El religioso, fallecido en 2019, documentó sus crímenes en los 'Manuscritos de Charagua' Roma ordenó a los jesuitas de Bolivia ocultar el diario del pederasta Lucho Roma

El sacerdote jesuita Luis María Roma falleció en 2019
El sacerdote jesuita Luis María Roma falleció en 2019

El misionero jesuita documentó sus crímenes en manuscritos llamados "Los Manuscritos de Charagua", donde detallaba los abusos, consesaba sus crímenes y detallaba las grabaciones y fotografías que tomaba de las menores

Según El País, la Curía General respondió en 2020 con un correo que instruía a la orden en Bolivia a seguir tres pasos: reparar a las víctimas, hacer público el caso y ocultar el diario de Roma

Roma ordenó a los jesuitas de Bolivia ocultar los escritos del padre Luis María Roma Pedrosa, conocido como Lucho Roma, quien abusó de un centenar de niñas indígenas, principalmente guaraníes, entre 1983 y 2002 en Bolivia, tal y como desvela El País.  El misionero jesuita documentó sus crímenes en manuscritos llamados "Los Manuscritos de Charagua", donde detallaba los abusos, consesaba sus crímenes y detallaba las grabaciones y fotografías que tomaba de las menores.

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En 2019, la Compañía de Jesús en Bolivia inició una investigación sobre los abusos cometidos por Roma y remitió los hallazgos a la Curía General de los jesuitas en Roma. Según El País, la Curía General respondió en 2020 con un correo que instruía a la orden en Bolivia a seguir tres pasos: reparar a las víctimas, hacer público el caso y ocultar el diario de Roma.


Carta entre Claudio Paul e Ignacio Suñol de 2020 al que el periódico El País tuvo acceso para develar el "encubrimiento" ordenado desde Roma.

El correo fue enviado por Claudio Paul, consejero general superior de los jesuitas y asistente regional para América Latina del Sur, al sacerdote Ignacio Suñol, máximo responsable de la Compañía de Jesús en Bolivia. El País, que tuvo acceso al correo, señala que la directriz de ocultar el diario es una prueba más del encubrimiento del caso tanto por la orden en Bolivia como por las autoridades en Roma.

Consultado por el medio español sobre la falta de sanciones a los responsables en Bolivia que desobedecieron las directrices, Paul afirmó que no le corresponde "tratar temas internos [de la congregación] en el foro externo". Además, no quiso especificar por qué, conociendo la gravedad de los hechos y teniendo los informes, no denunciaron lo sucedido a las autoridades civiles bolivianas.

Por su parte, la Compañía de Jesús en Bolivia se negó a responder al periódico español. En su último comunicado, indicaron que es la justicia civil la que debe aclarar lo sucedido. "Es lo que la Compañía tiene que decir y no más", afirmó Sergio Montes, portavoz de los jesuitas en Bolivia.

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