Padre nuestro
¡Feliz viernes! Puede parecer la oración comodín, pero contiene tanto y dice tanto que es en realidad la oración universal. La rezamos constantemente, a veces hasta casi sin darnos cuenta de lo que decimos. También aparece puesta en música de forma habitual.
El maestro que nos acompaña hoy es Adrian Willaert (h. 1490-1562), compositor flamenco nacido en Brujas o Roulaers. En 1527 los procuradores de San Marcos de Venecia lo nombraron maestro de capilla. Parece claro que el dogo Andrea Gritti intervino personalmente para que Willaert consiguiera el puesto, quizá con la intención de hacer de Venecia una nueva Roma. Se encontró con una capilla establecida desde hace tiempo, con por lo menos dieciséis cantores, comparable con los mejores europeos. Entre sus atribuciones también estaba enseñar a los niños del coro y a los adultos. El compositor era un apreciado maestro y tuvo por discípulo al famoso Zarlino, gran teórico musical. Se rodeaba de discípulos llenos de talentos, como Cipriano de Rore, Costanzo Porta y otros.
Vamos a escuchar su Pater Noster a cuatro voces. Fue publicado en 1545 en el volumen Musica quatuor vocum, liber secundus publicado en Venecia. Está pareado con un avemaría y el segundo tenor cita dos melodías que son las que guían el contrapunto. Willaert subraya especialmente las palabras y líbranos del mal, con declamaciones lentas y simultáneas que contrastan espectacularmente con la polifonía imitativa precedente. Gracias a esa pareja de obras, este motete tenía una variada función litúrgica.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de New York Polyphony.