Matrimonios darán sus testimonios para construir ambientes de paz en las familias Celebran 50 años del movimiento Encuentro Matrimonial México con año jubilar
Con un año jubilar concedido por el Papa Francisco, el movimiento Encuentro Matrimonial México está celebrando los 50 años de su llegada al país.
En una celebración eucarística en la Basílica de Guadalupe, miembros del movimiento, decenas de sacerdotes, fieles y el acompañamiento del Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos y Mons. Carlos Enrique Samaniego López, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México dieron inicio a estas celebraciones que finalizarán hasta el próximo 26 de julio del 2024.
Jimena Hernández corresponsal en México
Con el objetivo de mirar al futuro con esperanza y la ilusión del un mundo nuevo con la fuerza del amor y el poder del diálogo, el movimiento Encuentro Matrimonial México inició sus festejos por su 50 aniversario en tierras mexicanas.
Durante su homilía en la misa oficiada en la Basílica de Guadalupe, Mons. Carlos Enrique Samaniego López, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México señaló que aunque siempre hay una buena noticia en el Evangelio, también hay una mala noticia ya que los tiempos parecen estar en contra de la unión entre hombre y mujer.
Pero destacó que es momento de sembrar el Evangelio del amor, del matrimonio y de la paz.
“La mala es que la atmósfera el clima no está favoreciendo al matrimonio, el individualismo, el hedonismo, el narcisismo ,el ateísmo no favorecen el matrimonio de tal manera que también vemos todas las consecuencias de la guerra que nos alcanzan y basta ver los precios, también vemos las consecuencias del crimen organizado, de la delincuencia en nuestro país y todo esto no favorece el Evangelio del matrimonio”
Por lo que pidió que es momento de acabar con la violencia en nuestras familias y lograr que sean instrumentos de paz que tanto se necesita en el país.
Durante la celebración se leyeron las palabras que envió el Papa Francisco al movimiento donde les recordó que el matrimonio es un trabajo en equipo para juntos santificarse.
“Me da gusto que como familias cristianas se reúnan, compartan experiencias se ayuden entre ustedes y caminen al lado de sus pastores, pues el matrimonio es realmente un proyecto de construcción de la cultura del encuentro”.
“Hay que recordar que esta unión no está formada solamente por dos esposos, sino que hay un tercero el Espíritu Santo, gracias al sacramento del matrimonio nunca estarán solos en los gozos y en las fatigas diarias”.
Y es que el Santo Padre recordó que en estos momentos de guerra se necesita mucho el testimonio de amor y paz.
“Queridos esposos no olviden nunca que pueden ser fuentes de cambio, ustedes pueden contribuir a la creación de una sociedad más unida y animada por el amor y la ternura que caracterizan la relación entre el amado y la amada”
Por su parte, Mons. Carlos Garfias, Arzobispo de Morelia dio el banderazo de salida a las esposas y esposos que serán los encargados de en sus comunidades dar testimonios de la importancia de los matrimonios en México
En conferencia de prensa los obispos destacaron que existen varios retos que se deben atender ya que en estos 50 años, el desafío que más aparece es la desintegración de los matrimonios y la desintegración de las familias; además de que los jóvenes no se están casando.
Mons. Garfias afirmó que el reto es responder la pregunta ¿Cómo podemos hacer que el encuentro matrimonial aporte para la construcción de la paz en México?
Pero destacó que él ha identificado que con diálogo, comunicación, perdón y la decisión de amar juntos, se puede lograr ese camino, ya que aseguró que dentro de este año jubilar los matrimonios, los sacerdotes, los obispos, estamos invitados hacer constructores paz
“El movimiento de Encuentro Matrimonial debe atender a las mujeres víctimas, acompañar a los adictos, vincularnos con los que piensan diferente, vincularnos con las autoridades, con los líderes de otras religiones, vincularnos con la sociedad civil, hoy debemos reconocer el valor de la mujer y descubrirlas como promotoras y protectoras de paz”.
Finalmente, animaron a los matrimonios a dar testimonio y no tener miedo a narrar lo que Dios ha hecho con sus uniones y familias, como los ha ido reconciliando, como los ha ido uniendo en su amor; y con sus historias, palabras y oración motivar a más parejas a lograr esta gran vocación.