Herejías, jardines y filosofía "Padre Francisco Vegara Cerezo, usted ha cogido el rábano por las hojas"

Navegar estas semanas por la red es como subir a una azotea y encontrar a algunos sacerdotes españoles gritando, megáfono en mano, que el papa Francisco es un hereje. 

"Algunos se descalifican a sí mismos y se autoliquidan con sus gritos de Viva Franco, Viva Cristo rey y demás 'fachosandeces', aunque vayan muy bien vestidos con sotanas impolutas y tengan de decorado bibliotecas magníficas son pura fachada.

Entre todos ellos, me enternece sin embargo, otro, suspendido hace poco por el obispo Munilla, tan bien conocidos por esos lares.

Se trata del P. Francisco Vegara Cerezo, sacerdote suspendido por Munilla en la diócesis de Alicante. Me llama la atención, porque me parece un hombre honesto.

Creo que él solito se ha metido en un jardín sin flores, por usar metáforas ya que no en vano es paisano de Miguel Hernández. ¡Un poco de poesía en la vida don Francisco!

Dicho más de modo filosófico, como a él parece se le gusta, se ha metido en una trampa epistémica. Y lo peor es que otros quieren llevarlo a su terreno de esquizofrenia eclesial.

El P. Francisco pide con humildadque haya algunos que puedan rebatir sus argumentos y entonces él se verá libre del peso que ahora le atormenta. 

"Me temo que el problema en el que está metido no es canónico, ni teológico, sino de una falsa lógica"

Me parece este sacerdote una persona de buena voluntad, aunque totalmente equivocado.

Me temo que el problema en el que está metido no es canónico, ni teológico, sino de una falsa lógica. 

Ya sabemos lo que ocurre con la lógica, que si ponemos mal las premisas, acabamos por los cerros de Úbeda.

Lo que puede le suceda a Don Francisco es que usted ha cogido el rábano por las hojas.

He escuchado atentamente su manifiesto y le escucho apelar al principio de no contradicción para demostrar que el Papa Francisco es un hereje que contradice la doctrina católica tanto en Amoris Laetitia, como en Fiducia Supplicans. 

Pero lo que parece que más le preocupa es lo de la bendición de parejas irregulares, homosexuales. 

Ya el mismo Papa y el cardenal Fernández lo han explicado, por activa y por pasiva, que en nada afecta esta bendición a la tradición ni a la doctrina, pero como no hay peor sordo que quien no quiere escuchar, ahí está el P. Francisco erre que erre, con lo que el considera un jaque mate al pontificado de Francisco.

"Como no hay peor sordo que quien no quiere escuchar, ahí está el P. Francisco erre que erre"

Me parece, por otra parte, sarcástico que acuda para razonar su tesis a tan excelsos argumentos metafísicos, como "el principio de no contradicción", me enternecería si no fuera por las consecuencias que su postura implica para él mismo y los que quieran seguirle.

Y es que ya lo dijo el grandioso Aristóteles: "Algunos filósofos anteriores pensaron que el Ser es UNO e inmóvil, que no existe la pluralidad de las cosas y que, por tanto, es necesario negar la existencia del movimiento"

No es este el medio para entrar en discusiones filosóficas, pero le recomiendo al P. Francisco que estudie con más atención a Platón y Aristóteles y que no manipule sus doctrinas tan espuriamente. No se debe utilizar los principios filosóficos como si de martillos se tratasen, para dar en la cabeza a los que no le siguen en su discurso.

Aristóteles sigue diciendo: "que, sobre la base de tales argumentos, esos filósofos retuercen y descuidan las realidades con el pretexto de tener ellos solos la razón, afirmando que todo es UNO e inmóvil. Pero si se consideran los hechos que ellos exponen parece casi una locura".

Quiere decir el Estagirita que hay una parte de verdad en lo que dice el P. Francisco, pero sobre el plano del Logos como evidencia del SER, pero le falta una parte de la verdad constituida por los hechos, esto es sore la evidencia originaria e innegable de la experiencia, que se muestra siempre múltiple y en devenir.

Se debe hacer una conciliación entre razón y experiencia (pastoral), entre evidencia del ser y evidencia del devenir.

"El cristianismo no es una filosofía, ni una moral, no es una suma de ideas, sino un modo de vivir, es amor. Sólo en la fuerza del Espírutu Santo podemos lo que es recto y seguirlo". Benedicto XVI.