Se vio obligado a renunciar ocho meses después de tomar posesión Una parroquia: el destino final del ex arzobispo de La Plata defenestrado por Francisco
Mediante un comunicado, el arzobispado argentino de La Plata comunicó este 23 de agosto que Gabriel Mestre será párroco en Nuestra Señora de Fátima de Mar de Ajó
La decisión la tomó el obispo Juan Ignacio Liébana, de Chascomús, tras obtener el nulla osta del Vaticano Asumirá ese cargo pastoral a fines de septiembre próximo
| RD
La Cancillería del Arzobispado de La Plata (Argentina) informó que el obispo de Chascomús, monseñor Juan Ignacio Liébana, contando con el nulla osta de parte del Dicasterio para los Obispos, nombró a monseñor Gabriel Mestre como nuevo párroco de Nuestra Señora de Fátima de Mar de Ajó, perteneciente a esa diócesis, informa Valores Religiosos.
En el comunicado difundido este viernes 23 de agosto se consigna que monseñor Mestre asumirá como párroco de Nuestra Señora de Fátima -que comprende Nueva Atlantis, Pavón, Costa Esmeralda y la sede parroquial de Villa Clelia- el jueves 26 de septiembre próximo, a las 18:00.
"Rezamos por la fecundidad del ministerio de Mons. Gabriel Mestre, a la vez que le agradecemos la profunda huella que ha dejado en nuestra arquidiócesis de La Plata, de la que fue arzobispo, padre y pastor, hermano y amigo, entre el 16 de septiembre de 2023 y el 27 de mayo de 2024", concluye el texto del Arzobispado.
Francisco aceptó su renuncia en mayo
"El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Archidiócesis Metropolitana de La Plata (Argentina), presentada por Su Excelencia Reverendísima Monseñor Gabriel Antonio Mestre", se informaba a fines de mayo pasado.
La sorpresa saltaba en el Boletín de la Santa Sede. Apenas ocho meses después de su nombramiento para el cargo en el que sustituyó al cardenal Víctor Manuel 'Tucho' Fernández, y (lo que es más extraño) a los 55 años, monseñor Mestre deja de ser arzobispo de La Plata.
La Santa Sede no dio razón alguna de la renuncia, ni si se trataba de un cese, si ha habido algún escándalo o si, por el contrario, hablábamos de un tema de salud.
Un avispero
Mestre comentó mediante una carta esta salida, que explicó de manera muy breve y elíptica, sin dar demasiados detalles pero sin dejar de relacionar lo ocurrido con supuestas intervenciones que pudo haber tenido sobre el Obispado de Mar del Plata mientras ya estaba en sus nuevas funciones.
Sin embargo, tal y como publicó Religión Digital, con el el paso de los días empezaron a conocerse detalles y a atar cabos, y se vio que la situación comenzó con el nombramiento por parte del Colegio de Consultores de un administrador diocesano de la entera confianza de Mestre, Luis Albóniga, y que, al parecer, estimaba que podría ser su sucesor al frente de la diócesis marplatense, y que acabó de manera rocambolesca con dos nombramientos de obispos que al final renunciaron y una manifestación de fieles en la catedral en plena misa crismal la pasada Semana Santa, la gota que colmó el vaso de la paciencia del papa Francisco.