Se marcharon de Barcelona el martes día 30 de abril y ese día participaron por la tarde en la oración de la Comunidad de Sant'Egidio en la basílica de Santa María in Trastevere, visitando antes la isla Tiberina y la basílica de la apóstol san Bartolomé, donde se encuentra el memorial de los mártires de los siglos XX y XXI.
Posteriormente cenaron con miembros de la comunidad. En la oración estuvieron presentes el Primate de la Iglesia Anglicana y otros primates de todo el mundo, presentes en Roma para su Sínodo.
El día 1 de mayo, después de celebrar la Eucaristía en el altar ante el sepulcro del Apóstol Pedro, y de visitar devotamente la basílica, participaron en la audiencia general del Santo Padre Francisco , que les saludó y entre otros mensajes les dijo que “fueran muy devotos de la Virgen María, que siempre les ayudaría en su camino vocacional”.
Aquella tarde visitaron y rogaron las Vísperas en San Pablo Extramuros.
El día 2 de mayo fueron a las Catacumbas de Priscila donde pudieron admirar la pintura más antigua de la Virgen y acoger el gran testimonio de los Mártires de los primeros tiempos. Posteriormente visitaron la basílica de Santa María la Mayor donde celebraron la Eucaristía y oraron a la Virgen de la Paz con el Virolai.
Por la tarde, fueron recibidos por el obispo subsecretario Mons. Aurelio García Macías en el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y les explicó el trabajo del Dicasterio y el valor de la liturgia para los ministros de la Iglesia.
El viernes día 3, celebraron la Eucaristía por la mañana, y visitaron los Excavio bajo la basílica de San Pedro del Vaticano, y por la tarde fueron a rezar a la catedral del Papa, la basílica de San Juan del Letrán, antes de volver a Cataluña.
Fue una peregrinación que dejó un recuerdo imborrable en cada uno de los 20 seminaristas que participaron.