Las personas mayores... Sagrada Familia de Nazaret
“Querer formar una familia es animarse a ser parte del sueño de Dios, es animarse a soñar con él, es animarse a construir con él, es animarse a jugarse con él esta historia de construir un mundo donde nadie se sienta solo” (Papa Francisco, Amoris Laetitia 321).
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
Ayer domingo, 27 de diciembre de 2020, dentro de la Octava de Navidad, se celebró la fiesta de la Sagrada Familia, cuya jornada tuvo por lema “Los ancianos, tesoro de la Iglesia y la sociedad”.
Pensar en María y José, nos lleva a Nazaret, lugar entrañable donde Jesús fue creciendo en el calor de un hogar, de unos padres entregados, que son modelo de disponibilidad y confianza plena a Dios, incluso con incertidumbre y dificultades, supieron acoger la voluntad de Dios en sus vidas, formando la Sagrada Familia de Nazaret, abierta al plan de salvación para la humanidad.
“Querer formar una familia es animarse a ser parte del sueño de Dios, es animarse a soñar con él, es animarse a construir con él, es animarse a jugarse con él esta historia de construir un mundo donde nadie se sienta solo” (Papa Francisco, Amoris Laetitia 321).
La familia es nuestro mayor tesoro, hacer una mirada a lo que hemos vivido desde pequeños en nuestros hogares, nos lleva a dar gracias a Dios por el regalo de crecer en una familia, rodeados de amor y tanto como a lo largo del tiempo vamos descubriendo de la gracia recibida.
En este día, demos gracias a Dios por nuestras familias y tengamos presentes a las familias que pasan por dificultades, para que imitando el hogar de Nazaret superen las dificultades poniendo su mirada en Aquel que nos puede ayudar.
Oración por las personas mayores
Dios de bondad y misericordia,
que con tu Hijo y el Santo Espíritu
formáis un hogar de caridad infinita,
desbordada en la obra de la creación,
manifestada en la entrega de la cruz,
e infundida en la santificación de los fieles.
Te damos gracias por el don
de nuestros mayores,
que nos han legado
el preciado tesoro de la fe
cuidándolo con solicitud inquebrantable
como discípulos y testigos del Señor Jesús.
Ellos son modelo y estímulo en nuestra vida,
pozo de sabiduría y ciencia,
de fortaleza y piedad.
Dígnate bendecir sus vidas con tu diestra,
para que nuestra sociedad entera,
y cada uno de nosotros,
reconozcamos su dignidad,
estimemos y aprovechemos su riqueza,
cuidemos de sus vidas
y seamos comprensivos con sus debilidades.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén