Lo más notable, que tiene este libro, es que ha sido escrito por uno de los más importantes teólogos, que tenemos en España en este momento. Es más, el autor de este profundo estudio sobre los Ejercicios Espirituales de san Ignacio es, ante todo, un notable filósofo; y uno de los estudiosos que ha desentrañado más a fondo el difícil y exigente problema de Dios, desde la Antigüedad hasta nuestros días.

Que yo sepa, nunca había ocurrido un hecho como éste. El mismo Ignacio de Loyola escribió su primera redacción de los Ejercicios cuando aún no había estudiado teología. Por eso precisamente la Inquisición se alarmó cuando ya, en Alcalá de Henares, Ignacio empezó a dar Ejercicios, siendo simplemente un laico fervoroso y nada más. Por eso precisamente, Ignacio tuvo que huir a Salamanca. Y de Salamanca, se fue a París donde, además de estudiar teología, reunión al primer grupo de compañeros, que fueron el origen de los jesuitas. 

Después de Ignacio, que yo sepa, sólo un teólogo (y filósofo), de verdad importante, Francisco Suárez, en los primeros años del s. XVII, dedicó un capítulo de su Estudio sobre el Instituto de la Compañía de Jesús, al análisis de los Ejercicios.

Los Ejercicios nacieron de la experiencia religiosa y evangélica, tan profunda, que Ignacio de Loyola vivió en Manresa. Pero, al desentrañar la hondura de tal experiencia, se descubre una teología tan profunda y tan actual, que sólo quien vive y conoce a fondo tal teología, puede estar capacitado para “acompañar” y orientar a quien ayuda al que intenta hacer vida hoy lo que vivió Ignacio de Loyola desde el momento en que orientó su vida para vivir como vivió Jesús de Nazaret.

Esto es lo que, en el fondo, va a encontrar, en el reciente estudio de Juan Antonio Estrada, quien analice y asimile a fondo su profundo estudio sobre los Ejercicios de san Ignacio.

Es lamentable que, con demasiada frecuencia, se anuncien tantas y tantas tandas de Ejercicios, en las que – sin duda alguna – se dicen y se viven cosas provechosas. Pero, desde luego y en muchos casos, Ejercicios de san Ignacio no se hacen. Por supuesto, siempre es y será bueno hacer unos días de “retiro espiritual”. En todo caso, sería conveniente aclarar las cosas, proceder con sinceridad y explicar, en cada programa o propaganda, lo que realmente se va a encontrar quien acuda al anunciado retiro.

Por supuesto que, al decir estas cosas, no pretendo explicar el contenido del libro que aquí presento. Analizar, al menos básicamente, el estudio que nos ofrece el profesor Estrada exige un análisis detenido, que no es mi propósito hacer aquí. Me limito solamente a recomendar a los lectores de Religión Digital del contenido tan serio y profundo que van a encontrar en el excelente estudio de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio que nos ofrece este libro. 

Este libro ha sido publicado por la Editorial Desclée De Brouwer.