UNGIR

Oración inspirada en las lecturas del domingo 17.12.2023. Tercer domingo de Adviento. Ciclo B

UNGIR

¡Ven, Señor, a ungirnos:

queremos ser la buena noticia de vivir la cordialidad fraterna

allí donde las revueltas de la vida guiada por Ti nos lleven!

¡Ven, Señor, a ungirnos:

sana nuestros corazones desgarrados:

sé santo bálsamo que nutre y fortalece

nuestros quebrantos y quiebras vitales!

¡Ven, Señor, a ungirnos:

rompe nuestros apegos,

nuestros egocentramientos,

nuestras muestras de avidez

en este mundo tan contradictorio

y tan lleno de hombres y mujeres sedientos

que desconocen la Fuente que Tú eres!

¡Ven, Señor, vístenos de alegría:

haznos humildes servidores de la humana humanidad

allá donde desempeñemos nuestro trabajo

y nuestra aportación a la sociedad y a la cultura!

¡Ven, Señor, vístenos de alegría:

obra en nosotros tus obras de verdad, de bien y de justicia

para que todos vean que Tú eres el Camino de la vida auténtica

y la energía de los mejores deseos de la humanidad!

¡Ven, Señor, vístenos de alegría:

santifica nuestras presencias en medio de este mundo tan extraño y complejo,

especialmente en estos tiempos de pandemia,

de cínicas políticas,

de tantos daños a la dignidad humana!

¡Ven, Señor, ayúdanos a ser constantes en el orar,

que tantas y tantas

distracciones y pantallas nos alejan de nuestro focus:

Tú y tu presencia sanante e impulsora en toda la realidad!

¡Ven, Señor, ayúdanos a dar gracias en toda ocasión,

que tantas y tantas veces

nos creemos dignos de alabanza por nuestras acciones…

tan fútiles, tan de pose, tan llenas de intereses pequeñoegoístas!

¡Ven, Señor, ayúdanos a escuchar

a tantos hombres y mujeres de bien,

profetas de nuestro tiempo,

que claman por el cuidado de vida concreta

y la justicia urgente

y la paz imprescindible entre los hombres y los pueblos!

¡Ven, Señor, ábrenos los corazones para vivir tu paso por nuestras vidas!

¡Ven, Señor, ábrenos los corazones para para que Tú seas el protagonista de nuestro anuncio!

¡Ven, Señor, ábrenos los corazones para que de verdad Tú seas Salvador nuestro!

¡Ven, Señor, autentifícanos la fe!

¡Ven, Señor, autentifícanos la esperanza!

¡Ven, Señor, autentifícanos la caridad!

¡Ven, Señor, santifica nuestras palabras!

¡Ven, Señor, santifica nuestros deseos!

¡Ven, Señor, santifica nuestras vidas!

¡Ven, Señor, santifica nuestros silencios ante Ti…!

¡Ven. Señor, santifica nuestras lágrimas ante Ti…!

¡Ven, Señor, santifica nuestras humildes oraciones ante Ti…!

¡Ven, Señor, alégranos la vida!

¡Ven, Señor, cristianízanos,

que no sabemos cuán madura

está nuestra biografía…!

¡Ven, Señor, ármanos de luz

cordial,

humilde,

auténtica

en deseos, palabras y obras!

¡Ven, Señor, llama profunda

que escrutas y saneas

el corazón de todo hombre

sediento

que se abre a Ti!

¡Ven, Señor, vístenos de Evangelio

porque tenemos los corazones afligidos,

porque tenemos miedo a la libertad de los Hijos de Dios,

porque tenemos, como tatuajes indelebles,

en nuestras manos,

en nuestros ojos,

en nuestra mente

cicatrices de nuestra tragicómica y paradójica existencia

de seres humanos,

demasiado humanos!

carmeloampelio@gmail.com

raspasdefuego.blogspot.com/

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