún tiempo de la última vez por lo que habrá que repetirla, disfrutamos del encuentro. En una comida de amigos. Cada cual con sus ideas pero comentadas, participadas y disfrutadas en un restaurante que es tan suyo, porque le conocen y le aprecian todos, y que ya ha pasado a ser algo mío.

Juan Rubio se marchó a dirigir Vida Nueva. Creo que llevaba uno de los más importantes Blogs de Religión Digital. Su información sobre la Iglesia andaluza era extraordinaria. E imprescindible. Hemos perdido muchísimo con su marcha. Yo guardo de él un recuerdo imborrable de amistad delicada por su parte. Que procuramos mantener en Madrid. Aunque fuera más fácil cuando estaba en Andújar. También tenemos que volver a comer. En el mismo sitio. Y con José Manuel. Todo lo que vamos a cascar.

Con Luis Fernando Pérez Bustamante tengo una relación cuasi fraternal. Pensamos lo mismo. Decimos lo mismo. Aunque él en un tono muchísimo menos ácido. Es mucho mejor persona que yo. Lleva dos Blogs, el personal y la voz de los obispos, que son para mí de obligada y compartida lectura.

Pero las tres son relaciones de senectud. Por mi parte. A todos les conocí cuando ya estaba jubilado. Aunque recientísimamente jubilado. El misionero comboniano es, en cambio, una relación de muchos años. Aunque perdida otros muchos. Fuimos a reencontrarnos en Religión Digital.

Conocí a José Carlos cuando era casi un niño. En un campamento que se debía parecer bastante a la vida en Uganda. Por lo cutre. Y fueron muchos años de compartir amistades, ilusiones y, sobre todo, Iglesia. Es un recuerdo imborrable en nuestras vidas. Él y yo lo sabemos. Aunque sus días fueran largos entre calores, alacranes, nogueras y escasa agua y los míos gratísimas convivencias de una noche en fuego de campamento. De aquello salieron varios curas. Entre ellos José Carlos. Pues un recuerdo agradecido a Donfer.

Su vida en África ha sido una permanente aventura. Hasta con riesgo cierto de su vida. Algún lector podrá pensar tal vez que es un eficacísimo agente de una ONG. Tengo clarísimo que es un entregado discípulo del Maestro.

Con otros varios bloggers, aun sin conocerles, he tenido alguna o bastante comunicación. Con muchos más, ninguna. Me sorprende tanta afluencia de monjas. No las puedo seguir a diario pero a las tres primeras las he leído mucho. Y muy a gusto. Me parecen un hermoso testimonio de amor, entrega y eclesialidad. Aunque alguna vez rechinara yo algo con el de una de ellas. Han venido después dos más. Una me ha interesado poco por una o dos veces que la leí. Y la última me cae mal. Por cuestiones anteriores. No la sigo. Tal vez aquí pudiera estar de acuedo con lo que dice. No lo sé.

Ahora, varias cuestiones incidentales. Si se multiplican los Bloggers es imposible seguir a todos. Por falta de tiempo. Incluso en un jubilado.

Religión Digital ha eliminado los Blogs que prácticamente han desaparecido porque no se actualizaban. Me parece muy bien. Pero, entonces, ¿por qué sigue el de Mantero? Que irrita a no pocos.

Por último está lo de las preferencias. Se venía siguiendo un orden de antigüedad. Pikaza y Masiá, que tienen mucho más nombre que yo, están detrás de mí. Aunque seguramente deberían estar muy por delante. Sin el menor problema. Pero que nos adelante a todos sor Lucía Caram pues caramba, me parece excesivo.

Sigo siempre a Guillermo Juan Morado y a Carmen Bellver. Me parecen espléndidos. A Julián Moreno, con quien tantas veces discrepo in mente, también le sigo. Él sabe que le tengo afecto. Y de Isaac García Expósito acabo de hablar

Por último mencionaré a las dos vacas sagradas. Pikaza y Masiá. Por supuesto que les leo. Al primero con afecto que se lo ha ganado a pulso con su buena homie. Y al segundo, pues no voy a pronunciarme. Pero se me entiende.

Pues eso es lo que hoy se me ha ocurrido decir sobre este espacio internáutico. Con inmenso agradecimiento por estar en él.
Volver arriba