Francisco reivindica los "sueños" de los fundadores de la UE: la unidad y la paz El Papa pide a los obispos europeos "profecía y creatividad" para "hacer avanzar la causa de la paz"

"Se necesita profecía, se necesita previsión, se necesita creatividad para hacer avanzar la causa de la paz". El Papa Francisco ha hecho un nuevo llamamiento al papel de las religiones en la búsqueda de la paz al recibir a la nueva cúpula de COMECE, encabezada por Mariano Crociata.

En su discurso, el Pontífice ha reivindicado el trabajo del cardenal Hollerich (ahora miembro del C9), "exigente pero también apasionante, si no nos atascamos en la burocracia", bromeó, y quiso detenerse en dos puntos centrales, "dos sueños de los padfres fundadores de Europa". El sueño de la unidad y el sueño de la paz. 

En primer lugar, la unidad. "Es fundamental dejar claro que la unidad europea no puede ser una unidad uniforme, homogeneizadora, sino que, por el contrario, debe ser una unidad que respete y valore las singularidades, las peculiaridades de los pueblos y las culturas que la componen", incidió el Papa, haciendo suyas las experiencias de los padres fundadores, procedentes de distintos países. Y es que, añadió, "la riqueza de Europa reside en la convergencia de diferentes fuentes de pensamiento y experiencia histórica. Como un río, vive de sus afluentes. Si los afluentes se debilitan o se bloquean, todo el río sufre y pierde fuerza".

Europa tiene futuro si es realmente una unión

Porque, añadió, "Europa tiene futuro si es realmente una unión y no una reducción de países con sus características respectivas". El reto, apuntó Francisco, "es precisamente éste: la unidad en la diversidad. Y es posible si hay una fuerte inspiración; de lo contrario prevalece el aparato, prevalece el paradigma tecnocrático", que "no entusiasma a la gente, no atrae a las nuevas generaciones, no implica a las fuerzas vivas de la sociedad en la construcción de un proyecto común".

"¿Cuál es el papel de la inspiración cristiana en este desafío?", se preguntó el Papa, admitiendo que "la primera tarea de la Iglesia en este campo es formar personas que, leyendo los signos de los tiempos, sepan interpretar el proyecto de Europa en la historia de hoy".

En cuanto al sueño de la paz, Francisco insistió en que "la historia de hoy necesita hombres y mujeres animados por el sueño de una Europa unida al servicio de la paz", siguiendo el ejemplo posterior a la II Guerra Mundial, que trajo al continente "el periodo de paz más largo de su historia".

Tercera Guerra Mundial

Aunque los conflictos prosiguieron en todo el mundo, y "algunas guerras se han prolongado durante años, hasta hoy, tanto que ya se puede hablar de una tercera guerra mundial". "La guerra en Ucrania está cerca, y ha sacudido la paz europea", recordó el Papa, quien resaltó cómo "las naciones vecinas han hecho todo lo posible para acoger a los refugiados; todos los pueblos europeos participan en el esfuerzo de solidaridad con el pueblo ucraniano".

"A esta respuesta coral en el plano de la caridad debería corresponder -pero es evidente que esto no es ni fácil ni obvio- un compromiso cohesionado en favor de la paz", insistió, admitiendo que se trata de un "reto muy complejo" pues "los países de la Unión Europea están implicados en múltiples alianzas, intereses, estrategias, un abanico de fuerzas difíciles de aglutinar en un proyecto único".

La guerra, un fracaso

Sin embargo, apuntó Bergoglio, "la guerra no puede ni debe seguir considerándose una solución a los conflictos". historia de hoy necesita hombres y mujeres animados por el sueño de una Europa unida al servicio de la paz".

"Si los países de la Europa actual no comparten este principio ético-político, significa que se han alejado del sueño original. Si, por el contrario, lo comparten, deben comprometerse a ponerlo en práctica, con todo el esfuerzo y la complejidad que la situación histórica requiera", aclaró el Papa. "Porque la guerra es un fracaso de la política y de la humanidad".

Puentes de diálogo y de encuentro

En este sentido, Francisco pidió a COMECE "aportar su contribución en términos de valores y profesionalidad a este desafío de la paz"; siendo "puente entre las Iglesias de Europa y las instituciones de la Unión". "Sois por misión constructores de relaciones, de encuentro, de diálogo. Y esto ya funciona para la paz", subrayó el Papa, quien reconoció que "no es suficiente".

Por ello, culminó, "se necesita profecía, se necesita previsión, se necesita creatividad para hacer avanzar la causa de la paz". "En esta obra se necesitan tanto arquitectos como artesanos; pero yo diría que el verdadero constructor de la paz debe ser a la vez arquitecto y artesano", concluyó Francisco.