El experto jesuita analiza qué ha cambiado un año después de la cumbre antipederastia Hans Zollner, sj.: "La Iglesia está a la vanguardia de la lucha contra los abusos"
"En muchos países donde he ido a dar conferencias, las comunidades cristianas han sido las primeras en hablar y tratar el tema de los abusos sexuales en modo explícito y libre"
Se ha referido al motu proprio 'Vos estis lux mundi' (Vosotros sois la luz del mundo), que impone a los sacerdotes, religiosos y monjas la obligación de denunciar a sus superiores todos los casos de pederastia de los que tengan conocimiento, y a la ley que acaba con el secreto pontificio en los procesos por casos de abusos a menores
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El sacerdote jesuita alemán Hans Zollner, organizador del primer encuentro antipederastia en el Vaticano que se celebró en febrero de 2019,ha asegurado que la Iglesia católica "está a la vanguardia en el trato libre y explícito de los casos de abuso sexual", cuando se cumple un año de la cumbre de protección de menores que reunió a la mayoría de los episcopados del mundo.
"La Iglesia está de verdad a la vanguardia en el trato sin tapujos de los casos de abuso sexual en algunas zonas del mundo donde en la sociedad civil continúa siendo un tabú. Da espacios de confrontación a estas heridas en una manera en que la sociedad civil todavía no lo hace. En muchos países donde he ido a dar conferencias, las comunidades cristianas han sido las primeras en hablar y tratar el tema de los abusos sexuales en modo explícito y libre", ha señalado Zollner en una entrevista con Europa Press.
El mayor experto de la Iglesia en esta materia, que forma parte de la Comisión Pontificia para la protección de menores que instituyó el Papa Francisco en 2014, ha valorado las reformas acometidas por el Papa este último año para combatir la pedofilia en el seno de la Iglesia.
Obligación de denunciar
En concreto, se ha referido al motu proprio 'Vos estis lux mundi' (Vosotros sois la luz del mundo), que impone a los sacerdotes, religiosos y monjas la obligación de denunciar a sus superiores todos los casos de pederastia de los que tengan conocimiento, y a la ley que acaba con el secreto pontificio en los procesos por casos de abusos a menores, de violencia sexual o de pornografía infantil.
"Desde el 1 de enero de 2020 todos los actos y documentos judiciales de procesos canónicos relativos a casos de abuso sexual pueden ser entregados a las autoridades competentes de los países implicados bajo previa petición", ha comentado.
Algunas asociaciones de víctimas que se han reunido en Roma estos días para reclamar al Papa reformas canónicas que permitan la destitución permanente de sacerdotes pederastas y obispos encubridores, han denunciado una doble velocidad en la aplicación de estas reglas según los países y las iglesias locales.
Zollner ha explicado que la eliminación del secreto pontificio "es válida tanto para los archivos que están guardados en los Archivos del Vaticano, como para aquellos que están en los archivos diocesanos". "Muchos obispos de varios países seguían ya esta praxis que fomenta la colaboración con la justicia civil, antes de que el Papa eliminase el secreto pontificio", ha agregado.
Denunciar ante las autoridades judiciales
A estas alturas, las iglesias locales han debido desarrollar protocolos de protección y cursos de formación para los obispos de todo el mundo para poder llegar a los estándares de transparencia y buen hacer fijados por el Pontífice. Sin embargo, algunos expertos critican que el problema radica en que la Iglesia no obliga a los miembros del clero a denunciar los casos de abuso a las autoridades judiciales del país, a menos que la ley local lo requiera.
A este respecto, Zollner ha defendido que "la posición de la Iglesia es que se debe seguir el ordenamiento jurídico del país donde se siga el caso". "Muchos países como Italia o Alemania no reconocen como algo obligatorio la denuncia a autoridades civiles de abusos que fueron cometidos hace décadas y, por razones muy comprensibles, también son apoyadas por algunas asociaciones de víctimas. De hecho, cuando se interpone la denuncia, la víctima se expone al riesgo de volver a pasar por el trauma, muchas veces sin poder demostrar con pruebas jurídicas válidas el abuso", ha indicado.
Además, ha señalado que las leyes varían mucho de país a país. "Solo hace falta pensar en las leyes que regulan la edad apta para el matrimonio o la validación legal de la voluntad paterna respecto a chicas menores que fueron entregadas como esposas en muchos países de Oriente Medio o Asia o a los ritos impuestos a los adolescentes que llegan a la pubertad en África subsahariana", ha precisado.
También ha apuntado que "en muchos países del mundo, las familias comparten un único espacio sin consideraciones de lo que es la intimidad, lo que muchas veces favorece los abusos sexuales". "La ley de la Iglesia debe poder hablar por encima de estas leyes, en todas estas condiciones, sin privilegiar los sistemas legales de los países del Norte del mundo", ha concretado Zollner.
En su opinión, el clericalismo entendido como la tentación de pensar y actuar como si el solo hecho de ser sacerdote u obispo pudiera justificar un trato especial, privilegios particulares o una exención de las reglas que se aplican a todos los demás, es uno de los factores que fomentan el encubrimiento de esta lacra.
"Esto vale también para otras categorías humanas como los políticos, las corporaciones profesionales, etcétera, pero en la Iglesia esta actitud está muchas veces cargada con argumentos espirituales. En cambio, vivir entre la gente sencilla ayuda a no vivir con la sensación de tener derechos distintos", ha zanjado.