Bach-Maier, siciliano BWV 1031

¡Feliz domingo! Es evidente que dentro de las transcripciones de las obras de Bach para distintos instrumetos, hay algunas que han captado más la atención de los arreglistas. Un ejemplo de ello es la obra de hoy, que ha hemos escuchado varias veces en estas últimas semanas.

Veamos qué nos depara la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y muerto en Leipzig. Estamos en ese momento en el que sus pertenencias se están repartiendo entre sus hijos. Se ha conservado casi todo lo que fue a manos de su segundo hijo, mientras que lo que recibió Friedemann nos ha llegado incompleto. Quizá se deba a que cuando perdió el puesto que tenía en Halle no encontró otro trabajo y tuvo que ir vendiendo su herencia para tener dinero. Se sabe que llegó a ofrecer a Forkel un fajo de partituras de cantatas corales por 20 luis d'or, pero este no los tenía. El destino de estos materiales no se conoce bien. Johann Christoph Friedrich también recibió algo en herencia, pero su viuda parece que vendió la gran mayoría.
En su Sonata para flauta y clave en mi bemol, BWV 1031 hay un movimiento muy conocido, que es el Siciliano, obra que vamos a escuchar hoy. Algún que otro conocedor de la obra del maestro incluso ha la atribuido a su hijo Carl Philipp Emanuel, puesto que se ha encontrado un manuscrito de él con esta composición. Otros se la han asignado a Christian Friedrich Penzel, discípulo del maestro. Otros dicen que fue una remodelación de una sonata anterior de Johann Joachim Quantz, que se conserva en varias versiones. Sea como fuere, nosotros nos quedamos con este maravilloso Siciliano, que disfrutaremos en la versión para dos pianos de Guy Maier (1892-1956).
La interpretació es de Genia Nemenoff y Pierre Lubosschutz a los pianos.