Comentario al Evangelio del 22º Domingo del Tiempo Ordinario Mons. Ojea: “No podemos hacer magia con Dios, no lo podemos manipular, comprar”

Mons. Ojea
Mons. Ojea

“En el fondo aquel que cumple solamente lo externo, pero no compromete su corazón, sino que lo divide, no está aceptando la realidad, está fuera de la realidad”

"A Dios no se lo puede comprar, a Dios no se lo posee

“Dios se siente atraído solamente por el corazón humilde, y esta es la novedad de Jesús, la religión del corazón”

Evangelio

El Evangelio de Marcos en este vigésimo segundo domingo del tiempo ordinario “nos dice que los fariseos y los escribas se quejaban ante Jesús porque sus discípulos no respetan ciertas normas legales, ciertas prescripciones externas que tenían los judíos”, nos recuerda Mons. Oscar Ojea en su comentario semanal al Evangelio dominical.

Ante eso, “Jesús les responde muy duramente: hipócritas bien dijo de ustedes el profeta Isaías, este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”, afirma el presidente del episcopado argentino. Según el prelado, “el Señor denuncia una disociación entre este cumplimiento externo que necesitaban los fariseos y los escribas y el corazón; en el fondo la falta de coherencia entre lo que se hace exteriormente, lo que se representa y la vida misma, la realidad misma”.

Mons. Ojea recordaba las palabras del Papa Francisco en su catequesis de este miércoles, donde “nos hablaba de la hipocresía y nos describía la hipocresía como un miedo a la verdad”. Para el obispo de San Isidro, “en el fondo aquel que cumple solamente lo externo, pero no compromete su corazón, sino que lo divide, no está aceptando la realidad, está fuera de la realidad”. Por eso, recordaba que el Papa dice que la “hipocresía maquilla a la realidad para presentarla de una manera, para que quede de una manera hacia afuera, pero en realidad teme la realidad y la verdad”.

Jesús y los fariseos

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina insistía en que “en realidad a Dios no se lo puede comprar, a Dios no se lo posee”, recordando que “se puede poseer una casa, se puede poseer un objeto, pero a Dios no se lo posee. No podemos poseer a Dios como algo más. A Dios no se lo seduce. No lo podemos seducir a Dios con actos externos. Dios no se somete a la magia, no podemos hacer magia con Dios, no lo podemos manipular, no lo podemos comprar”.

Frente a eso, hacía ver que “Dios se siente atraído solamente por el corazón humilde, y esta es la novedad de Jesús, la religión del corazón”. Para el prelado argentino, “el Evangelio pasa por el corazón. A Dios le atrae el corazón que se reconoce frágil y que se abre ante su misterio”. En ese punto recordaba a María, a quien definía como “el modelo y el ejemplo del Evangelio, la estrella del Evangelio”. Según Mons. Ojea, “el Señor se enamora del alma humilde que se sabe frágil y que conoce su verdad, entonces si puede comenzar a ser coherente y puede vivir según la verdad de su corazón”.

Finalmente pedía “que el Señor nos enseñe a no vivir disociados, a vivir desde el corazón y alejarnos de toda hipocresía que busca muchas veces quedar bien con todos hacia afuera y no queda muy bien con nadie”.

Volver arriba